El periodista Sassoli no ha tardado ni cinco minutos en abrir las puertas del Parlamento Europeo al periodista Puigdemont , ante el enfado del periodista Tajani . Esta es una historia entre periodistas y vamos a explicarla.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli,
ha sorprendido a todos con el inmediato cumplimiento de la sentencia
del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad de Oriol Junqueras,
aplicable a otros cargos electos procesados. Ninguna dilación, ningún
papeleo.
La sentencia fue emitida el jueves, y el viernes, Carles Puigdemont y Toni Comín ya obtenían una tarjeta provisional que les acredita
como parlamentarios europeos. El mismo jueves, Sassoli dio una primera
capa de esmalte a la sentencia del TJUE al interrumpir la sesión
parlamentaria en Bruselas para dar noticia de ella. El presidente
subrayó que la condición de diputado europeo se adquiere directamente
del mandato de las urnas y pidió explícitamente a las autoridades
españolas que den cumplimiento a la sentencia.
Eufórico ante el espectacular vuelco de su situación en
Bruselas, Puigdemont ha anunciado que emprenderá acciones legales contre
el anterior presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, también
italiano, por obstrucción de sus derechos. Este, a su vez, se ha
declarado víctima de una tenaz campaña difamatoria de los
independentistas catalanes. Tres periodistas en el vórtice de una
batalla importante para el futuro inmediato de España.
Sassoli fue presentador del telediario de máxima
audiencia de la radio televisión pública italiana antes de ser elegido
eurodiputado por primera vez en el 2009 en representación del Partido
Democrático, formación de amplio espectro que reúne a antiguos
eurocomunistas, socialistas, católicos progresistas y liberales
reformistas hostiles al emporio Berlusconi.
Tajani, de antigua filiación
monárquica (rara avis en Italia), oficial del ejército del aire con
vocación de periodista, trabajó en Il Giornale , periódico fundado en los años setenta por Indro Montanelli , cuando este abandonó el Corriere della Sera , enfadado por la apertura del gran diario milanés al compromiso histórico con los comunistas.
Las escisiones periodísticas suelen ser aventuras difíciles, de manera que Il Giornale acabó en manos del magnate Silvio Berlusconi , que no dudo en utilizarlo para su espectacular paso a la política. Entonces, el indomable Montanelli volvió al Corriere y el redactor Tajani inició una brillante carrera en Forza Italia.
Carles Puigdemont fue redactor jefe del periódico catalán El Punt (hoy, El Punt Avui ),
antes de un tiempo sabático por Europa que le acabó llevando a la
política, ayudando a activar el gen mutante de Convergència después de
que el socialista Pasqual Maragall alcanzase la presidencia de la Generalitat de Catalunya en noviembre del 2003, con el apoyo de Esquerra Republicana.
Sassoli es presidente del Parlamento Europeo desde junio,
con el apoyo expreso de los socialistas españoles en las espesas
negociaciones sobre la renovación de cargos de la Unión Europea. El PSOE
decidió apoyar a un candidato del debilitado centroizquierda italiano,
cuando en ese país aún gobernaba la coalición populista formada por el
Movimiento Cinco Estrellas y la Liga.
Sassoli no es un mandado de Pedro
Sánchez –quien sostenga lo contrario no conoce bien la política
italiana–, y estos días ha actuado con total independencia, guiado por
el deseo de afirmar la autonomía del Parlamente Europeo ante los
gobiernos nacionales, en un momento de fuertes tentaciones autocráticas.
¿Ha ayudado Sassoli al PSOE? La sentencia del TJUE podía
complicar la investidura, en la medida que estimula la competición entre
los dos partidos independentistas catalanes, con posible agravamiento
del síndrome de Sísifo en ERC: esa voluntad de poder que nunca
acaba de llegar a la cima. Puigdemont transmite hoy felicidad. Junqueras
sigue en la cárcel.
Pero la sentencia de Luxemburgo, sin entrar en el
fondo de la cuestión catalana, invita a explorar la vía pactista, en la
medida que constituye una clara reafirmación de la autonomía de la
política. La coyuntura invita a ERC a comportarse como fuerza dirigente,
mientras la bandera de la Unión Europea preside estos días el balcón
del Palau de la Generalitat.
Adiós a las excursiones de algunos
emisarios convergentes a Moscú. Adiós, Serguéi Markov . Adiós, Vladímir Zhirinovsky . Adiós, Matteo Salvini .
La biografía de David Sassoli contiene datos interesantes. Fue el
presentador del telediario de más audiencia de la RAI, ya lo hemos
dicho. Televisión y política hace años que maridan con intensidad en
Italia. Otros periodistas televisivos como Lilli Gubrer y Michele Santoro también
han sido eurodiputados.
Nacido en 1956 en Florencia, Sassoli se formó
en los círculos del catolicismo aperturista. Frecuentó una asociación
democristiana llamada Rosa Blanca, en recuerdo de un grupo de cristianos
que se opusieron activamente al nazismo en Alemania. Fue admirador del
mítico alcalde Giorgio La Pira, católico antifascista, padre de
la Constitución de 1947, un hombre muy devoto que ofreció Florencia como
sede del Congreso Judío Mundial de 1964 y redactó un plan de paz para
la guerra del Vietnam.
Sassoli creció en la ciudad del pacto. Mientras
La Pira subía la piedra de Sísifo, en España se fusilaba a Julián Grimau .
(*) Periodista y director adjunto de La Vanguardia
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