jueves, 26 de diciembre de 2019

Manuel Carrasco Muñoz , un buen alcalde para Águilas de 1981 a 1995


Hijo de Domingo y Catalina, en el año 1954 Manuel se casa con Isabel Sánchez Sánchez, de cuyo matrimonio nacerían Domingo y Catalina María.

Como la mayoría de los niños que vivían en aquella época de tantas necesidades, con apenas 13 años de edad, Manuel se puso a trabajar de aprendiz de hilador con su padre, en la calle Buena Vista. Cuando fue mayor, la empresa pasó a su nombre. El padre, que era enlace sindical en representación de los esparteros, quedó como consejero de la empresa hasta que Manolo se fue al servicio militar. Al licenciarse, en el año 1955, construyó un almacén y contrató a los dos primeros hiladores, y después a otros dos con los que estuvo trabajando hasta 1962. 

Al mismo tiempo, alternaba de corredor de esparto con varias fábricas: lo compraba en Águilas para venderlo sobre todo en Barcelona, haciendo el transporte en camiones. Era un buen negocio hasta que llegó la decadencia del esparto, a finales de 1960.

Por necesidad cambió de profesión y se metió a armador de barcos de pesca de bajura. En sociedad con Ramón Quereda Marcos ‘el Ramonet’ compró el “Josefa Rodríguez”, y después el “Ntra. Sra. de la Cinta”. El siguiente barco, “Luis y Rosa González”, ya lo adquirió él solo. Fue alrededor de los años 80 cuando decide hacer un varadero en la playa de El Hornillo, en sociedad con el calafate José Ruiz Zamora ‘el Carranza’, vendiendo su parte al cabo de tres años.

En 1975 es cuando Manuel Carrasco comienza su vida política, en el PSOE. El año 1979 entra de concejal en el Ayuntamiento de Águilas por la baja de D. Francisco Sánchez García. Y el 26 de Octubre de 1981 es elegido alcalde de Águilas, tras la renuncia de D. Cristóbal Ruiz Pérez, siendo reelegido tres veces más, estando en el cargo hasta el día 16 de junio de 1995. Hay que recordar que cuando Manuel Carrasco fue nombrado alcalde, nuestra localidad tenía 20.600 habitantes, habiendo crecido durante aquellos años hasta llegar a los 25.700 habitantes que tenía Águilas al finalizar su mandato.

Manuel Carrasco Muñoz llegó a la Alcaldía con grandes deseos y muchas aspiraciones de mejoras para su pueblo. Al principio no gozaba de la confianza de la mayoría, incluidos los de su mismo partido, pero año tras año y a base de trabajo y carisma supo ganarse el respeto de todos los aguileños. Fue un alcalde de plena dedicación a los aguileños; le faltaban horas para atenderlos, ya que recibía las peticiones de todo el mundo. 

Al haber trabajado a su lado, puedo asegurar que fue un buen alcalde, muy trabajador y valiente, en una época donde había muchas necesidades en todo el pueblo. Como alcalde solucionó, entre otros, el problema del alcantarillado, el arreglo de las calles que estaban sin asfaltar y sin aceras, el problema del suministro de agua potable, la falta de alumbrado público en la zona alta de la localidad… Fue todo ello lo más importante que hizo a lo largo de la primera legislatura.

 Después consiguió que llegase a Águilas el agua potable del Taibilla, creó numerosos servicios públicos, como la Oficina Municipal de Información al Consumidor (la OMIC) y Protección Civil; puso en marcha el Centro de la Tercera Edad, los Servicios Sociales, la Casa de Juventud, la Atención Temprana, la gestión de servicio de la Seguridad Social, la Depuradora, la Casa de la Cultura, etc, además de mejorar y poner a disposición del ciudadano el Archivo Municipal y la Biblioteca.

El alcalde Manuel Carrasco realizó también muchas mejoras en la Oficina de Turismo, así como la regeneración de las playas de Levante, de Poniente y Calabardina. Dotó de edificios propios a Cruz Roja y al Patronato Musical Aguileño; rehabilitó el Centro de Salud llamado hoy Águilas Sur y además gestionó, dotó de solar y puso la primera piedra para construir lo que hoy es el Centro de Salud Águilas Norte, así como el Instituto Rey Carlos III. También durante su mandato se creó la Escuela de Oficios, que llegó a tener hasta 40 alumnos trabajando. Gestionó el Varadero del puerto, mejoró el Polideportivo, construyó el pabellón de deportes, la piscina, y varios campos de futbito.

Además, con Manuel Carrasco de alcalde se acometió la reconstrucción de los molinos, poniéndole a uno aspas, se arreglaron los cabezos y sus accesos, dotándoles de alumbrado. Y también se potenció nuestro entrañable Carnaval hasta conseguir que se le concediera la categoría de Interés Turístico Regional. En resumen, fueron catorce años en el Ayuntamiento de mucha actividad y trabajo, para acometer numerosas mejoras que eran muy necesarias para el progreso de Águilas.

Un aguileño anónimo definía así, en el Libro de Festejos publicado en el año 1987, al reelegido alcalde Don Manuel Carrasco Muñoz: “Joven inteligente, que poco a poco fue usted perdiendo su infundado temor y hasta ha adquirido alguna soltura en sus necesarias actuaciones oficiales y actos públicos. Mucha obra realizada y la justa adopción de tantas decisiones, dan fe de su gran actuación, que han puesto en Vd. unos méritos para toda su vida y sobre todo para la historia de nuestro pueblo: Brilla el sol en el asfaltado de las calles, serpentean montes arriba por sus angostas y pedregosas callejas los firmes de hormigón hasta la misma cima, con un alumbrado tal como si se pusiese el sol en nuestra Tierra, iluminando tan bien y tan completamente nuestro pueblo hasta sus más humildes rincones”.

Al preguntarle a Manuel Carrasco qué le faltó por hacer como alcalde, nos responde que se quedó con la ilusión de haber podido cubrir la Rambla del Charco (desde la carretera de Lorca) para construir sobre ella un gran estacionamiento de vehículos. Y añade que tampoco pudo ver hecho realidad un jardín botánico en la zona del mercado semanal, así como un Auditorio con 600 localidades en la zona del polideportivo.

Asegura Manolo que ser Alcalde de tu pueblo te llena de orgullo, que él intentó hacerlo lo mejor posible durante tantos años de trabajo con honestidad; y que está muy agradecido a los aguileños por haber confiado en él durante varias legislaturas, así como a los compañeros de su partido y también del resto de grupos políticos.

“Entendiendo –dice Manolo- que la labor de un alcalde desgasta mucho, que es muy difícil y compleja por todos los problemas que conlleva, ya que debes compaginar el interés común con el bien individual de esas personas con las que convives a diario en tu localidad. Por eso me gustaría acordarme de todos aquellos que se dedican a la política con vocación, con ganas de hacer cosas por los demás, concejales y alcaldes que forman parte de nuestra historia.”

Por mi parte, sirva este escrito para agradecer a Manuel Carrasco sus años en el Ayuntamiento, su buen hacer y tantos logros conseguidos para Águilas. Creo que hay que dar la enhorabuena a todos los aguileños por haberle tenido como alcalde. Yo deseaba escribirte estas letras como mi particular y merecido homenaje hacia ti.

¡Gracias Manolo!Y gracias también a ti, Martirio.

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