MADRID.- Noruega exime al astillero español Navantia del hundimiento de su fragata KNM Helge Ingstad (F-313), que colisionó hace un año con el petrolero de bandera maltesa Sola TS
cerca de una terminal de carga al norte de la ciudad de Bergen, al
oeste del país. El informe de la Autoridad Noruega de Investigación de
Accidentes Martítimos (AIBN) atribuye la responsabilidad del siniestro a
una cadena de fallos humanos por parte de la tripulación de la fragata, del petrolero y del centro de control de tráfico marítimo de Fedje, según El País.
El informe preliminar del accidente culpaba del rápido hundimiento del
buque a un fallo "crítico" de su diseño, que adolecería de una supuesta
falta de "estanqueidad", lo que encendió todas las alarmas en Navantia y
le llevó a desplazar un equipo técnico a Noruega, ya que podría dar
lugar a multimillonarias reclamaciones.
El astillero español construyó
cinco fragatas de 5.300 toneladas y 143 metros de eslora para la Marina
noruega en los años noventa del pasado siglo por unos 1.050 millones de
euros. El resultado de la investigación conocido ahora no atribuye
ninguna responsabilidad al astillero español, aunque las autoridades
noruegas han anunciado que el informe tendrá una segunda parte.
La investigación culpa del iniestro a una serie de "factores
operacionales, organizativos, técnicos y sistemicos". La fragata, que
regresaba de participar en unas maniobras de la OTAN, navegaba a 17-18
nudos con el AIS (Sistema Automático de Identificación) apagado, lo que
dificultaba su detección por otros buques; algo que pueden hacer las
embarcaciones militares, pero que supone una imprudencia en aguas
restringidas como las del interior de un fiordo.
Además, el personal que estaba en el puente de la fragata, con escasa
experiencia y cualificación (dos de los siete marineros estaban en
periodo de formación), confundió las luces del carguero que se
aproximaba en rumbo de colisión con la iluminación de la terminal de
carga.
Por su parte, la tripulación del petrolero llevaba las luces de
cubierta encendidas, lo que propició la confusión, no interpretó
correctamente las señales del radar y, aunque intentó alertar a la
fragata, esta no fue consciente del peligro hasta que fue demasiado
tarde. Por su parte, al centro de control de tráfico marítimo le
reprocha no haber monitorizado adecuadamente el paso del buque militar
por el fiordo.
El informe incluye una serie de consejos, en su mayor parte dirigidos
a la Armada noruega, a la que recomienda mejorar la formación y
adiestramiento de sus tripulaciones. El ministro de Defensa noruego,
Frank Bakke-Kensen, aseguró que utilizará el informe para poner en
marcha medidas que impidan que un accidente de este tipo pueda
repetirse.
La Armada noruega ha descartado la posibilidad de reparar el buque, dado
su alto coste. El siniestro se produjo el 8 de noviembre y la colisión
abrió una brecha de 50 metros en el casco de la fragata, lo que provocó
su hundimiento. Hasta marzo pasado no fue posible reflotarla.
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