Fotografía de Concha Cano
Descanso ahora exhausto y sereno, mientras la
amanecida filtra por las rendijas de la ventana sus primeros hilos de
albor que clarean nuestra presencia adormecida, mar en calma: te miro y
ya eres la aurora». Hermosa descripción hacía en 'Atrás he dejado una
vigilia', poema incluido en su 'Territorio interior' (Fundación Emma
Egea, Cartagena, 1999), una de tantas obras que para Héctor Castilla y
tantos admiradores perpetuarán a una de las voces literarias más
encendidas del panorama poético de la Región.
López
Precioso plasmó en su obra lírica y literaria «los dictados de mi
corazón y de mi pensamiento». «¿Perdurar?», se sinceró en 2007 en una
entrevista con Pedro Soler en 'La Verdad' con motivo de la publicación
de 'Los amores fallidos (Palabras para una mujer)', publicado en la
colección malagueña Islas del Recuerdo. «Eso no me importa. A mí se me
ha nombrado, por ejemplo, en el capítulo de la literatura 'Heraldo de la
poesía del siglo XXI'. Pienso que no es así, porque mi poesía no es de
ahora. Los poetas venideros, jóvenes y jovencísimos, quizá la consideren
y la aprueben».
José Cantabella lo tenía por «uno de los grandes de la poesía
murciana actual». Atraído por Valente, Whitman, Vladimir Holan... fue
autor de una trilogía compuesta por 'Luminaria', 'Trasluz' y 'Sombra',
«el final de un recorrido de una vida y del amor». El catedrático Díez
de Revenga -'Historia de la literatura murciana' (1989)- destaca su
papel en la generación del 'tránsito' entre la Dictadura y la
Democracia. Publicó en su juventud en las revistas 'Azahara' (Murcia:
1978-1980), 'Márgenes' (Murcia: 1978-1983), 'Tránsito' (Murcia:
1979-1983), 'La Sierpe y el laúd (Cieza: 1981-), 'Arrecife' (Murcia:
1982) y 'Orbe' (Yecla: 1984-1985), continuada por 'Montearabí' (Yecla:
1986-), por lo que Revenga anota, en un comentario a 'Luminaria', que es
«un poeta tardío en la edición».
«Los versos de Juan Luis López
Precioso parecen instalados en el filo de la navaja, siempre al borde de
un abismo, contra el que lucha desde el poema, la exactitud en estado
de gracia», destacó el aguileño José Luis Martínez Valero sobre López
Precioso, quien estuvo al frente de la sección cultural de 'Diario 16'
en Murcia y colaboró en este suplemento, 'Ababol', publicando
entrevistas a destacadas personalidades de la cultura como José Agustín
Goytisolo (1998), y descubriendo a jóvenes valores. También impulsó
ciclos poéticos y culturales, especialmente en Cajamurcia y en la
Biblioteca Regional, lugar purgativo para almas distraídas y que él tuvo
como su verdadera casa.
Una labor impagable
Santiago
Delgado lo incluyó en 'Historia de la literatura de la Región de Murcia'
(1998) y en la segunda edición de 'Murcia: antología general poética'
(2000). Uno de sus amigos, el escritor y periodista Patricio Peñalver,
recuerda a 'La Verdad' que siempre estuvo seducido por la belleza de las
palabras: «Era muy meticuloso en todos los sentidos, mezclando la
técnica periodística con la narrativa y la poesía. Siempre interesado en
gente que él admiraba, tuvo una etapa brillante, con libros medidos y
trabajados, a la contra de las modas poéticas, porque sus referentes
eran Gelman, Valente...
Como gestor cultural e impulsor de ciclos
literarios su labor fue impagable, siempre dando visibilidad a gente
importante y, a la vez, gente desconocida. También dirigió la revista
'Cuaderno de Letras' de la Asociación de la Prensa de Murcia». Peñalver
confirma que próximamente se organizará un homenaje para recitar sus
mejores poemas. «Todo es poético», decía López Precioso, enamorado de la
vida, pese a que no fuera del todo afable.
«¿Qué somos hoy sino
dos cuerpos amotinados? Vive y destrona tu pasado: mañana la costumbre
volverá a nosotros», dejó escrito en el poema 'El motín de los
sentidos'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario