MURCIA.- La semana pasada, SIDI tubo
conocimiento de un nuevo incidente sucedido en las aulas del
Conservatorio de Danza de Murcia, y que se saldó por suerte sin
consecuencias físicas para el alumnado y el profesorado, pero solo por
suerte.
El deterioro del edificio ha sido
denunciado en los últimos años, problemas con los cerramientos, la
insonorización, los aislamientos, la calefacción, el aire acondicionado,
la lamentable situación de los suelos de madera, muy peligrosos para el
alumnado por estar astillados, y ahora añadimos los techos que caen.
En
2005, ya se habló de la nueva construcción de un centro en la zona de
Santiago y Zaraiche, y desde entonces no se ha producido ni un solo
movimiento económico para realizarlo
Es evidente
que la situación ha llegado a un punto muy delicado ya que ha sido la
suerte, la muy buena suerte, la que ha querido que no haya que lamentar
desgracias personales, y parece mucho pedir que en pleno siglo XXI sea
la suerte la que se encargue de lo que la Consejería de Educación hace
años que no se encarga.
Se demuestra por parte de
esta Consejería el nulo interés que por las enseñanzas de régimen
especial demuestra. Son instalaciones del siglo XVIII y que limitan la
expansión natural que estas enseñanzas podrían tener si contaran con
unas instalaciones propias de este siglo.
Desde
SIDI exigimos una solución cuanto antes a este problema que suponga que a
corto plazo se puedan retomar las clases con total seguridad, sin tener
que confiar en la buena o mala suerte y solicitamos a medio plazo la
construcción de un edificio del siglo XXI que ponga a estas enseñanzas
en el lugar que corresponde, sacándolas del actual ostracismo en el que
les ha situado la Consejería de Educación.
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