NUEVA YORK.- Las agencias meteorológicas advierten que las señales de las nuevas redes móviles 5G harán que sea más difícil predecir y rastrear tormentas mortales, justo cuando el huracán más feroz en más de 80 años arrasó Bahamas y amenaza la costa este de Estados Unidos.
La industria móvil mundial está repeliendo a los meteorólogos, que dicen que las
ondas de radio de las redes celulares rápidas interferirán con la
capacidad de los satélites meteorológicos para detectar la resonancia de
las partículas de agua. Esas débiles firmas de radio ofrecen pistas sobre la intensidad y la dirección futuras de las tormentas.
La tecnología 5G está configurada para sobrecargar teléfonos
inteligentes y conectar fábricas a velocidades de datos al menos diez
veces más rápidas que las redes actuales. Utiliza frecuencias de 24,25 a
27,5 gigahertz, mientras que los satélites meteorológicos detectan
frecuencias que son solo un nivel más bajas, a 23,8 GHz.
‘Es una compensación entre los beneficios económicos de 5G y los
costos para la vida humana’, asegura Eric Allaix, gerente nacional de
frecuencia de la agencia meteorológica francesa Meteo-France.
‘El
satélite no podrá distinguir si estas señales aparecen porque viene un
huracán o si es una consecuencia de las emisiones fuera de banda de esta
tecnología 5G’.
El huracán Dorian muestra la importancia de la detección temprana de
tormentas, a medida que los eventos climáticos extremos se vuelven más
frecuentes debido al cambio climático. Es uno de los ocho huracanes en
la cuenca del Atlántico en alcanzar velocidades de viento de 290 kph
desde que comenzaron los datos oficiales en 1851.
También es la quinta
tormenta de categoría 5 en el Atlántico en cuatro años consecutivos. Y
ha sido particularmente difícil de predecir.
Los científicos de la agencia espacial estadounidense NASA,
la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), Meteo-France y
el Centro Europeo para Pronósticos Meteorológicos de Mediano Alcance
dicen que las señales 5G exacerbarán el problema al interferir con las
lecturas satelitales.
La disputa llegará a un punto crítico en una conferencia el próximo
mes en el centro turístico egipcio de Sharm el-Sheikh, donde casi 200
reguladores nacionales tratarán de forjar un acuerdo en medio del feroz
cabildeo de la industria de las telecomunicaciones, las agencias
espaciales y los pronosticadores.
El organismo comercial de la industria móvil –la GSMA– y la Comisión
Federal de Comunicaciones del gobierno de EE.UU. dicen que el espectro
de alto ancho de banda se puede usar para 5G sin perturbar el pronóstico
del tiempo.
La GSMA ha rechazado las preocupaciones de los pronosticadores como
una ‘disputa territorial desencadenada por la industria espacial’.
Advierte que un valor económico de 565.000 millones de dólares está en peligro
si se impide a los operadores inalámbricos trabajar en esas ondas,
conocidas como ‘ondas milimétricas’, ya que son las mejores para
transportar los datos más rápidos que permiten las aplicaciones más
avanzadas prometidas por 5G, como fábricas automatizadas, realidad
virtual y vehículos conectados.
El grupo industrial con sede en Londres se ha resistido a
una propuesta de compromiso para una ‘zona de amortiguación’ de
frecuencia, a fin de garantizar que ninguno de los lados interfiera con
las señales del otro. Una alternativa podría ser crear regiones en las
que los satélites meteorológicos o 5G puedan operar sin interferencias.
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