TOLEDO.- Dispuestos a buscar una posición común en materia de agua
para poder defenderla a nivel nacional, así se han mostrado el
presidente de Castilla-La Mancha y secretario regional del Partido
Socialista, Emiliano García-Page, y el líder del Partido Popular en la región, Francisco Núñez. Un punto de partida para un entendimiento en torno al agua hasta la fecha inédito, a juicio del digital https://www.periodicoclm.es.
Se fragua así un hito en la trayectoria de posiciones encontradas que
hasta la fecha se habían mantenido desde ambas formaciones que, tras la
reunión celebrada este miércoles entre los líderes de socialistas y
'populares' en el toledano Palacio de Fuensalida, abre una puerta a la búsqueda de una posición común sobre el agua.
Una novedad que ha subrayado también el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, José Luis Martínez Guijarro,
quien tras las cerca de dos horas de reunión comparecía ante los medios
de comunicación para retirar la intención de llegar a un
posicionamiento conjunto en materia de política de agua en la región
para poderla defender a nivel nacional, algo que ocurriría por "primera vez".
En este sentido, Martínez Guijarro ha reconocido el "giro importante" en el planteamiento de los actuales responsables regionales del PP con respecto "a la actitud que existía anteriormente".
Así, el vicepresidente regional ha explicado que se retomará la actividad de la Mesa regional del Agua con
la que ya se estuvo trabajando en la anterior legislatura, con los
grupos parlamentarios y agentes sociales y económicos, a la que ahora se incorporará el Partido Popular.
Incorporación a la Mesa del Agua que será convocada en los próximos días, tal y como se encargaba Núñez de anunciar en declaraciones a los medios.
Un órgano en el que considera que además de los partidos políticos
con representación parlamentaria ‑PSOE, PP y Ciudadanos‑, deben sentarse
aquellos colectivos a los que también afecta la política hídrica de la
región, como son los ayuntamientos, agricultores y ganaderos,
empresarios, regantes y los municipios ribereños.
"Todas las entidades que operan en materia de gestión hídrica",
precisaba Núñez, "con el objetivo de blindar una posición común que
defienda los intereses de Castilla-La Mancha en materia de agua para
acudir al Pacto Nacional por el Agua".
En este sentido, el presidente regional del PP ha considerado que el tema del agua no puede seguir siendo un elemento de confrontación,
por lo que es necesario buscar una solución para que el agua se
convierta en motor de desarrollo, riqueza y oportunidades en Castilla-La
Mancha.
Sin embargo, a pesar de los buenos propósitos, la situación del Tajo y
el trasvase se ha confirmado una vez más el principal escollo para
alcanzar ese acuerdo.
Así ha quedado patente después de que, preguntado
por los periodistas sobre si la posición común que se busca incluiría el
fin del trasvase, el vicepresidente de la Junta de Comunidades haya
señalado que cambiar el actual sistema de gestión del trasvase es
"condición sine qua non" para fijar ese posicionamiento, de modo que el
trasvase "tiene que dejar de funcionar como está funcionando hasta este
momento".
Y es que si para el Gobierno de García-Page esa es "una de las claves de bóveda" en la búsqueda de una posición común, desde el PP parece que no lo tienen tan claro.
Así, preguntado al respecto, Núñez hacía hincapié en que durante el
encuentro no se había hablado de pedir el fin del trasvase, sino de
garantizar que Castilla-La Mancha cubra sus necesidades hídricas y de
tener una posición "fuerte y firme" como comunidad autónoma para que,
ante un debate nacional, la región tenga una respuesta "coherente y
pactada".
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