domingo, 14 de julio de 2019

El diestro murciano 'Rafaelillo', cornada envainada en hemitórax izquierdo, de pronóstico grave, hoy en Pamplona


PAMPLONA.- El diestro murciano Rafaelillo, que el martes próximo cumplirá 40 años, fue cogido hoy por el cuarto de la tarde en el coso de La Misericordia, de Pamplona. Al iniciar su faena de rodillas en el tercio fue arrollado por el de Miura en el primer muletazo, estrellándole de manera violenta contra las tablas y allí le volvió a empitonar con dureza. Rafaelillo se ha levantado por su propio pie y ha pasado al callejón, donde su cuadrilla le ha levantado en volandas para llevarle a la enfermería. El grito de dolor del matador ha sido escuchado en buena parte de la plaza. Según ha adelantado en la retransmisión televisiva de Movistar el apoderado de Rafaelillo, Lionel Buisson, el torero no sufre cornada pero padece una grave fractura de costilla.

Atendido en el callejón y con ostensibles gestos de dolor fue trasladado a la enfermería donde fue intervenido de urgencia por el doctor Ángel Hidalgo que firma el siguiente parte:

"En la corrida del día 14 de julio ha sido atendido en la enfermería de la plaza don Rafael Rubio Luján, Rafaelillo, afecto de cornada envainada en hemitórax izquierdo con enfisema subcutáneo, múltiples fracturas costales, hemotórax, e inestabilidad hemodinámica. 

Ha sido intervenido en la enfermería de la plaza, procediéndose a realizar una toracotomía exploradora, realizándose reparación de estructuras lesionadas y hemostasia. Se ha colocado tubo de tórax. El paciente ha sido derivado a complejo hospitalario de Navarra. Pronóstico grave". 

En la enfermería se ha procedido a realizarle una "toracotomía exploradora, realizándose reparación de estructuras lesionadas y hemostasia (técnica para cortar la hemorragia), además de colocarle un tubo de tórax.

Al finalizar la intervención, que ha durado cerca de dos horas, el paciente ha sido derivado a la UCI del complejo hospitalario de Navarra.

El diestro murciano había sido prendido en el último tercio del cuarto toro de la tarde por Trapajoso, un morlaco de 570 kilos.

Rafaelillo, experto en lidiar los Miura en Pamplona, se ha plantado de rodillas junto a las tablas para comenzar el último tercio con la muleta.

En uno de los arranques de Trapajoso, el toro ha prendido con la parte interior del pitón a Rafaelillo y lo ha lanzado contra el burladero en un impacto brutal.

El diestro ha quedado a merced del toro, que se ha ensañado a embestir contra las tablas mientras la cuadrilla del murciano trataba de despistarle.

El percance de Rafaelillo sobrevino cuando el murciano abría faena de rodillas al cuarto toro, de la ganadería de Miura, el toro menos aparatoso de la corrida pero, en cambio, el más peligroso y violento de los seis.

El animal se fue directo a por el torero, lanzándole por los aires y estrellándole violentamente contra las tablas, donde aun le zarandeó de forma espeluznante.

Rafaelillo se echó de rodillas para iniciar la faena de muleta a su segundo toro. Como si fuera un principiante en busca de notoriedad. El de Miura se vino como un tren directamente al bulto, incrustando contra las tablas a Rafaelillo y luego empitonándole de forma brutal. Una cogida atroz que pudo ser trágica.

El torero salvó la vida pero sufre una rotura de costillas doble aparte de otras lesiones. Rafaelillo salvó la vida de milagro porque si entra el pitón en el tórax estaríamos en lo peor. Tantos años matando estas corridas y todavía con ganas de jugársela ante los miuras.

Rafaelillo tiene una fractura doble en una costilla en la parte trasera izquierda. Parte de la costilla se ha desgajado del todo, por lo que el equipo médico procedió a hacer una unión con un tubo en las otras dos partes.

En su primero, un toro imposible para la lidia, lidió y mató con enorme habilidad.

Rafaelillo, había conseguido levantar al público con una gran ovación en ese primer toro de la tarde, Rabanero, el animal que ha causado terror en el octavo y último encierro al descolgarse de la manada y dejar tres heridos por cornadas.

Rafaelillo se ha enfrentado con arrojo y valor a Rabanero, de 640 kilos y el mayor astado de la tarde, que no ha humillado en ningún momento y ha plantado cara tal y como ya había adelantado en la carrera matutina por las calles de Pamplona.

"El toro eran dos o tres Rafaelillos, era una mole y encima no pasaba", ha valorado tras esta primera actuación el torero, en declaraciones al canal Toros de Movistar.

De hecho, los pitones de Rabanero quedaban a la altura de las hombreras. "Ha habido muletazos que me los he visto por aquí", ha señalado el torero en alusión a sus axilas.

Aunque ha costado meter al toro, el murciano ha tirado de profesionalidad y ha conseguido una ovación de la plaza. "He estado con mucho oficio, despejado y esperándolo para no darle ninguna opción a él, que me ha podido coger unas cuantas veces", ha valorado a unos minutos antes de ser prendido precisamente por el segundo toro de su lote.

"La verdad que no he podido triunfar pero me siento orgulloso de haber estado con este toro así y matarlo así". Rafaelillo ha confiado así en tener más opciones con el segundo toro, en el que se la ha jugado incluso de rodillas y al final Trapajoso le ha acabado prendiendo.

Los legendarios toros de Miura cerraron este sábado la feria taurina de San Fermín poniendo una tensa emoción a su lidia y provocando el único percance sufrido en el ruedo durante los diez días de toros de Pamplona, la violenta lesión sufrida por el murciano Rafaelillo.

La corrida de la histórica divisa sevillana estuvo presentada muy en el tipo de la casa, o lo que es lo mismo: tuvo volumen, a pesar de su poco cuajo, y esos pitones aparatosos que los definen como toros "antiguos", aunque en su juego, mayoritariamente desrazado, hubo de todo.

Octavio Chacón mató tres toros por la cogida de Rafaelillo y hasta se permitió el lujo de torera al natural con limpieza a los dos de su lote, el más toreable de la corrida, no sin antes pasar dos sustos.

Juan Leal salió por todas en el tercero y hasta templó en los derechazos, por el pitón bueno del toro. Su segundo se paró, ni una embestida decente. Con la espada Leal dio un sainete.




Fotografía superior, de Miguel Osés

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