viernes, 1 de marzo de 2019

Procesan a la exdirectora general de la CAM por irregularidades en la participada TIP


MADRID.- La Audiencia Nacional ha decidido procesar a la ex directora general de la CAM Dolores Amorós y a otras tres personas por un presunto delito de administración desleal, por presuntas irregularidades relacionadas con la participada Tenedora de Inversiones y Participaciones (TIP).

Un auto del juzgado central de instrucción nº 3 señala a Amorós y al que fuera director general de Empresas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Daniel Gil Mallebrera, así como al exdirector general de TIP Vicente Sánchez Asensio, como autores, así como al empresario Rafael Galea, como cooperador necesario.
Según relata el auto, a instancias de Daniel Gil (en la imagen) se creó en 2002 la sociedad Tenedora de Inversiones y Participaciones (TIP) para que la CAM pudiera participar en operaciones de desarrollo de suelo; participada al 100 % por la caja, operaba con diferentes empresas, una de ellas Hansa Urbana, propiedad de Rafael Galea.
Todo ello se habría hecho con la intención de aflorar plusvalías en Hansa Urbana y TIP para mejorar el resultado de estas sociedades; en concreto, se detalla una operación en Cabo Cortés (México), con unos terrenos valorados por Tinsa en 443 millones de euros.
Pese a que la CAM contaba también con otra valoración efectuada por Richard Ellis que tasaba los terrenos en 196 millones de euros, se tuvo en cuenta la tasación de Tinsa, aunque no se habían obtenido las licencias preceptivas y por lo tanto no se podía iniciar el proyecto inmobiliario.
Debido a esta valoración, prosigue el auto, la CAM pudo aflorar en el ejercicio contable de 2010 un resultado positivo de 40 millones de euros, que los auditores externos, una vez analizadas las cuentas, rechazaron.
Asimismo, a mediados de 2011 Hansa se encontró con una "crítica posición de liquidez", lo que llevó a la CAM, que tenía "mucha participación en ella", a reestructurar su deuda.
Para ello, se decidió efectuar un canje de la deuda que Hansa tenía en México, tomando como valor de los terrenos la tasación de 443 millones de euros, "sin que se hubiera producido ningún cambio en la concesión de licencias".
Ello ocasionó a la CAM, según el perito del Banco de España que examinó la operación, un perjuicio de 37,7 millones de euros, que posteriormente fue saneado por el Fondo de Garantía de Depósitos, que en total inyectó en la entidad 5.249 millones de euros.

Por todo lo anterior, la juez  María Tardón ha propuesto juzgar por un posible delito de administración desleal a esos tres ex ejecutivos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por la operación de reestructuración de deuda de la promotora inmobiliaria Hansa Urbana que acometió la entidad basándose en una falsa valoración de los terrenos que esta mercantil poseía y generando un agujero de más de 35,7 millones de euros.
En concreto acuerda el paso a procedimiento abreviado por ver indicios delictivos suficientes para juzgar a  Amorós; Gil Mallebrera; Sánchez Asensio; y Galea Expósito, de Hansa.
Los hechos se remontan a 2002, cuando a propuesta de Gil Mallebrera, la CAM creó TIP para participar en proyectos de desarrollo de suelo con sus clientes creando sociedades conjuntas y facilitando después que la CAM financiara las operaciones. Una de esas empresas 'cliente' era Hansa Urbana, dedicada a la promoción inmobiliaria y en menor medida, a intereses en hoteles.
Cuando a finales de 2010 la CAM afrontaba la amenaza de intervención del Banco de España, acordó con Hansa Urbana una doble operación que buscaba arrojar plusvalías de 40 millones de euros a su cuenta de resultados.
Primero, TIP vendería a Hansa Urbana las participaciones que tenía en dos de sus filiales a cambio de más peso en la matriz. Después, vendería al socio mayoritario de Hansa, Rafael Galea, esos nuevos títulos por recompra.
En esa primera operación se valoraron las participaciones atendiendo a unos terrenos que constituían el principal activo de Hansa, tasados en 443 millones de euros en un informe de 2010 en el que se advertía de que había que estimar el valor comercial de aquel suelo teniendo en cuenta, entre otras cosas, que se dieran licencias urbanísticas que hicieran posible el proyecto. Sin considerar esta situación, la CAM dio por buena la tasación. Los permisos nunca llegaron.
El auto explica que Vicente Sánchez Asensio expuso a la CAM el proyecto en diciembre de 2010 "omitiendo de forma deliberada y consciente que la tasación estaba condicionada a la obtención de unas licencias que aún no habían sido conseguidas".
Dolores Amorós, que defendió la iniciativa ante la comisión económica de la CAM y en presencia de Daniel Gil Mallebrera, tampoco comunicaron a la Caja esta información.
En junio de 2011, Hansa Urbana entró en una situación "crítica" por problemas de liquidez y como la CAM tenía una alta participación en la mercantil, Amorós defendió ante el Consejo de Administración de la caja una reestructuración de su deuda que implicó, entre otras medidas, comprar los mismos terrenos objeto de la primera operación tomando como referencia la tasación de 443 millones de euros, sin que se hubieran dado las licencias necesarias para que tuviese ese valor.
De este modo, "a pesar de no contar con las autorizaciones preceptivas, la CAM, a través de Amorós, Gil Mallebrera, Sánchez Asensio y en connivencia con Galea Expósito, acordaron el valor de los terrenos de acuerdo con una tasación que los estimaba en un valor muy superior al real", de modo que por el 24,9% de los mismos la caja perdonó 35,7 millones de euros de deuda a Hansa Urbana.
El "valor auténtico" de aquellos terrenos, según explica el auto, era de cero euros.
La juez entiende que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de administración desleal en el caso de los tres ex ejecutivos de la CAM y de cooperación necesaria para la comisión de ese hecho en lo relativo a Rafael Galea.
Mientras, archiva las actuaciones para otras personas que fueron investigadas en la fase de instrucción: Roberto López Abad, Juan Ramón Avilés, Remedios Ramón, Asunción Martínez y Francisco Grau.

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