PAMPLONA - Los cazadores han leído con estupor la noticia de que,
tras proponerlo la RFEC, el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación pretende adjudicar unos cursos para formar a un grupo de
200 cazadores para colaborar en la implementación de medidas de prevenir
la peste porcina africana en caso de que llegara a España, y cuyo
proceso de selección correría a cargo de las delegaciones autonómicas
que tienen en las diferentes CCAA, según Diario de Navarra.
Desde Adecana afirman que “en
Navarra no necesitamos un cuerpo de elite para colaborar en este tipo
de actuaciones dado que la Comunidad Foral el enfoque de la caza tiene
un marcado y tradicional carácter social, ya que las más idóneas para
este tipo de actuaciones no es una entidad federativa que solo debe
actuar en los aspectos competitivos de la caza, sino las más que
experimentadas 200 sociedades de Cazadores de los cotos que hay en
Navarra, ya que son las adjudicatarias de sus aprovechamientos
cinegéticos, plenas conocedoras de sus terrenos y dotadas de los medios
adecuados, y por supuesto mucho más eficaces y seguras que unos
cazadores ajenos a sus acotados”.
Tal como expone la
estudiosa de este tema Caroline Waggershauser, la cual se ha basado en
investigaciones del Doctor Sven Herzog, docente de ecología de fauna
silvestre de la Universidad de Dresde, del Doctor Vet. Rudolf
Winkelmayer y diversas investigaciones de expertos de todo el mundo, la
culpa del origen y la expansión de la peste porcina africana no es el
jabalí, sino que el peligro más serio para la introducción de este virus
en los respectivos países es el ser humano.
“El origen de la trasmisión
de esta enfermedad es que 2007 alguien llevó este agente patógeno
consigo a Georgia después de una estancia en África. Desde allí el virus
se extendió sobre Rusia, el Báltico hasta Polonia y Chequia, y de
Chequia parece que ha pasado a Bélgica a través de las botas de unos
militares que habían acudido allí. Por esta razón se requiere sobre todo
a los cazadores que viajan por diferentes países, a los que pudieran
traer importaciones de jabalíes europeos y a los agricultores, pero
también a los turistas tener especial cuidado con el trato de productos y
subproductos de origen animal tanto como con carne y trofeos de caza.”
En
zonas rurales donde se lleva a cabo todavía las matanzas caseras, el
virus lo tiene muy fácil. Ante síntomas de una enfermedad, los granjeros
matan rápidamente al cerdo para aprovechar su carne. Pero el virus
sigue activo durante muchos meses aunque esté metido en salami o jamón.
Un elevado riesgo lo representan los alimentos importados, y así la PPA
puede saltar distancias enormes solo por restos cárnicos contaminados.
Por contra, los jabalíes afectados que se han puesto en el punto de mira
tienen problemas para moverse, se quedan inmóviles y con fiebre alta,
suelen morir rápidamente sin poder recorrer grandes distancias.
La PPA
se propaga muy lentamente de manera natural (de animal a animal y solo
por contacto con la sangre), aprox. de 20 a 30 km al año, dado que los
animales enfermos apenas son capaces de caminar. Sin embargo, el virus
es muy resistente y longevo (también dentro de alimentos) y así es
posible que el ser humano lo puede transportar. Y justo esto es el mayor
peligro.
En Alemania ya se está trabajando en una vacuna que
puede estar disponible en unos dos o tres años y con la que se puede
inmunizar a los jabalíes mediante cebos tratados. Desde luego, si la
enfermedad llegara a España el reducir la población de los jabalíes a
través de los titulares de sus aprovechamientos cinegéticos mediante la
caza intensiva sería una buena prevención para evitar que la peste se
propague, pero la caza no debe de degenerar en un control de una plaga
procediendo a intentar exterminar los jabalíes, que son los que menos
culpa tiene de la situación que se ha generado.
Tal como está publicado en el Dossier Jabalí (wwwslideshare.net),
las poblaciones de jabalíes siguen aumentando en primer lugar porque
encuentran condiciones óptimas para su reproducción. Los enormes campos
de maíz y colza les ofrecen alimento exuberante y buenos escondites. La
causa principal del aumento de jabalíes es la agricultura y la política
que subvenciona estos cultivos.
Esto está científicamente comprobado que
el almidón en el maíz tiene un efecto directo y positivo sobre la
fertilidad de la hembra jabalí. El problema jabalinero lo ha creado la
Administración con el abandono de la maleza de los montes, y la gestión
de su aprovechamiento limitándose a abrir y cerrar su caza cuanto más
amplia mejor, desconociendo la biología del jabalí.
La UNAC respecto a la problemática de la Peste Porcina
África (PPA) ha confeccionado una infografía sobre el riesgo que
representa para la fauna silvestre y la ganadería, habiendo acudido a la
invitación de asistencia a reunión del MAPA con la DG SANTE por motivo
de la PPA y la visita de inspectores europeos el pasado 10 de diciembre
de 2018, teniendo varios ingenieros de montes, veterinarios y biólogos a
su disposición y requerimiento dentro de la Dirección General de
Sanidad de la Producción Agraria a petición de la misma, y difundiendo
el Manual Práctico de Operaciones en el Control de las enfermedades de
la Fauna Silvestre y en el Plan nacional de vigilancia sanitaria en
fauna silvestre o el Plan de Actuación sobre Tuberculosis en Especies
Silvestres
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