El pasado 29 de enero, organizaciones
vecinales de La Unión y Cartagena, grupos ecologistas de la Región de
Murcia y Fundación Sierra Minera hicimos público el manifiesto enviado a
las Administraciones públicas, Autoridad Portuaria de Cartagena (APC),
empresarios y sindicatos, en el que reclamamos poner punto final al
desmesurado e inviable proyecto del puerto de contenedores en El
Gorguel, y centrar sus esfuerzos en la dársena industrial de
Escombreras, para ubicar en ella la terminal de contenedores.
El
señor Segado, presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, APC,
en vez de responder a los argumentos que planteamos nos acusó en los
medios de «dar opiniones solo basadas en lo que han oído sin estudios
previos de viabilidades técnicas y económicas».
Quizás
el señor Segado, con poco tiempo como presidente de la APC, desconozca
que nuestras afirmaciones están basadas en los informes técnicos y
alegaciones que de forma rigurosa venimos haciendo a este proyecto, con
el apoyo de expertos universitarios, desde hace más de diez años, así
como en los propios informes técnicos de la Administración del Estado y
de nuestra región, e incluso de la UE.
Hace
ya catorce años que la APC lanzó su proyecto de construir un
macropuerto con capacidad de cinco millones de TEUs, para sacar los
contenedores del puerto de Cartagena, cuya capacidad máxima son 100.000
TEUs, lo que multiplicaría por cincuenta el puerto actual. Ocuparía una
superficie mucho mayor que toda la bahía de Portmán y su cuenca visual,
incluyendo íntegramente la Cala del Gorguel y la contigua de Cola de
Caballo y 336 Ha sobre el mar, con 4,5 km de diques.
No
hablamos de oído cuando afirmamos que los desorbitados impactos
ambientales hacen inviable este proyecto. La elección del Gorguel la
justificaron por ser una zona con escaso valor ecológico, donde la obra
portuaria no implicaría impacto medioambiental ni paisajístico alguno.
El informe técnico que elaboramos en 2009 con un equipo de expertos y
las completas alegaciones presentadas en la evaluación ambiental
estratégica de 2013 (todas ellas disponibles en la web de nuestra
Fundación), demostró que ese supuesto era radicalmente falso.
Como así
lo demostraron los informes de las áreas de medio ambiente de la
Comunidad Autónoma y del propio ministerio, porque El Gorguel y la
Sierra de la Fausilla y su medio marino, gozan de las máximas figuras de
protección ambiental, como LIC y ZEPA, dentro de la Red Natura 2000, al
igual que Calblanque.
Sin embargo, nadie en nuestra región proyectaría
construir un macropuerto como éste en las playas de Calblanque. Salvo la
propia APC, que las incluyó en su primer estudio de alternativas como
la opción mejor valorada, tras El Gorguel.
¿Hablan
de oído las Directrices y Plan de Ordenacio?n Territorial del Suelo
Industrial de la Región de Murcia, cuando establecen que «no se
llevarán a cabo instalaciones industriales en suelos especialmente
protegidos y lugares que contengan valores ambientales merecedores de
protección y conservación, como valores paisajísticos, hábitats
comunitarios y hábitats de especies animales y vegetales incluidas en
alguna figura de protección»? ¿O cuando afirman que «no deberán estar
situados en el entorno de BIC», como ocurre también en El Gorguel?
No
hablamos de oído cuando decimos que es incompatible con el proyecto en
marcha de regeneración de Portmán. Un macropuerto como éste, justo a las
puertas de la bahía de Portmán, dejaría sin sentido la recuperación
ambiental de la misma, abortando las perspectivas de un desarrollo
turístico sostenible para Portmán y La Unión.
No
hablamos de oído cuando decimos que es inviable a nivel económico, y
que los desorbitados beneficios económicos y empleos que prometen son
irreales.
No tiene sentido la macroinversión que exigiría este puerto
(unos 1.800 millones) para competir con Valencia, que tiene ya en marcha
una ampliación para duplicar su capacidad hasta los ocho millones de
TEUs en tres años, en vez de maximizar el aprovechamiento de las
instalaciones actuales, y buscar relaciones de complementariedad y
colaboración con los otros puertos de la Red del Estado, como exigía el
propio Ministerio de Medio Ambiente.
Máxime cuando la inversión en
ampliar las instalaciones portuarias en España supera a la conjunta de
los tres mayores países de la UE, y cuando la demanda de transporte de
contenedores sigue muy por debajo de la oferta sobredimensionada de los
puertos de nuestro país.
¿O es que también habla de oído el Tribunal de
Cuentas Europeo en su demoledor informe de 2016, cuando denuncia el
'despilfarro' en puertos españoles y calcula que cuatrocientos millones
de euros de fondos europeos han acabado en infraestructuras
infrautilizadas, entre las que están precisamente las de la ampliación
del puerto de Escombreras? ¿O cuando afirma que «la financiación de
infraestructuras portuarias similares en puertos vecinos ha dado lugar a
inversiones ineficaces e insostenibles»?
Tampoco
hablamos de oído cuando decimos que la alternativa más razonable para
ampliar la terminal de contenedores del puerto de Cartagena es
Escombreras. ¿Acaso hablan de oído las vigentes Directrices y Plan de
Ordenación Territorial del Litoral de la Región de Murcia, cuando piden
«trasladar la zona logística (de contenedores) al CAEDI de Los Camachos
o a la Dársena de Escombreras»? ¿O las Directrices del Suelo
Industrial citadas, que prevén «la integración de la Dársena de
Escombreras en un sistema logístico conectado con el CAEDI de Cartagena
– Los Camachos», sin incluir El Gorguel?
O la propia APC, que proyectó
la segunda ampliación de Escombreras para incluir una terminal de
contenedores, con 240.000 metros cuadrados de superficie, más una zona
industrial de 280.000 metros cuadrados, con capacidad para 800.000 TEUs.
Pero que ha silenciado ese proyecto, cuando Escombreras dispone de las
comunicaciones por carretera y ferrocarril, mientras en El Gorguel
'sólo' costarían 120 millones de euros de inversión pública.
Pues
no, no hablamos de oído. El problema es que han hecho oídos sordos a
todos los informes, estudios y argumentos rigurosos que hemos presentado
a lo largo de todos estos años, y siguen obcecados en mantener una
quimera, despilfarrando año tras año, el dinero público de todos los
ciudadanos.
(*) Sociólogo
https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/02/16/hablemos-oido-gorguel-inviable/997315.html
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