miércoles, 2 de enero de 2019

"Eliminen sus regadíos ilegales y aumenten la desalación", nos dicen los municipios ribereños del Tajo

GUADALAJARA/MURCIA.- La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía recibe con sorpresa e indignación la propuesta de Lucas Jiménez, presidente del sindicato de regantes, que teme una ampliación de los caudales circulantes del Tajo. Para los ribereños es de ley respetar todas y cada una de las necesidades de la cuenca cedente, que son totalmente prioritarias sobre cualquier otra.

"Si quieren mantener el Trasvase, tendrán que respetarse en serio las necesidades de la cuenca cedente y estudiar cada solicitud en función primero de los aportes reales a los embalses y después de las auténticas necesidades de la cuenca demandante", expone Francisco Pérez Torrecilla. "El nivel de los embalses debería estar siempre más cerca del cien por cien que del vacío absoluto, porque es agua que debe servir para regular el Tajo y las necesidades de sus ribereños, entre los que nos incluimos; no es la aljiba del SCRATS".
Los ribereños se acogen así a lo que marca la ley y la Directiva Marco del Agua, que obliga a garantizar la supervivencia de la propia cuenca antes de ponerse a generar negocio artificialmente sostenido en otras cuencas. Una gestión lógica y sostenible implicaría que las posibles transferencias no se aprobaran automáticamente en función del nivel del depósito, sino del aporte real del río al mismo. "No es normal, como dice Lucas Jiménez, que un mes después de trasvasar sólo agua para boca (porque no era necesario trasvasar para regadío), se trasvasen automáticamente 38 Hm3; pero no es normal porque con un otoño excepcionalmente lluvioso en la Región de Murcia, no les hacía falta el agua y les ha llegado porque así lo obliga artificial, tramposa y obligatoriamente el Memorándum, una ley que pretende dar lecciones a la naturaleza", lamenta Pérez Torrecilla.
"Si no quieren guerra, estupendo, porque nosotros tampoco; pero lo que nunca haremos es ponernos enfrente del Tajo, patrimonio de todos los españoles, del lado de los intereses privados de un entramado de empresas agroindustriales, como sí parece que hacen continuamente en la Región de Murcia".
Para la asociación, es significativo que el estado más habitual de los embalses sea el de situación extraordinaria. "Eso es sobre lo que deberían reflexionar en el SCRATS y el Ministerio, porque irónicamente si se modificasen las reglas del Trasvase, tendrían garantizado el agua con menor volumen pero mayor constancia durante muchísimo tiempo, algo que combinado una mayor desalación permitiría la recuperación de nuestros embalses y la salud del Tajo".
"En cuanto a la mención que hace el presidente del SCRATS de la tarifa que pagan por el trasvase, ya le hemos dicho en innumerables ocasiones que eso es miseria y que no la queremos, que se queden con sus migajas y nosotros nos quedamos con el agua".

 El anzuelo de Lucas Jiménez


El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, había tendido la mano a los pueblos ribereños «para trabajar juntos», porque, si se aumentan los caudales circulantes del río Tajo «sin causa justificada», lo padeceremos «tanto las poblaciones del Levante como los pueblos ribereños porque esos embalses bajarán sus volúmenes», dice.
Con el agravante «de que no sería ya posible reclamar, conjuntamente, infraestructuras con cargo a la tarifa que actualmente paga el Levante en concepto de trasvases».
Según Lucas Jiménez, «es hora de tender puentes y evitar disputas provocadas por la política» y «empezar a entendernos porque muchas de las batallas que debemos afrontar podemos afrontarlas conjuntamente».
Al nuevo año también pide dar por bueno que la decisión de noviembre del Ministerio de Transición Ecológica «fue un error» y que «sustantiven bien sus decisiones» y no se encuentren los agricultores con la zozobra, como en noviembre, de que aunque había reservas suficientes en la cabecera del Tajo, no se aprobara un trasvase mínimo de 12,5 hectómetros cúbicos «una cifra ridícula en comparación con los volúmenes que se mueven en el resto del país», señala.
Así Jiménez espera que el 2019 traiga lluvia, «continúen las aportaciones, que la cuenca del Tajo y del Segura se recuperen y un contacto de trabajo productivo con los pueblos ribereños».
El presidente del Scrats aseguraba que el arranque del año será bueno porque «los Reyes nos traerán Nivel 2 y posiblemente también para febrero» aunque «en el saco de sus Majestades irá un poco de inquietud por saber qué va a decidir el Ministerio cuando entremos en Nivel 3», todavía con la cabeza puesta en la decisión de noviembre, temiendo que se vuelva a repetir.
En este sentido, recordaba que el Sindicato pidió las actas de esa decisión, «a las que tenemos derecho», y que aún no les han sido facilitadas, por lo que Lucas Jiménez avanza que se las solicitarán directamente a la Secretaria de la Comisión Central de Explotación

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