MURCIA.- El PSOE de Murcia denunció este miércoles que el Ayuntamiento invirtió hace más de tres años 400.000 euros en nuevos equipos de radiocomunicación para el servicio de bomberos que nunca llegaron a utilizarse
por incompatibilidades con el sistema de comunicación de la sala de
control.
La portavoz municipal del partido, Susana Hernández, y el
concejal Juan Vicente Larrosa, criticaron en rueda de prensa esta
situación y otros incumplimientos del pliego de condiciones de ese
contrato, que preveía sustituir los 'walkies' con los que se comunican los bomberos, con más de dos décadas de antigüedad.
Ambos
ediles visitaron el parque de bomberos la pasada semana y pudieron
comprobar que los nuevos equipos, que incluyen también tablets y
ordenadores para los vehículos, están almacenados en cajas y no llegaron
a ponerse en funcionamiento a pesar de que fueron suministrados a
finales de octubre de 2015 e incluso caducó ya su garantía, de dos años.
Los
concejales tampoco pudieron acceder a los libros de registro de las
revisiones trimestrales de los aparatos a las que obligaba el contrato y
constataron que los bomberos, oficiales y demás mandos no recibieron la
formación pertinente, también fijada en el pliego de condiciones. Los
equipos de radiocomunicación tampoco fueron en su día programados para
integrarse en el sistema de comunicación de la sala de control por lo
que Hernández insistió en el «derroche de dinero público» que se hizo
con este contrato.
En su opinión, lo más grave es que el jefe del
servicio firmó su conformidad con el contrato, por lo que se dio por
bueno un acuerdo que no se corresponde con lo estipulado en el pliego de
condiciones.
Por eso, exigió que se incluyan mecanismos de control
para que, antes de pagar por un contrato de suministros y servicios, se
analice al detalle el cumplimiento de todo el pliego de condiciones,
para evitar este tipo de «contratos de gran cuantía que no se revisan
pero sí se pagan».
Hernández recordó que hace unos meses el PSOE ya denunció también la contratación de un servicio de comunicaciones, también para los bomberos, que costó 175.000 euros y que no llegó a estar operativo.
En total, entre ambos contratos suman cerca de 600.000 euros de «dinero público derrochado en servicios que no se han usado».
Los concejales exigieron responsabilidades para saber si este servicio,
o bien no era necesario, o siéndolo, hubo una «irresponsabilidad» del
Gobierno local que lo ha «dejado morir».
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