ABANILLA.- Las obras de la última fase del proyecto de adecuación, sellado,
clausura y restauración del vertedero de residuos de Abanilla superan el
85% de ejecución y estarán concluidas a lo largo del primer trimestre
de 2019, según informa la Comunidad Autónoma.
El objetivo es que el sellado y clausura definitiva del emplazamiento se produzca a finales del próximo mes de febrero,
aunque está previsto mantener pequeñas actuaciones para garantizar la
seguridad para el medio ambiente y la salud de las personas en la zona a
lo largo del segundo trimestre.
En la actualidad, y una vez ejecutadas las actuaciones de sellado definitivo, se ha comenzado con la revegetación de la zona para crear una cubierta vegetal que contribuya a fijar los suelos y frenar la erosión y está pendiente ejecutar cerca de un 15% en los vasos A y O, que están situados en zonas comunes con la Comunidad Valenciana.
En total, se sembraron cerca del 70% de las 47 hectáreas previstas en los antiguos vasos 3 y H y en parte de los vasos 1 y 2.
Para crear la cubierta vegetal que impida por ejemplo las
infiltraciones del agua de lluvia en el suelo, se están empleando
semillas de plantas gramíneas, que poseen una elevada resistencia y
capacidad de desarrollo.
Otra actuación fue la eliminación definitiva de uno de los embalses de almacenamiento de lixiviados, denominado balsa 1, que permitió acabar con los problemas de malos olores para los vecinos de la pedanía de Los Carrillos, en Abanilla.
Estos trabajos, que se iniciaron el pasado mes de agosto, suponieron la
retirada de 3.700 metros cúbicos de lixiviados, así como el
desmantelamiento de la balsa y el posterior recubrimiento de la zona con
una capa de arcilla y una cubierta vegetal.
El consejero de
Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, visitó
este martes la zona para supervisar el estado de este proyecto de
recuperación ambiental y participar en las labores de revegetación de
los suelos ocupados hasta ahora por esta balsa. Durante la visita, el
consejero estuvo acompañado del director general de Cambio Climático y
Calidad Ambiental de la Comunidad Valenciana, Joan Piquer, así como de
alcaldes de los municipios de la zona, representantes de la asociación
ecologista Vertivega y de asociaciones de vecinos de Abanilla y
Orihuela.
Esta última fase de las obras de recuperación, que cuenta con un presupuesto de 1,8 millones de euros,
se inició el pasado mes de marzo, después de que en octubre de 2017
concluyesen las actuaciones de emergencia para estabilizar la zona
afectada por los vertidos ilegales y minimizar el riesgo de derrame de
lixiviados a los cauces públicos adyacentes, con el consiguiente riesgo
ambiental.
Desde que en 2015 se hiciese cargo de la ejecución
subsidiaria forzosa a costa de la empresa el Gobierno regional, invirtió
cerca de 5,1 millones de euros en actuaciones para la clausura de la
planta y la recuperación de las zonas afectadas.
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