jueves, 22 de noviembre de 2018

No quiero ser responsable de la caída de la UE / Félix de la Fuente *

Hay mucha falta de lógica en las críticas que solemos hacer de la clase política. “Toda la culpa la tienen los políticos”, decimos. Pues no, casi toda pero no toda. Ya va siendo hora de que los ciudadanos asumamos nuestra propia responsabilidad. Yo me siendo culpable. 
Me siento responsable de haber votado  elección tras elección a unos partidos políticos que no han sido capaces de solucionar los graves problemas que tiene España y Europa, es más, a unos partidos que con su incompetencia y su despilfarro son los principales responsables de haber llevado a la ruina a la mayoría de la población. Sí, me siento responsable, porque yo los he votado muchas veces.  
¿Debo dejar de votar, entonces?  No creo que esa sea tampoco la solución. La verdad es que estamos ante un callejón sin salida, porque los ciudadanos hemos entregado la llave a unos irresponsables que la han perdido.  
Pero confío en que la solidaridad y la imaginación de la sociedad española, que no tiene nada que ver con la torpeza de sus políticos, encuentre alguna vía de solución a la que nos podamos unir los millones de los desencantados de los políticos (y no de la política)
Esto mismo vale para la marcha de la integración europea.  Estamos ante el reto de la xenofobia y de los nacionalismos que invaden a Europa, pero yo  no puedo votar a unos partidos que, aunque no sean xenófobos, han sido los promotores de la hecatombe política y social que estamos viviendo en Europa,  por mucho que se presentan a sí mismos como los salvadores del proyecto europeo.
Quiero votar, pero no sé a quién. Quiero votar a unos líderes europeos, y resulta que lo único que me ofrecen son unos mediocres nacionales. Quiero votar lo mismo que votan mis amigos portugueses o italianos, pero no puedo, porque todas las listas son nacionales. Estamos tejiendo el manto de Europa con trapos usados nacionales. 
No es esta la UE que yo quiero. No quiero un Parlamento Europeo que esté sometido a los gobiernos nacionales.  Quiero un Parlamento Europeo que mire por los intereses de todos los ciudadanos europeos. Quiero unas lista transeuropea que esté formada por ciudadanos libres y no sometidos al yugo de los partidos políticos. Una lista transeuropea que pueda ser votada por ciudadanos de cualquier país de la Unión. 
 Y como esta lista no es oficial, a pesar de los intentos de Macron –al parecer, el único político que piensa en europeo- y de que el Parlamento Europeo se pronunció a favor de ella hace ya casi 20 años, votaré una lista no oficial, pero que responde al espíritu de los tratados de la UE, esos tratados que pidenuna unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa (pueblos en el sentido de ciudadanos). 
 La xenofobia y el populismo no se vence ni con medidas nacionalistas ni nacionales –muchas veces estos dos términos significan lo mismo-  sino dando voz y paso a los ciudadanos de la Unión y fomentado las relaciones entre los mismos. Por eso, yo votaré la lista transeuropea que se va a presentar, porque no quiero ser responsable de la caída de la UE.


(*) Ex funcionario de la Comisión Europea

No hay comentarios: