sábado, 15 de septiembre de 2018

La importancia de ser libre e independiente / Guillermo Herrera *

En mi artículo reciente titulado ¿Por qué no soy guerrillero de Alberto Canosa? olvidé mencionar una idea fundamental para ser libre, que es la base de la profesión periodística y de mi propia vida. No depender nunca de una sola fuente de información, por muy importante que sea, por mucho que te guste, por mucho que la ames, porque aún suponiendo la buena fe de dicha fuente, que no siempre existe, ningún ser humano tiene el don de la infalibilidad, ni siquiera el Papa.

Por eso es fundamental diversificar las fuentes de información para poder contrastarlas, compararlas y analizarlas para ver sus coincidencias y sus contradicciones, y sacar cada uno sus propias conclusiones, máxime cuando se habla de temas que no son tangibles ni demostrables empíricamente, sino ‘revelaciones’ que hace cada maestro o líder de opinión.


Por fuente periodística se entiende todo aquel emisor de datos del que se sirve el profesional de los medios de comunicación para elaborar el discurso narrativo de su producto informativo. Es cualquier entidad, persona, hecho o documento que provee de información al periodista para que éste tenga elementos suficientes para elaborar una noticia o cualquier otro género informativo.


A nivel personal, la independencia es la capacidad de actuar, tomar decisiones y de valernos por nosotros mismos, de allí que independencia también signifique entereza y firmeza de carácter, y tener un cierto grado de independencia financiera. Pero desde el punto de vista espiritual, la independencia es la capacidad de sacar cada uno sus propias conclusiones sin dejarse manipular por nadie.


“Un periodista debe ser un hombre abierto a otros hombres, a otras razones y a otras culturas, tolerante y humanitario. No debería haber sitio en los medios para las personas que los utilizan para sembrar el odio y la hostilidad y para hacer propaganda. El problema de nuestra profesión es más bien ético.”- (Villanueva).


EL VALOR DEL TIEMPO


Otra idea fundamental es valorar la importancia del tiempo libre para poder administrarlo lo mejor posible, igual o mejor que el dinero, porque el dinero se puede conseguir trabajando, pero el tiempo no se puede comprar. Comprendo que lo primero que buscan los jóvenes es dinero para poder sobrevivir, y porque además no son conscientes de la brevedad de la vida humana, pero, una vez cubiertas las necesidades básicas, el tiempo vale más que el dinero cuando te has pasado la vida estresado y trabajando como un esclavo sin apenas momentos de asueto y reflexión. Por eso no regalo a nadie mi sagrado tiempo, salvo cuando tengo deberes familiares inexcusables.


El “Diccionario de conceptos espirituales” de Orpheus define la ‘Esclavitud’ como “ser colocado en el tiempo y el espacio de otra persona”. Si esto es así, vivimos en una sociedad de esclavos porque casi nadie puede vivir su propia vida, sino la que le imponen sus circunstancias laborales y familiares. 

La primera verdad de la película ‘Matrix’ es que “eres un esclavo” pero olvidó añadir una segunda verdad, que somos una especie derrotada, sometida, manipulada y esclavizada desde hace miles de años, que ahora está tratando de liberarse.



(*) Periodista

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