jueves, 27 de septiembre de 2018

Manuel Valls aplicará en Barcelona la “estrategia Macron” / José Oneto *

Después de nueve meses de especulaciones, el ex primer ministro francés Manuel Valls ha confirmado que se presentará a las elecciones municipales de Mayo: “Quiero ser el próximo alcalde de Barcelona”. Lo hará, encabezando una “plataforma transversal” todavía por configurarse en la que, ha dicho, quiere sumar a personas de distintos contextos y, a varios partidos, entre ellos Ciudadanos, aunque, con habilidad, ha  querido que no se identificara su propuesta  exclusivamente con la del partido de Albert Rivera, porque pretende que le voten socialistas e incluso, seguidores  del PP.

El anuncio ha provocado una notable expectación en Barcelona, en un escenario donde los independentistas han iniciado una notable batalla por ocupar el otro edificio de la Plaza de Sant Jaume, junto al Palau de la Generalitat, a pesar de que aparecen divididos entre Junts XCatalunya y Esquerra, formación esta última que acaba de cambiar de candidato, substituyendo al elegido por las bases, Albert Bosh, por Ernest Maragall, hermano del que fue Presidente de la Generalitat y que sigue teniendo un especial atractivo mágico para ese mundo. 

El Partido de Puigdemont todavía no tiene candidato y la más perjudicada seria la actual alcaldesa Ada Colau de “En  Común Podemos”. Valls, nacido en Cataluña, ha anunciado que se quedará en Barcelona incluso si no gana y que renunciará a todos sus cargos en Francia, donde su candidatura ha producido una gran expectación, sorpresa e incluso ataques, chanzas y comentarios irónicos.

“La candidatura de Manuel Valls al Ayuntamiento de Barcelona -dice L’Opinion– no merece ninguna ironía. Un ex jefe de gobierno se presenta ante electores de otro país de la Unión Europea: la iniciativa es inédita. El símbolo es, todavía, más fuerte si se tiene en cuenta que Valls nació  en una España no democrática que nadie imaginaba podía entrar, en una generación, en la CEE. Los defensores de Europa deberían apoyarle en este momento en que los partidarios del repliegue en el interior de las fronteras nacionales están tomando el poder en Italia, en, Hungría y desde Polonia hasta Suecia siguen ganando terreno en todos los países” Por otra parte Manuel Valls se había comprometido en una lucha contra los independentistas de Cataluña, “encarnación local de los populistas que roen el continente.”

Manuel Valls quiere renacer en Cataluña, señala Le Figaro que reconoce  que el terreno político es resbaladizo. En Barcelona, un frente de independentistas espera – desde hace varios meses – a un Valls que ha multiplicado sus declaraciones a favor de la unidad de España. Sin embargo, Valls espera que se llegada sorpresa despierte a la élite pro europea de la ciudad y asimismo espera poder entrar en el juego político de esta elección proporcional a una vuelta. Su estrategia política es una  estrategia “macronista”, pero aplicada del otro lado de los Pirineos. “Sobre todo, cuenta con el descontento de parte de la población que lamenta que la ciudad se encierre sobre sí misma. Cerca de 2000 empresas han cambiado su sede fuera de Cataluña desde que los independentistas han tomado fuerza.”

Para Les Echos, el  anuncio ex primer ministro es algo inédito: nunca un responsable político de primer plan se había presentado a la Alcaldía de la ciudad de otro país. Para Manuel Valls, que quiere representar una tercera vía entre unionistas e independentistas, empieza lo más difícil: imponerse. ¿Un francés para dirigir la segunda ciudad de España? Se pregunta el periódico para afirmar que aunque  haya nacido en Barcelona, las oportunidades del hombre de ‘las dos izquierdas irreconciliables’ parecen débiles. Pero no nulas. La hipótesis, que parecía totalmente incongruente hace seis meses en una región en pleno desafío independentista, ha crecido, con la instauración de un equipo que ha esbozado un nuevo perfil para el candidato.

Incluso la prensa alemana como Handelsblatt, se extraña del salto de Valls cuando titula que un francés  quiere gobernar en Barcelona y hace un perfil con intención del candidato al que presenta como el hijo de un catalán y una suiza que ha venido sondeando sus oportunidades junto con representantes del sector económico, la cultura y la sociedad civil. Valls, que habla catalán y español perfecto, aunque con un leve acento francés, ha hecho varias apariciones en público para hablar, casi siempre, sobre el futuro de España y Europa. En el verano fue noticia cuando se conoció  su relación  con la rica heredera farmacéutica Susana Gallardo. Ella es, como Valls, una decidida adversaria de los separatistas.

Mientras que en París le llueven las peticiones para que ceda su mandato parlamentario, en Barcelona entran ahora en el debate sus opositores políticos. No parecen tomarlo en serio y le ponen de tonto que ni siquiera sabe que Barcelona está en el mar. La portavoz del partido de izquierda, Catalunya en común, se ha mostrado furiosa: “Nadie deberá́ pensar que Barcelona es un refugio para una carrera fallida como la del Sr. Valls”.

De todas formas señora Colau ojo con declaraciones que, a veces, las carga el diablo.


(*) Periodista y economista


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