Érase que se era un país de nubes sometido al tirano Zetapé. Su visir Pepiño Blanco promocionó a un grupo de guapos jóvenes, los 'Blanco boys',
para echar a la vieja guardia del antiguo rey Tigrekán II. Y en la
capital, a un tal Tomás Gómez debía reemplazarlo un tal Blanquito
Sánchez, que era tan guapo como ignaro. Hubo que fabricarle una
sabiduría y se recurrió a un negro llamado Plagión.
A las órdenes del
visir Blanco, los magos Cortés Elvira y Miguel Sebastián artillaron una llamada tesis doctoral sustentada en el plagio y fiada en el favor.
Pero Plagión se vengó de sus negreros al plagiar la tesis y publicarla
luego como libro del negro, no del amo. La incompetencia del trabajo
esclavo (anunciada por el sabio Escohotado) se mostró tan clamorosamente
que el Tribunal tuvo que completar la tesis.
Todos se olvidaron de
Plagión, pero hete aquí que un día el guapo Sánchez llegó al Poder y
unos merlines descubrieron el pastel del plagio. No se sabe si los buenos serán capaces de obligar a los malos a digerirlo y devolverlo.
Ahora en serio: un cuento de terror
El presidente del Gobierno ha amenazado a tres medios de comunicación -ABC, okdiario y El Mundo-
con acciones penales si no rectifican una serie de informaciones que
concluyen lo mismo: Pedro Sánchez no llegó a doctor en Económicas tras
redactar una tesis original sino aprovechando el trabajo de tres
'negros', dos de los cuales formaron parte del tribunal que le obsequió
(y se obsequió) con la nota de apto cum laude.
Cum fraude, si los tres medios citados dicen la verdad.
Si estos medios han mentido, difamado y calumniado, el presidente del
Gobierno tiene el derecho y la obligación de llevarlos ante los
tribunales y probar, bajo juramento, este asunto. Los tres medios ya han respondido editorialmente que no se retractan y
que se ratifican en todo lo publicado, acusando a Sánchez de querer
amordazarlos. No cabe pues término medio: o mienten los medios o miente
el presidente.
Amenaza por twitter, ridículo por facebook y ataque por burofax
La amenaza de Sánchez a los medios, sin especificar cuáles, tuvo
lugar a las 7 de la mañana, por Twitter y la agencia Europa Press. Ese
día y el siguiente, el Presidente del Gobierno añadió en Facebook una
larguísima requisitoria con fallos de redacción impropios de un
bachiller y en la que afirmaba cinco cosas: que adoraba la docencia; que
"por razones obvias, no había tenido tiempo de investigar"; que su
tesis era "fruto del esfuerzo de uno y el esfuerzo de muchos"; que su
familia se sintió muy orgullosa el día en que la defendió y el Tribunal
la calificó cum laude; y que las calumnias sobre su autoría
provienen de los que no aceptan la llegada al Gobierno de una nueva
forma de hacer política y a la apertura de un nuevo "espacio social", de
izquierda y de progreso.
Poco
después, llegó el burofax presidencial contra Inda, Rubido y Rosell,
reaccionaron editorialmente estos medios, se alinearon con Sánchez
PRISA, el diario de Escolar y las televisiones, especialmente TVE, ya más sectaria que La Sexta
y un reciente huésped de Mateo ha posado de Pilatos.
Mientras, el
Gobierno, empezando por la portavoz y acabando por Borrell -que ha
liquidado el equívoco prestigio que tenía- han insultado a los citados
medios y a los partidos PP y Cs, que piden la comparecencia de Sánchez en el Congreso para explicar la catarata de plagios que inunda la tesis según la detallada denuncia de ABC y okdiario y que el Tribunal -como detalla El Mundo-
regaló el título a un amasijo de informes oficiales cortipegados al
tuntún por un 'negro', presuntamente Carlos Ocaña, jefe de gabinete de
Miguel Sebastián que había denunciado en la primera etapa de Sánchez que
el 90% de la tesis se hizo en su Ministerio, y algo aún más asombroso:
que dos de sus miembros, la presidenta y un vocal, habían co-publicado
ya un artículo con el propio Sánchez un mes antes de que éste lo
defendiera como un capítulo de su tesis, sin citarlos y sin citarse.
La
ignorancia de Sánchez sobre cómo se hace una tesis -y cómo se hizo la
suya- se ha demostrado al defender frente a ABC que no puede ser plagio
citarse a sí mismo, que es precisamente lo que se entiende por autoplagio y está totalmente prohibido.
La mentira en el Parlamento
La
mentira inaugural de esta catarata de revelaciones sobre el mayor
escándalo doctoral en muchos años en la ya escandalosa historia reciente
de la Universidad española la protagonizó el propio Sánchez cuando Rivera le pidió que la enseñase para acabar con los rumores, intensísimos desde que empezó la cacería del máster de Casado y atronadores tras dimitir Montón.
Sánchez, que en vez de pedir a la presidenta que llamara al orden al
líder de Cs y se atuviera a la pregunta, adoptó su peor estilo matonesco
y dijo que su tesis como "doctor de (no en) Economía" estaba accesible
en Teseo.
Pero lo único accesible era la ficha. Él había prohibido el acceso a
la tesis y hasta que se fotografiara el único ejemplar que guardaba la
UCJC. Tan falso era que podía consultarse, como dijo el miércoles, que
el jueves anunció que podría consultarse el viernes. Aunque lo hizo tras
precederlo de dos métodos de escaneo antiplagio,
uno de los cuales decía que el autor había plagiado menos del 1%; y
otro, casi el 15%. Diferencia abismal, a la que el encargado del escaneo
severo añadió que ellos sólo buscan indicios, que luego deben
comprobarse sobre los textos.
La Universidad debería despojarle del título
Por
desgracia para Sánchez, su Gobierno, su partido y sus corifeos, lo que
han hecho los tres medios amenazados no es pasar un escáner, sino ir al
texto de la tesis y han demostrado que la mayor parte se publicó a
nombre del "negro" Ocaña; y una parte menor, a nombre de los que
premiaron la tesis que en parte habían escrito. Lo que se dice una
chapuza monumental.
Lo legalmente establecido es que la
Universidad quite el título de doctor al que lo adquirió sin merecerlo y
sancione a los que a sabiendas lo otorgaron. Sobre el plagio oceánico de la tesis, tal vez de Ocaña, ver Chicote en ABC. Sobre las irregularidades clamorosas del tribunal, ver Negre en El Mundo. Y sobre ambos escándalos y la génesis del doctorado exprés de Sánchez, ver Carlos Cuesta y otros en okdiario.
La maldición de Cuelgamuros
Ante estas investigaciones, diferentes pero complementarias, este presidente cum fraude ha respondido a través de Izbestia (antes El País) y El Colp de Falç (antes La Vanguardia) con una grosera manipulación del currículo de Albert Rivera (como ha demostrado en LD Mariano Alonso)
y la vicepresidenta ha dicho, casi aullado, que lo importante es el
máster de Casado y la profanación de la tumba de Franco.
Lo primero es
falso. Lo segundo, un crimen de lesa patria con maldición incorporada.
Fue votarse la exhumación de Franco y precipitarse la de la tesis. Y se
viene encima la inhumación de un Gobierno que debe resistir la tormenta
que neciamente él desató. Si resisten PP y Cs, se lo llevan por delante.
Al menos, a las urnas.
(*) Columnista
No hay comentarios:
Publicar un comentario