CARTAGENA.- En fechas recientes, MC Cartagena se ha adherido al expediente
abierto para la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad de Cartagena
a D. Antonio Bermejo Hurtado, párroco de Vista Alegre, conocido en el
acervo popular como el 'cura obrero'. La adhesión ha sido comunicada por
el presidente de la formación cartagenerista, Jesús Giménez.
El citado expediente es el resultado de una iniciativa que surgió
durante los dos años de Alcaldía de José López (MC Cartagena), contando
finalmente con el respaldo unánime de toda la Corporación.
La futura concesión de la máxima distinción viene avalada por los
indiscutibles valores transmitidos por Bermejo, su entrega y cercanía al
pueblo, despojándose de cualquier pedestal, lo que le hizo ganarse el
sobrenombre de 'cura obrero'.
Siempre, posicionándose al lado de los más
desfavorecidos, trabajando codo con codo con ellos. Una vocación de
servicio al prójimo que, seguramente, le ubicaba más próximo al mensaje
de Cristo que al de la Iglesia.
MC Cartagena reseña en su escrito la discreción de un hombre que
desarrolló durante años su labor profesional en la céntrica 'Perfumería
Ayala', esforzándose en ganar un dinero que luego emplearía para
favorecer a los vecinos de Vista Alegre.
Una población que se favoreció de su carácter progresista,
coadyuvando junto a los vecinos en el propósito de cambiar la sociedad,
logro que podemos atribuirle al hacer de Vista Alegre un lugar más
seguro y habitable.
Los más necesitados siempre encontraron su casa abierta. Para
compartir lo que tuviera, mucho o poco. Del mismo modo, impulsó las
fiestas de la localidad y los conciertos que allí se organizaban, un
aliciente para atraer a vecinos de otras zonas.
En su argumentación, MC alude al cariño de la gente que le ha
conocido como el mayor activo de D. Antonio, y esa predisposición a
ayudar a quien lo necesitaba, creyente o no creyente, priorizando
siempre estos casos por encima incluso de sus obligaciones, lo que le ha
granjeado afectos y admiraciones.
Por último, el cartagenerismo aprecia el hecho de haber sido el
sacerdote que ha celebrado la última misa en Santa María la Mayor, tras
años de silencio. Fue el 27 de julio de 2016, coincidiendo con la
apertura de la Catedral de Cartagena llevada a cabo por la Diócesis, que
cumplía así con la Ley de Patrimonio Cultural de la Región, norma que
obliga a los propietarios de los inmuebles declarados BIC a abrirlos al
público cuatro días al mes.
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