jueves, 19 de abril de 2018

España adelanta a Italia / Primo González *

Italia y España se están disputando desde hace varios años la posición de tercera economía más sólida de la Eurozona. Con los datos ya definitivos del año 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de dictaminar que al menos en una variable importante, el PIB por habitante  en paridad de poder adquisitivo, España ha superado a Italia por primera vez. No es que sea un dato como para echar las campanas al vuelo, pero al menos es un consuelo.

Desde luego, Italia es un  país más rico que España cuando se toma el dato del PIB global, es decir, el valor de la producción anual  del conjunto de la economía.   El PIB español, que está creciendo a ritmos del 3% en los tres últimos años, está superando  en ritmo de crecimiento anual al de Italia de forma clara.  El PIB español está ahora en  1,16 billones de euros mientras el italiano  ronda los 1,72 billones. Pero la deuda española, con ser alta, se encuentra en el 98% del PIB y la italiana  supera el 132% del PIB.

Cuando se toman los datos  de renta en función del número  de habitantes (España cuenta con 46 millones frente a los 60 millones de Italia), las cifras relativas  ponen a los dos países con condiciones muy parejas, si bien en el año 2017 España ha rebasado a Italia en este renglón, con 38.200 dólares por habitante frente a los 37.970 dólares por cada ciudadano italiano en términos de poder de compra paritario.  Hace  una década, Italia superaba a España por este renglón en un 10%. Los pronósticos que maneja el FMI indican que en unos pocos años España superará en un 7% a Italia en renta por habitante en los términos ya indicados de poder de compra  en paridad.

Se trata, en cualquier caso, de dos economías excesivamente endeudadas, pero Italia tendrá más dificultades económicas para progresar en el futuro debido a los elevados costes que soporta por su deuda pública, unos costes que lógicamente aumentarán de forma importante en los próximos años a medida que los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) salgan de sus actuales niveles y a medida que los mercados internacionales vayan exigiendo mayor rendimiento a las compras de bonos italianos o españoles.

La situación no será fácil para ninguno de los dos,  aunque España tiene en estos momentos una calificación crediticia por parte de las tres agencias internacionales que califican la deuda de los países (Moodys, S&P y Fitch) más benévola, lo que permite obtener financiación en los mercados, tanto domésticos como internacionales, a un coste más bajo. La vulnerabilidad de uno y otro país  se ha distanciado en favor de España, que mantiene un diferencial de tipos de interés mucho más bajo que el  italiano, lo que se traduce en bastantes miles de millones de euros de ahorro cada año.


(*) Periodista y economista


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