MURCIA.- El Ayuntamiento de Murcia ha puesto en marcha un "plan de
choque" con medio centenar de medidas para controlar la calidad del aire
en la ciudad, proteger a la población y reducir la contaminación
atmosférica en situaciones en las que se superen los umbrales máximos
permitidos.
Se trata de un protocolo presentado este
viernes por el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta,
Antonio Navarro, que está orientado a tomar medidas cuando se producen
episodios puntuales de contaminación atmosférica y se superen los
niveles máximos permitidos de cuatro contaminantes: ozono, dióxido de
nitrógeno, dióxido de azufre y micropartículas en suspensión,
denominadas PM10.
Según explicó el edil, este plan de
choque es una herramienta "dirigida a proteger a la población, reducir
la contaminación atmosférica en situaciones en las que se superen los
umbrales de información y alerta -regulados en la normativa estatal-,
así como proponer medidas genéricas a la población en aras de una mejor
calidad del aire en el municipio".
Navarro insistió en
que la ciudad "no tiene hasta el momento un problema grave de
contaminación atmosférica", pero ha asegurado que su concejalía está
decidida a adoptar nuevas medidas contra ella.
El
protocolo será de aplicación continua durante todo el año y se divide en
tres áreas: nivel de aviso (12 actuaciones), episodio de contaminación
atmosférica (20) y situación de alerta atmosférica (19).
Así,
en el nivel de aviso se informará a la población de la situación y se
darán recomendaciones generales como reducir las actividades al aire
libre, optar por desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte
público y apagar las luces innecesarias y los aparatos que no se usen.
Cuando
se trate de un episodio de contaminación atmosférica, se enviará aviso a
los ayuntamientos más cercanos y a posibles industrias implicadas y a
las medidas anteriores se sumarán comunicaciones especiales a grupos de
riesgo, centros sanitarios y educativos, residencias o centros
deportivos.
Además, la Policía Local tomará medidas para
mejorar la fluidez del tráfico y lo desviará, y se harán restricciones
de obras y de limpieza viaria.
Por último, en una posible
situación de alerta atmosférica, a las actuaciones anteriores se sumará
la paralización de obras, el cambio de la franja horaria para la
distribución de mercancías, la prohibición del estacionamiento de
vehículos en la zona regulada de ORA, y la puesta en marcha de un Plan
Específico de Control de Tráfico.
Este plan contempla la
posibilidad de reconversión de carriles de circulación en carriles
ciclables, la peatonalización de forma transitoria de algunos ejes
viarios, la gestión de la velocidad según criterios ambientales, la
mejora de la regulación semafórica, dando prioridad al transporte
público o la restricción total al tráfico de los vehículos a motor con
más de 10 años de antigüedad.
El protocolo ha recibido
este viernes el visto bueno de la Junta de Gobierno local, que ha
aprobado también, entre otros temas, el pliego de condiciones para la
contratación de la campaña de control del mosquito tigre durante los
próximo cuatro años por un importe global de 600.000 euros.
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