MADRID.- El Gobierno está estudiando cambios en los temarios de
las oposiciones a funcionario de la Administración central, han
confirmado fuentes de Hacienda a eldiario.es. Aún en fase muy
preliminar, se trata de modificaciones que se introducirían a un ritmo
"lento" y a "largo plazo", aseguran, sin ofrecer por el momento mayores
concreciones.
El Estado tiene más de 200 cuerpos (el empleo público se
estructura en cuerpos, grupos o escalas, determinados a veces por
alguna profesión concreta, como arquitecto, abogado del Estado o
conductor), muchos de los cuales tienen un temario común entre sí y otro
específico.
El Gobierno, como publicó lainformación.com, estaría
sondeando a expertos para hacer más ágiles las pruebas de acceso. Entre
los temas comunes que suelen compartir las distintas oposiciones están
los contenidos constitucionales o el régimen jurídico de las
administraciones públicas.
Hace dos meses, el Gobierno y los sindicatos alcanzaron un acuerdo sobre empleo
público que supondría que unas 500.000 plazas interinas y temporales
saldrían a oposición en los próximos años para convertirse en puestos
indefinidos en todos los sectores de la administración. Está por ver si
alguno de los cambios que estudia el ejecutivo afectaría a alguna de
estas pruebas de acceso, en todo caso a las más lejanas en el tiempo.
De cualquier modo, la falta de presupuestos para 2018 por la negativa
del PNV a apoyar al PP en plena aplicación del 155 de la Constitución en
Catalunya no sólo paraliza las convocatorias, sino que aboca a los
funcionarios a la congelación salarial para el año próximo. El Gobierno confía en sacar las cuentas públicas adelante una vez amaine la tormenta a principios del año próximo tras la celebración de elecciones en Catalunya.
¿Modernización o cambios radicales?
Precisamente, la modernización de los métodos de entrada
a la administración pública fue objeto de discusión en una recientes
jornadas de la federación que aglutina a la mayoría de los funcionarios
de los cuerpos superiores de la Administración Civil del Estado,
FEDECA.
La Administración en España renovará al 85%
de sus altos funcionarios en los próximos 15 años. Y los métodos de
selección, tanto de esta élite como del resto de la función pública,
deberían actualizarse, según algunos expertos que participaron.
Se
pusieron sobre la mesa algunas ideas, algunas más revolucionarias que
otras, pero todas coincidentes en que los actuales sistemas de acceso al
empleo público pueden resultar desincentivadores y frustrantes para
muchos candidatos. Cuatro años de media para preparar una oposición que
sólo superará un 30% de los que lo intentan.
La
consejera de Administraciones Públicas en la Representación de España
ante la UE Teresa Siles se mostró partidaria de introducir "pequeños
cambios paulatinos" en los sistemas de acceso: "El problema de los
españoles cuando aspiran a puestos europeos es que no saben hacer
presentaciones en público ni conocen técnicas para trabajar en equipo,
aunque puedan demostrar tener mucha memoria".
Por eso, abogó por
introducir este tipo de habilidades desde la Universidad y en paralelo
convertirlas en parte de las pruebas de acceso a la función pública en
España, junto a otras de memoria.
Para el vicerrector y c atedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Pompeu Fabra Carles Ramió, los cambios deben ser radicales: "las
oposiciones son matajuventudes", afirma. Según su criterio, el actual
sistema "rompe el principio de igualdad", ya que exige tener una renta
suficiente como para dedicarse a tiempo completo al estudio durante una
media de cuatro años.
Además, afirmó, "es un sistema de carácter
aleatorio, en el que se suspende más al que se examina al principio de
las pruebas que a la mitad". "La función pública actual ya no sirve,
hay que dinamitarla. ¿Qué es eso de ser funcionarios? menos del 10%
debería serlo, solo los que estén en contacto directa con la clase
política", defendió Ramió.
Pero para Teresa Siles, "hay cosas más concretas que
tenemos que mejorar", como una evaluación del desempeño más eficaz.
También cree que debe modificarse el sistema de provisión de puestos de
libre designación (traslado de funcionarios sin concurso) para que
cumpliese unas determinadas condiciones tanto para el nombramiento como
para el cese. En la actualidad, sólo se pide formar parte de un
determinado cuerpo: "Lo que hay que controlar es que no pases de ser un
director general a que te cesen y te metan en un rincón cuando cambia el
jefe o el equipo político quiere poner a otro. Que lo justifiquen a
través de la evaluación del desempeño".
La propuesta
de Ramió, que dirigió cuatro años la Escuela Catalana de la
Administración Pública, es un "cambio radical": quitar los cuerpos y
cambiarlos por ámbitos funcionales sin base corporativa, con "una
carrera horizontal real". También defiende aplicar la evaluación del
desempeño, "de forma sencilla y que funcione".
En todo caso, es
consciente de que todos estos eventuales cambios no deberían afectar a
los que ya están dentro de la administración pública, sino a los
aspirantes. "No puedes cambiar las reglas del juego a mitad de la
partida", admite.
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