sábado, 20 de marzo de 2010

La Consejería de Educación no da importancia a su situación ante el Tribunal de Cuentas

MURCIA.- La Comunidad Autónoma se enfrenta a un juicio contable en el Tribunal de Cuentas a causa de las supuestas irregularidades cometidas en los años 2007 y 2008, durante la etapa de Juan Ramón Medina Precioso en la Consejería de Educación, en la contratación y ejecución de varios proyectos de obras en centros de enseñanza.

El Tribunal de Cuentas, según informa la agencia 'Efe', ha abierto juicio contable «con motivo del posible descubierto producido en los fondos públicos como consecuencia de las irregularidades detectadas en los expedientes de contratación de diversos centros educativos». La resolución de este órgano fiscalizador indica que las «irregularidades detectadas» afectan no sólo a los expediente de contratación, sino, también, «a la propia ejecución de las obras».

El caso llegó al Tribunal de Cuentas hace ahora un año, tras las informaciones publicadas por 'La Verdad' sobre estas supuestas irregularidades, que sirvieron al abogado murciano Diego de Ramón para presentar una denuncia ante el órgano fiscalizador de las cuentas públicas.

Este proceso del Tribunal de Cuentas tiene por objeto investigar el posible daño cometido a los fondos públicos, y, en su caso, obligar el reintegro a las arcas regionales.

Las irregularidades fueron advertidas en un principio por la Intervención General de la Comunidad Autónoma y el Consejo Jurídico, que emitió hasta seis dictámenes exponiendo los hechos.

En concreto, la Consejería de Educación permitió en septiembre de 2008 la ocupación por los alumnos y profesores de seis centros educativos, algunos de nueva construcción y otros ampliados, sin haber suscrito antes las actas de recepción de las obras, sin la preceptiva fiscalización previa del acto y sin la comprobación de las obras.

El Consejo Jurídico alertaba en sus dictámenes de «las graves irregularidades cometidas» y el «cúmulo de incumplimientos impropio del carácter profesional de la Administración».

También se vulneró la ley, según el Consejo Jurídico, en las modificaciones realizadas en los proyectos de construcción del nuevo instituto de Pozo Estrecho (Cartagena) y la ampliación del colegio Sagrado Corazón, de Lorca, que encarecieron las obras en algo más de 300.000 euros cada proyecto.

Una de las irregularidades más graves cometidas fue el encargo verbal y a dedo, sin mediar concurso público, a una empresa para realizar unas obras en el Instituto Ingeniero de la Cierva, de Murcia, y que el interventor calificó de «nula de pleno derecho» por considerar que los incumplimientos normativos «son de tal calibre que han supuesto la vulneración total de la normativa que regula la contratación administrativa».

Le quitan importancia

José Daniel Martín, secretario general de la Consejería de Educación, Formación y Empleo, declara hoy a 'La Verdad' que la apertura de juicio contable por el Tribunal de Cuentas es «un proceso previo y normal», y recalca que este trámite no presupone la culpabilidad de la Consejería.

Este procedimiento se abrió a raíz de una denuncia presentada por el abogado Diego de Ramón, basada en las informaciones publicadas por este diario sobre el caso. Martín explicó que, en un principio, el Tribunal de Cuentas nombró abrió diligencias previas y nombró a un instructor, quien, tras estudiar el caso, recomendó su archivo.

No obstante, según el secretario general de la Consejería, y ante la insistencia del denunciante, el consejero del Tribunal de Cuentas decretó la apertura de juicio contable. «Es algo normal en esta situación», insistió Martín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Medina Precioso ha dejado narcotizada la Consejería desde su marcha. Los expedientes huelen a Cardús...