Forzado a pronunciarse sobre esta nueva ficción, u otra cosa peor, lanzada por Valcárcel y su sobrino, el consejero Cruz, a una cada vez más escéptica opinión pública murciana, Cámara se fué por la tangente de algo todavía ajeno a sus intereses al decir "entre todos debemos apoyar o ayudar en lo que podamos para que la producción cinematográfica pueda estar en la Comunidad Autónoma".
Siguiendo en esa estrategia de decir que sí pero que no, el astuto alcalde de Murcia traspasó a los técnicos y expertos la responsabilidad de escoger la mejor ubicación, desde el punto de vista geográfico, de accesibilidad y comunicaciones.
Luego añadió o matizó que si se elige el municipio de Murcia, estará encantado "y lo que haya que hacer, haremos". Y siguió en el tópico sin compromiso de concluir diciendo que "es momento de caminar todos en la misa dirección de apoyo".
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