domingo, 2 de agosto de 2009

Protección del medio rural en la bahía de Mazarrón / Josué Pérez *

En la Revisión de los Planes Generales de Ordenación Urbana, tanto de Cartagena como de Mazarrón efectuada recientemente, se propone la continuidad urbanística en toda la fachada litoral de la Bahía de Mazarrón, el arco litoral de más de 10 Kms que va desde la Torre de La Azohía hasta el Faro del Puerto de Mazarrón, sin que quede un solo metro lineal frente a la Bahía con la consideración de suelo rural (agrícola) en el que no se pueda construir residencial-viviendas, e infravalorando, cuando no ignorando por completo, los vestigios patrimoniales que existen en esa área litoral.

A los suelos urbanos existentes en La Azohía, La Chapineta, San Ginés, Isla Plana y El Mojón (en el término de Cartagena) y El Alamillo y Rihuete (en el término de Mazarrón), se unirán las dos últimas ventanas de suelo rural que quedan en la Bahía, el suelo No Urbanizable Agrícola (NUA) de invernaderos en Isla Plana, propiedad de una empresa tomatera alicantina y el Suelo Urbanizable No Programado (SUNP-A-05-04) de la Marina del Mojón por el lado de Mazarrón, antiguos terrenos agrícolas propiedad de la empresa inmobiliaria alicantina Hansa.

El terreno agrícola de invernaderos de Isla Plana (Cartagena), actualmente en cultivo muy rentable con varias cosechas anuales, está delimitado por la Rambla del Cañar y la Rambla Honda y sus 600 metros de frente marino son gravas y cantos procedentes de las ramblas que hacen los tramos de playa difícilmente practicables. Además existen restos de mineral de hierro por los suelos de la zona procedentes de las cercanas minas del Rincón de Morales que estuvieron en explotación hasta la década de los 60.

El otro terreno agrícola de la Marina del Mojón (Mazarrón), actualmente sin explotación, se encuentra delimitado por la fronteriza Rambla de Valdelentisco y el sistema de ramblas de Balsicas y La Raja, y ya fue propuesto para el emplazamiento de la planta desalinizadora de Valdelentisco, que no se sabe porque razón fue a parar a la margen izquierda de la Rambla de Valdelentisco, término municipal de Cartagena, y para mayor delito, sobre terrenos forestales del Espacio Natural Protegido/LIC/ZEPA de la Muela-Cabo Tiñoso.

Esta delimitación urbanística conocida como A-05-04 tiene en su frente marino aproximadamente 500 m de muy buena playa de gravilla/arena y otros 500 m impracticables de acantilados de monte bajo terminando en la playa del Alamillo. En esta área existen importantes yacimientos arqueológicos de la época romana conocidos como la Gacha, la Florida y Doña Petronila, con pequeños restos de mineral y cerámica esparcidos por la zona.

Frente a ambos terrenos agrícolas, que actúan como corredores ecológicos y áreas de campeo de las aves rapaces de las sierras prelitorales, en la zona del litoral sumergido existen abundantes comunidades de praderas de posidonia oceánica que figuran como hábitat prioritario en la Directiva Europea relativa a la conservación de los hábitats naturales de la fauna y flora silvestres, y que cumplen extraordinariamente su función como refugio alimenticio y reproductor de las pesquerías, por lo que han sido reconocidas como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) para formar parte de la Red Natura 2000.

La capacidad de carga de las playas de 6 m2/persona, recomendada por las Autoridades Europeas, ya se encuentra sobrepasada con los nuevos desarrollos urbanísticos en construcción en la zona de los altos del Mojón (Isla Plana-Cartagena) y los construidos en la zona del Alamillo (Mazarrón), por lo que en esta Asociación consideramos que las 2.500 casas anunciadas por la Hansa Urbana en la marina del Mojón (Mazarrón), al igual que las que puedan encontrarse en fase de planificación en el área de los invernaderos de tomates de Isla Plana (Cartagena), vienen a romper el equilibrio natural mantenido entre los núcleos urbanos existentes, de economía tradicional vinculada al sector primario agrícola y pesquero, y el área del entorno periurbano de terrenos de uso agrícola que ha llegado hasta nuestros días del siglo XXI.

Parece que una vez agotado el suelo litoral alicantino, las empresas de la comunidad vecina no tienen otras propuestas de negocio más que exportar un modelo de desarrollo urbanístico especulativo caducado y denunciado hasta por los Parlamentarios Europeos en el aprobado Informe Auken-Marzo 2009, destrozando las esplendidas llanuras litorales agrícolas de la Sierra de La Muela-Cabo Tiñoso por el lado de Cartagena y de la Sierra del Algarrobo por el lado de Mazarrón, con urbanizaciones e infraestructuras innecesarias, que únicamente servirán para cerrar la Bahía con una pantalla de construcciones, colapsar las reducidas playas existentes, aumentar las deficiencias de servicios de los núcleos urbanos y favorecer, en el futuro, las demandas de segregación municipales.

La Asociación ADELA propone el mantenimiento de la agricultura en los terrenos comentados, que todavía se mantienen como ventanas rurales (agrícolas) asomadas a la Bahía de Mazarrón, junto con las actividades turísticas de bajo impacto, como el camping de Los Delfines (Mazarrón) y el camping de Los Madriles (Cartagena), así como la recuperación de los restos patrimoniales para el establecimiento de rutas de turismo eco-cultural.

(*) Josué Pérez es presidente Asociación para la Defensa del Entorno Natural de La Azohía (ADELA)

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