martes, 12 de mayo de 2009

Aprender de la historia...aunque sea argentina

TUCUMÁN (Argentina).- Hoy martes, 12 de Mayo, a las 20 horas, en el Jockey Club, el doctor Ramón García Zavalía presentará su último libro, en el que narra desde “su” propia experiencia, la historia política de los últimos 80 años en Argentina.


En el libro narra la historia del populismo en el país y cuenta como esa Argentina que fue granero del mundo y considerado casi una potencia mundial por su nivel de producción, su potencial humano, la calidad de su educación y las enormes posibilidades de trabajo que brindaba entre otras cosas, fue entrando en un profundo pozo de la mano del populismo y el clientelismo haciendo mucho hincapié en la responsabilidad que le cabe al peronismo.

Habla del autoritarismo del primer gobierno de Perón y de la absoluta falta de libertades que la mitad no peronista de los argentinos sufría cada día cuando desde el poder se atropellaba los derechos de cada uno, las instituciones y las leyes y se obligaba prácticamente a pensar como peronista bajo amenaza cierta de ir preso, cosa que sufrieron muchísimos ciudadanos en ésa época que prefirieron no claudicar ni dejarse comprar.

Pero García Zavalía, quien responsabiliza al peronismo y a la subversión del populismo instalado en Argentina y de la debacle de este país que era considerado casi una potencia mundial hacia fines del siglo XIX, sostiene también que el antiperonismo o la oposición, no ha sabido hasta ahora armarse sólidamente y de manera ordenada para terminar con la anarquía política, los gobiernos de factos y las dictaduras y sostiene que a pesar de que hoy el peronismo es mucho más endeble y heterógenico que cuando vivía Perón, sigue ganando merced a la demagogia y al clientelismo con el que se maneja y a la falta de una oposición creíble y seria.

Para Ramón García Zavalía, abogado que ejerció como tal pero que ocupó cargos políticos y académicos y que sin ser político se considera una persona de centro y un apasionado de la política, Perón no ha sabido aprovechar las oportunidades de pacificar a los argentinos y permitió que su partido, nacido de la extrema derecha fuera a lo largo de los años invadido por los sectores violentos de la izquierda a los que trató de “mocosos imberbes” y con quienes se enfrentó en sus últimos años sin poder controlarlos.

Fueron éstos los culpables de que en Argentina se instalara la anarquía y el caos y de que los militares tuvieran que salir mal ó bien a reestablecer el orden.

Por último, el autor hace un descarnado análisis de la idiosincrasia argentina y se refiere luego al “dolorosa historia actual” haciendo referencia a la falta de códigos, de ética, de valores y a la corrupción que reina en la política donde la desvergüenza y la corrupción son moneda corriente en un país donde para colmo hoy no se condenan estas horribles prácticas.

En Argentina, dice García Zavalía, se ha estafado al hombre, pero especialmente al que menos tiene engañándolo o presionándolo con prebendas. Y comenta problemas actuales como la inflación, las retenciones, la devaluación, la inseguridad... mientras desde el Gobierno se gastan millones en dádivas y en campañas políticas con las que se miente o se compra a la gente.

García Zavalía tiene un lenguaje directo y sin prejuicios que puede gustar o no gustar por la dureza de sus conceptos.

Pero él hace uso en este libro de su derecho constitucional a opinar con absoluta libertad y lo hace desde su óptica y según sus profundas convicciones, con el orgullo de no haber claudicado jamás a sus principios y a su honor como asegura en todo momento.

Con éste libro quiere dejar un testimonio para que lean los jóvenes a los que muchas veces les llega una sola parte de la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanto me recuerda a Murcia