viernes, 24 de abril de 2009

La refinería de Escombreras para por primera vez en más de medio siglo

CARTAGENA.- La anunciada paralización de la producción de la refinería de petróleo que Repsol YPF tiene en el Valle de Escombreras se hizo por fin efectiva. Diez días más tarde de anunciarlo, el director general de Downstream de la compañía, Pedro Fernández Frial, hizo ayer oficial el cese temporal de la actividad productora.

Ésta viene determinada por la reducción de los actuales márgenes de beneficios y, «tan pronto como estos se recuperen, la fábrica de Cartagena volverá a operar normalmente», dijo el directivo de la multinacional, según recoge 'La Verdad'.

La paralización viene precedida por el cese progresivo de las unidades de producción desde que los trabajadores finalizaran los dos días de huelga que llevaron a cabo el pasado domingo y lunes. Aun así, los empleados siguen sosteniendo que la actividad ya estaba totalmente parada, lo único que faltaba era hacerlo oficial.

Por tanto se suspende temporalmente la actividad en las unidades de producción, aunque la empresa mantendrá operativos, como ya anunció, la terminal marítima del puerto, el oleoducto que transcurre desde Cartagena hasta Puertollano (Ciudad Real), los cargaderos (donde se cargan las cisternas para la venta del combustible) y el área de energías, que es el corazón que hace funcionar a la fábrica.

La empresa insistió en que la parada no repercutirá en los trabajadores, que durante este tiempo realizarán tareas de mantenimiento de las instalaciones y cursos de formación con vistas a la puesta en marcha de la nueva refinería en el 2011. Los empleados podrán recuperar los días de descansos y las vacaciones pendientes.

La decisión de parar fue tomada la semana pasada debido a la bajada en el consumo de gasolina, el descenso continuado de beneficios en el refinado de cada barril de petróleo y la acumulación de pérdidas que ha provocado que la refinería ya no sea rentable.

«La crisis económica mundial está obligando a todo el sector a reaccionar y nosotros hemos adoptado una medida que protege nuestro negocio y sus resultados económicos», explicó Antonio Fernández Frial.

La ampliación de las instalaciones de la refinería, que tendrá una inversión final de 3.200 millones de euros, «sigue el programa establecido sin ninguna variación. Esta será la solución al actual esquema productivo de la vieja fábrica», dijo Frial, quien no precisó cuánto tiempo estará parada la petrolera.

«El sistema de refino español es deficitario en los productos de mayor demanda, como gasóleo y queroseno. Las nuevas inversiones en curso en Cartagena la dotarán de una mayor capacidad de refino y del esquema de conversión más completo de todas las refinerías que ahora mismo tenemos en España», añadió el director general.

Repsol tiene en España cinco refinerías interconectadas que gestiona de forma conjunta. Cada una de ellas tiene un esquema de producción específico con distintos niveles de conversión que le permite procesar crudos de diversa calidad y obtener distintos productos.

El esquema de producción de la refinería de Cartagena es el más simple de todo el conjunto y, en las actuales circunstancias económicas, el menos rentable para la compañía.

Tanto los trabajadores fijos como los eventuales, y los de las empresas auxiliares tienen asegurado su puesto en Repsol. Así lo anunció ayer la dirección de la refinería al comité de empresa en una reunión mantenida en las instalaciones de la petrolera. El encuentro sirvió para clarificar el futuro laboral de todos los obreros del complejo.

«La reunión ha sido muy cordial. Nos han informado de cómo está la situación y de que el horizonte de la parada será de dos o tres semanas, aunque nos han dicho que no es algo seguro. Se podría ampliar más en el tiempo pero que nadie sabe lo que pasará después de esa fecha», explicó el presidente del comité de empresa, Antonio Fernández.

La dirección mandó un mensaje de tranquilidad también a los trabajadores fijos a los que aseguró que la parada no les afectará económicamente.

Además se ha creado una comisión, en el seno del comité de empresa, que trabajará en estrecha colaboración con el departamento de Recursos Humanos para que los trabajadores estén informados en todo momento de los movimientos que realiza la empresa y así minimizar el impacto de la paralización sobre los trabajadores.

Mientras se alargue en el tiempo la parada de la refinería de Repsol, el departamento comercial seguirá funcionando. El plan es comprar en el exterior productos ya refinados y venderlos, porque en la planta de Cartagena es más rentable hacer esta operación que producirlos directamente.

Importarán productos de otros países como gasolina, nafta y otros derivados, pero primero tendrán que darle salida a las reservas que tienen en los almacenes de Escombreras. Por ello la empresa ha dejado operativo el 40% de sus instalaciones: el muelle del puerto, inaugurado hace poco más de un mes, el oleoducto que surte de carburante a la refinería de Puertollano, así como las áreas de carga y la central que nutre de energía a toda la planta.

La ampliación dotará en un futuro a Repsol de toda la capacidad de producción para poder hacer frente a la demanda del actual mercado de las energías de productos como el gasóleo y el queroseno.

Con la parada anunciada, los trabajadores tendrán tiempo para realizar cursos de formación orientados a la futura planta que ahora se construye. Además, los técnicos aprovecharán para hacer los trabajos oportunos que dejarán ensamblados la nueva y la vieja factoría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A este paso Cartagena la van a declarar ciudad de ociosos y el puerto zona de paseo de veleros. Estaría bien que la empresa dijera la verdad de este asunto, que no lo está haciendo. Quieren reorganizar la producción y para ello están tratando de ganar tiempo. Porque lógicamente el informe que una empresa les ha hecho indica que no se estaba gestionando bien el binomio producción-personal. Lo que no es muy creible es lo de los márgenes comerciales.