Las obras de 'La Casona', en La Ladera, ya han comenzado

MURCIA.- Carolina Codorniú fue la propietaria y señora del palacete y de la inmensa, al igual que bella, finca La Ladera que arropaba la emblemática Casona en la pedanía de Churra. Esta adinerada mujer fue muy generosa con la gente que lo necesitaba en el pueblo. Donó dinero, comida, mantas, medicamentos a los enfermos y numerosos espacios para hacer colegios y casas.

Al quedar viuda muy joven, y sin descendencia, su legado fue a parar a manos de diversos sobrinos, que llevaban en la sangre la bondad de su propietaria. «Todo lo que sea para el bien del pueblo veo bien que se haga», decía Carolina Codorniú y reoge La Verdad.

Actualmente, de este huertano lugar, sólo queda esta casa torre del siglo XIX y numerosos árboles que ornamentan la urbanización privada de La Ladera, un lugar residencial donde se respira tranquilidad. Un total de 614 chalets emulan la estructura de este inmueble protegido con grado dos.

Tras las críticas manifestadas por parte de los vecinos de la urbanización La Ladera, el pasado mes de diciembre en La Verdad, un representante de la empresa Industrias Gráficas Jiménez Godoy, accionista mayoritario del inmueble, expresó: «Las actuaciones que se están haciendo son para su conservación integral. Las obras han empezado por la parte que da a la propiedad de Jesús Rodríguez Martínez». Jesús, vecino colindante del palacete, mostró a La Verdad su alegría con el inicio de las obras. «Todos contentos», exclamó mientras hablaba con los albañiles de la obra.

«La fachada de la torre se ha deteriorado por las fuertes lluvias, lo demás han sido actos delictivos. Se ha encargado a unos técnicos la realización de un informe para conocer el estado del inmueble. Al acabarlo, los técnicos se pondrán en contacto con los servicios municipales a fin de llevar a cabo los actos de conservación ajustados a la normativa que se le aplique al inmueble», reveló el trabajador de Godoy, y añadió: «Se va a hacer todo lo que se pueda para darle un destino digno a esa casa».

En cuanto a la materialización de los diversos proyectos que se auguraron hace años para el palacete, como un restaurante de alto standing y restaurar la ermita que se encuentra en su interior, o construir un hotel de lujo, no han dado una respuesta clara. «Están abiertas todas las posibilidades que en su momento se plantearon», afirmó el responsable de Godoy. Pedro López, de la promotora y constructora López y Valiente, declaró: «Estamos barajando varios proyectos para el edificio». En cuanto a la vigilancia expresó que «se ha exigido que se vigile más y se está barajando la posibilidad de poner otro servicio adicional al actual».

Por su parte, un trabajador de la empresa encargada de la vigilancia de la urbanización La Ladera, incluida la Casona de Carolina Codorniú, Fomento de Protección y Seguridad, afirmó: «Se ha echado a algún magrebí que otro de la Casona pero no son los únicos que se meten dentro del inmueble. Son los hijos de algunos propietarios de la urbanización los que se meten dentro, y conozco a más de uno».

Por el día no hay servicio de seguridad en el residencial sino que hay dos auxiliares de servicio que no tienen las mismas competencias que los dos guardias de seguridad que están por la noche. Estos últimos, se van turnando para dar vueltas con el coche.

«Tenemos que procurar que no entren pero esto es muy grande», expresó uno de los empleados.

Quizá una solución para paliar los actos delictivos que la Casona ha sufrido en estos últimos meses, sería poner el puesto de vigilancia en las inmediaciones de la Casona. Lo que está claro es que la seguridad del inmueble necesita dos cosas: más propuestas y, sobre todo, rápidas soluciones.