sábado, 11 de octubre de 2008

La batalla del agua o la guerra de los votos / Juan Redondo

María Dolores de Cospedal es secretaria general del PP y presidente del partido en Castilla-La Mancha por este orden. Cómo mano derecha de Rajoy hace cálculos para romper supuestos empates técnicos que lleven a los populares a La Moncloa. Las cinco provincias castellanomanchegas tienen más diputados que la uniprovincial murciana.

Barrera no es Bono y los populares consideran que en la vecina comunidad pueden rascar importantes votos, aunque para ello haya que sacrificar algún diputado murciano.

El “Seis por dos”, que dicen en Génova. Ahora se va a debatir en el Parlamento el proyecto de reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, que incluye una fecha de caducidad para el trasvase Tajo-Segura. Y en este contexto ¿qué hace Valcárcel, el presidente regional popular más votado? Decir a sus siete diputados que en el peor de los casos rompan la disciplina y voten en contra de la decisión mayoritaria de los populares nacionales con De Cospedal a la cabeza.

Comenta un veterano analista que es “la rabieta de un niño chico que no quiere tomarse la sopa porque los padres le han pegado una reprimenda”. Si los siete diputados murcianos del PP tienen que votar en contra de las directrices nacionales del partido en el Congreso serán catalogados de héroes en la Región, pero también será el producto de un fracaso de Valcárcel en interno del PP.

“De no haber sabido defender los derechos de los murcianos, ni su peso electoral dentro del partido”, insiste el analista. En estos casos representantes de sectores económicos y sociales señalan que uno de los problemas de la Región es la falta de un liderazgo fuerte.

“Aquí desgraciadamente, ni con los socialistas ni con los populares hemos tenido a un Bono, como Castilla-La Mancha o a un Rodríguez Ibarra, como Extremadura, presidente capaces de ir a Madrid y poner las cosas sobre la mesa”. Barrera y De Cospedal van juntos en la foto, aquí en la Región Ramón Luis Valcárcel se busca el apoyo de Camps y Pedro Saura la de su compañero valenciano. Lo del Tajo a la comunidad vecina le afecta en la Vega Baja, el Altet y Benidorm. Ni en estas situaciones son capaces de ir del brazo.

Y dicen que los dos en el pecado llevan la penitencia. Dicen los centuriones populares que Valcárcel parece estar de vuelta y tras su “profunda remodelación de Gobierno” ahora sólo le importa cerrar su sucesión. “Sí se establece una fecha de caducidad en el trasvase Tajo-Segura, como recoge el proyecto castellanomanchego aquí la mayoría del PP montamos un partido independiente”. No lo dice un “escocido” por la remodelación, es un histórico curtido en muchas batallas en el interno desde la oposición al poder.

El próximo sábado está convocado el cónclave regional del PP para la reelección de Ramón Luis Valcárcel pero el martes está antes en el calendario. Al veterano presidente de los populares murcianos le espera una buena semanita.

Y la reforma del Estatuto de Autonomía, “en Belén con los pastores”

Si al menos el proyecto de reforma del Estatuto de la Comunidad de Murcia estuviera en el Congreso, recogiendo los derechos históricos sobre el trasvase Tajo-Segura se podría hablar de una batalla con dos opciones. Los castellanos-manchegos en este sentido si han hecho los deberes y han alcanzando un consenso formando una piña marcando fecha de caducidad al trasvase Tajo-Segura. Aquí lo de la reforma estatutaria es un problema secundario o terciario.

Desde las pasadas elecciones autonómicas sólo se reunió una vez la comisión parlamentaria de la Asamblea Regional con un único punto en el orden del día: “constitución de la comisión”. Los trabajos están parados como el caballo del fotógrafo, porque los populares con su amplia mayoría absoluta en la Asamblea Regional parecen no tener ninguna prisa. Dicen que quieren hacerlo tan perfecto que tienen que esperar a que se aprueben los demás para recoger lo mejor de cada uno de ellos.

La hora de Saura

El máximo dirigente socialista murciano ha sido el gran adalid en defensa del acueducto Tajo-Segura. Aguantó el chaparrón contra el proyecto de de trasvase del Ebro y el deterioro político de la campaña “Agua para todos”. Y los resultados electorales le pasaron factura. Ahora le toca mover pieza en el interno frente a su compañero Barrera. No le sirve escudarse en enviar balones fuera y sólo desviar la máxima responsabilidad hacia Valcárcel.

Los socialistas, aunque estén en la oposición en Murcia y se jueguen unos cuantos diputados en Castilla-La Mancha son el partido mayoritario en el Congreso. Ajustar flecos sobre posibles aspectos inconstitucionales del proyecto no deja de ser una forma de escurrir el bulto. Y ahí le toca a Saura trabajar en Madrid en su partido.

Comenta un veterano analista que uno por otro, a Saura y a Valcárcel este tema le resulta superfluo. “Los dos están tan felices asomados a la ventana tocando la lira y viendo llover”. La cuestión no es tan baladí, si se aprueba la reforma estatutaria el Gobierno Central tendrá que pedir informes previos a Castilla-La Mancha sobre los excendentes a trasvasar al Segura y ya se sabe que en estos casos “agua en otras cuencas no sobra ni para beber”.

www.elfarodemurcia.info

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