martes, 28 de octubre de 2008

Javier Marías: "Todos sabemos los nombres de nuestros eventuales delatores"

MURCIA.- El escritor Javier Marías ha estado en Murcia y en una entrevista con "La Verdad" ha dicho cosas como éstas:

¿Qué le sigue sorprendiendo a Javier Marías? «La desfachatez y la cara dura de los políticos. Escuchar a Berlusconi, por ejemplo. Uno cree que ha oído ya todo, pero él siempre se supera. Comparado con ese cinismo establecido, la hipocresía no está tan mal del todo; al menos un hipócrita es consciente de que hay algo que debe ocultar».

¿Qué le da miedo? «Este es un país en el que uno entiende que ocurriese una guerra civil. Tras la muerte de Franco hubo una convicción general de que aquello no podría volver a pasar y un cierto estupor por que hubiese ocurrido. Yo no creo que vuelva a suceder, pero, cualquiera, se dedique a lo que se dedique, en el ámbito público o privado, podría pensar, en una situación así, en la que se producen muchas venganzas, quiénes vendrían a por él. Y casi todos tendríamos una lista con los candidatos a ser esos posibles delatores. Éste es un país raro y un país como este da un poco de miedo. Siempre ha sido un país muy cainita, muy vehemente y excesivamente intolerante con lo que no gusta. Al tipo que cae mal, a la gente le dan ganas de acogotarlo en vez de, simplemente, no tratar con él».

"La delación es una de las actitudes más bajas y ruines que puede hacer el ser humano..., tanto me repugna que en ocasiones me pregunto si denunciaría a la policía un hecho delictivo del que tuviera conocimiento. Lo haría, casi seguro, pero sentiría un cierto rechazo, una extraña resistencia a dar un soplo. El soplón es peor que el asesino. Quien mata se encarga de llevar a cabo su cometido, el delator busca a un tercero para que lo haga por él".

Somos ciudadanos vigilados..., no podemos escapar..., ¿qué hacer? Para Marías es algo que «no tiene marcha atrás». «Hace veinte años era impensable que llegara un día con miles de cámaras en calles, tiendas y supermercados... No tengo móvil, no tengo ordenador, no uso e-mails..., tomo mis medidas. Pero lo más atroz es que la gente parece aceptar con tranquilidad esa vigilancia por esa cosa maldita de la seguridad. El otro día escuche a una monja que decía que le parecía muy bien esa nueva máquina que te desnuda en los aeropuertos...

¿Le parecen malos tiempos estos tiempos a Javier Marías? «Hay aspectos extraordinarios, pero es un tiempo en el que se piensa cada vez menos y cada vez piensa más la época por nosotros. Goebbels sería feliz de ver la actual fuerza avasalladora de la propaganda y los medios de comunicación. Vivimos una época tonta, especialmente estúpida y con una enorme pereza mental en gran parte de la gente; y eso sí me parece muy grave porque no tiene casi vuelta de hoja y será muy difícil recuperar una cierta conciencia crítica», subraya.

Pero siempre, dice, optimista, hay que pensar «que todo son ciclos». «Pero según uno va cumpliendo años se comienza a preguntar si llegará a ver ese cambio..., yo, sinceramente, creo que no llegaré a contemplarlo».

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