jueves, 31 de julio de 2008

La UPCT cumplió el domingo diez años

CARTAGENA.- Aquella tarde los aplausos fueron unánimes en el pleno de la Asamblea Regional. Cartagena, por fin, cortaba el cordón umbilical con la Universidad de Murcia y, a pesar de las reticencias, muchas reticencias, el Gobierno de Ramón Luis Valcárcel, con su consejera de Educación, Cristina Gutiérrez-Cortines al frente, sacaba adelante el decreto de constitución de la Universidad Politécnica de Cartagena, según recuerda hoy "El Faro".

Diez años después, lo que debería ser un cumpleaños festivo, se ha ensombrecido por la polémica suscitada entre la UPCT y el mismo Gobierno que la creó. Hoy esas diferencias vienen dadas por el trato dado a la Universidad Católica y el respaldo a nuevas carreras como Arquitectura. Un cumpleaños marcado por la beligerancia. Después de un breve tiempo de paz, la Politécnica teme, otra vez, por su futuro.

En los países democráticos, las Universidades se configuran como lugares de encuentro de personas interesadas primordialmente en el libre ejercicio del pensamiento creador, de la reflexión crítica y del diálogo encaminado a profundizar en los saberes. En el espíritu de acrecentar dichos ámbitos de libertad educativa e investigadora, la Comunidad Autónoma acaba con el desierto universitario de Cartagena y decidía crear la Universidad Politécnica.

El presidente Ramón Luis Valcárcel dejó escrito en las primeras líneas de esta Ley, antes de su preámbulo: “Sea notorio a todos los ciudadanos de la Región de Murcia que la Asamblea Regional ha aprobado la Ley 5/1998, de 3 de agosto, de Creación de la Universidad Politécnica de Cartagena”.

Desde aquél 3 de agosto ha llovido mucho. Han pasado diez años por una senda tortuosa. Un camino plagado de rosas y ortigas, dónde no todo han sido alegrías.

Este cumpleaños llega, además, empañado por las malas relaciones entre la propia universidad, su rectorado y alumnos y ese mismo Gobierno regional que la creó. Un divorcio que ha tenido su última disputa por la aprobación de la carrera de Arquitectura en la Universidad Católica (UCAM). Una decisión de Valcárcel, amparada por el Consejo de Universidades de España y sin el beneplácito del Consejo Interuniversitario de la Región. Una decisión que ha dejado a los pies de los caballos al actual consejero, Juan Ramón Medina Precioso, el que fuera, paradojas de la vida, el primer rector de la Politécnica.

La UPCT y la Universidad de Murcia (UMU) se han aliado ahora para defender la educación pública frente a la privada. Se han hecho una muesca de sangre, un pacto de hermanos, para evitar que José Luis Méndoza convierta su Universidad, cosa que cada día parece más claro, en un tenderete de títulos.

(Primer Rectorado de la UPCT, en la Avda. Alfonso XIII)

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