miércoles, 4 de junio de 2008

Paro y crisis económica / Juan Redondo

Será recesión intensa o como quieran llamarla técnicamente, pero aquí se está empezando a ver las orejas al lobo. El crecimiento tan notable en el paro regional durante el mes de mayo, muy por encima de la medía nacional, y la caída del consumo no auguran buenos tiempos para la poesía y sino que se lo digan a los más de sesenta mil parados. No es un tema de confianza o de pesimismo, es la dura realidad que sólo está empezando, comenta un destacado analista financiero.

Atras quedan unos años de bonanza económica con crecimientos superiores a la media nacional y ahora para algunos surge la duda sobre si se han sabido aprovechar bien para preparar la época de las vacas flacas o sino se ha crecido de forma desordenada cargando la mayor parte de la política económica en la construcción y en el sector inmobiliario. Estos dos sectores son los más amenazados, con más de trece mil viviendas sin vender, restricción en los créditos financieros, con subida de los tipos de interés y con empresas en situación delicada. Dicen que aquellas que tengan una estructura empresarial débil no podrán aguantar el tirón.

Tanto empresarios como sindicatos abogan por medidas urgentes entre ellas la aceleración en las inversiones en las obras públicas. De la preponderancia de la inciativa privada en tiempos de bonanza y con buenos beneficios empresariales se pasa a que las administraciones públicas soporten el peso del sector para evitar la caida en picado del empleo.

En la situación que se presenta la crisis la sufriran los sectores más débiles del mercado laboral. El paro va a castigar especialmente a la mano de obra no cualificada y al colectivo emigrante. Ahora se habla de formación y de cualificación de los parados, cuando en los años pasados había que haber hecho más esfuerzo en formación y reciclaje, señala un veterano sindicalista. El crecimiento del paro siempre genera crispación social.

“A más paro más posibilidades de incremento de la delincuencia”, apunta un sociólogo. La integración social de los emigrantes se hará mucho más dificil y pueden surgir problemáticas bolsas de pobreza en el colectivo, especialmente entre los que a su falta de cualificación se una el escaso dominio de nuestro idioma.

Separa las basuras para qué ellos mezclen
Mi vecina anuncia que va a declararse en “insumisa” en el tema de la separación de las basuras, al enterarse que luego en la planta de reciclaje de Ulea los camiones vuelven a mezclar todo.

“Mucha campaña y muchos contenedores de colores, para que luego las autoridades no tomen medidas contra los responsables de la planta de tramiento de residuos sólidos”, comenta indignado otro vecino del barrio, porque el problema dice que no es de ahora.

“Los murcianos en estos y en otros temas parece que estamos en la siesta permanente”, comenta un conocido profesor universitario. Parece que la mezcla tras la separación de las basuras es un tema menor, que inquieta poco tanto a los gobernantes como a la oposición mayoritaria.

www.elfaro.es

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi no va más allá de la evidencia. Evidencia de que en estos años de bonanza del ladrillo, en los que las empresas ladrilleras han hecho el agosto y en la que, no debe olvidársenos, muchas empresas no ladrilleras también han optado por invertir en el ladrillo y por hacer el agosto, hay personas en esta Región como en la que nos limita al Noreste que han llenado sus sacas.

Y eso hablando de empresas no está mal. Otras cosas sí:

Está mal que ahora que viene el lobo disfrazado algunos, bastantes, muchos, ni se acuerdan de donde están tales sacas.

Está mal que se haya usado -y abusado- de los precios de venta del ladrillazo, cerrando de facto los mercados en esta Región a la vivienda libre, olvidando casi absolutamente que no todos pueden pagarla -ahora se verá quién accedió a lo que podía y quién quiso comer más de lo que su bolsillo aguantaría-

Está mal que se haya sobrevalorado el precio de venta de la vivienda creando el efecto llamado "burbuja inmobiliaria" del que han avisado la mayoría de organismos internacionales en materia económica y financiera e, incluso, la propia ONU.

Está mal que se haya hecho creer a los que, como bien dice usted, estaban durmiendo la siesta, que debían seguir soñando con una eternidad de bienestar inacabable. Ahora se despiertan con hipotecas formalizadas a decenios vista y con el horizonte lleno de nubarrones.

Está mal que se haya hecho del ladrillazo el modelo único de desarrollo para Murcia, sin buscar alternativas creibles, sostenibles y, lo más importante, pagables.

Está mal que algunas entidades financieras hayan apoyado esa política destinada al fracaso a medio o largo plazo y que, además, lo hayan hecho sin freno, incluso poniendo en riesgo sus propias posiciones de seguridad.

Está mal que desde la mayoría de medios de "información", "comunicación" y "opinión" de nuestra Región, no se haya alertado con suficiente claridad a los durmientes.

Pero lo que es peor, es que serán los de siempre, la masa sestera viviendo una supuesta inacabable "dolce vita", la que pague los platos rotos. Y será así, otra vez más, porque no es la mala memoria la que hace que algunos no recuerden donde pusieron la saca, sino que es la falta de una sensibilidad social imprescindible para quien quiera llamarse empresa, la falta de una mínima solidaridad de sus directivos y ejecutivos, con la connivencia de poderes públicos que, también han visto repletas de billetes las arcas institucionales y, hay que decirlo, supuestamente, sus privadas billeteras, lo que está haciendo que una vez más, muchos peces pequeños pongan gordos, muy gordos, a unos pocos peces grandes.

Y esto ha ocurrido en una Región en la que hasta, con perdón, el tonto el pueblo sabe conducir un Mercedes o similar, aunque no sepa leer ni qué pone en su carnet de conducir.

Así nos va y así nos irá, porque desde luego, quienes no hemos mordido el anzuelo, ni podemos ni debemos consentir que sean nuestros impuestos los que se apliquen a solucionar temas que si han sido estrictamente privados a la hora de la caza de los beneficios, deberán ser también privados a la hora de pagar las facturas.

¡Que le vamos a hacer! Si es que la buena vida, la hipoteca para casa cara, coche caro, muebles caros, con contratos de trabajo en precario o temporales o fijos suscritos por empresas con perfiles más especulativos y explotadores del corto plazo, que marcadas por la continuidad y otros criterios imprescindibles para que una iniciativa económica pueda llamarse también iniciativa empresarial, han dado pan para pocos meses y hambre para bastante años, pérdidas patrimoniales aparte.

¡Qué menos que poner un altar a quién ha sabido divertir de tal forma a los sesteros!

Y es que cada cual, en la vida, a largo plazo, acaba teniendo lo que se merece.

¡MAS CULTURA, MAS EDUCACION Y MENOS PELOTAZOS!

Anónimo dijo...

Muy bien escrito pero en esta Región la inmensa mayoria no somos rubios ni con ojos azules ni medimos dos metros. Somos lo que somos y tenemos lo que tenemos. No me venga con que teniamos que tener previsto otro tipo de actividad industrial. ¿Pero es que no se ha enterado Vd. de que las fabricas ya solo se montan en China?. Lo que tenemos es sol, playa, buenos alimentos y un caracter mediterraneo (muy diferente del centro-europeo) y es lo único que podemos explotar. Creo que el modelo "resort" que se había iniciado en este Región era el camino adecuado frente al modelo Manga o Torrevieja. Pero ¿ es que no nos acordamos de la cizaña sembrada en estos cuatro últimos años por Dña. Cristina Narbona o la local Dña. Teresa Rosique? Parte de la crisis turística la tienen "DIRECTAMENTE" estas dos señoras (hoy desaparecidas). La campaña en contra del turismo en Murcia ha sido brutal (repasen las emerotecas).
Estoy totalmente de acuerdo con el lapiz rojo en su artículo.

Anónimo dijo...

En los años pasados los ladrilleros estaban muy ocupados trabajando a destajo hasta fines de semana, especialmente haciendo dinero negro. Y luego en vez de invertirlo en formación, gastándolo en fiestas y torneos. Me dan lástima? Lo siento, pero no.

Respecto a los comentarios de que la única alternativa es sol, playa, resort y pelotazo al estilo mediterráneo, no estoy nada de acuerdo. También hay otras cosas, pero obviamente trabajando más. A lo que los acomodados ciudadanos ya no están dispuestos (fines de semana ni hablar, viernes por la tarde casi nadie, etc.). Y así, mal vamos. Por no hablar del rendimiento y productividad (pésimas) para los que deciden no ocupar estos huecos de actividad de fin de semana.