lunes, 9 de junio de 2008

Los ´chollos´ inmobiliarios salpican la costa murciana tras la huida de los especuladores

CARTAGENA.- El mercado de vivienda vacacional en el litoral murciano es uno de los más castigados del país por el exceso de oferta, según un estudio. 200.000 euros. Este es el precio máximo que se está pagando por una casa en la costa, según se contempla en un estudio de la consultora Grupo i, que relaciona el abaratamiento de los inmuebles playeros, tanto en Murcia como en el resto del país, con la huida del 'elemento inversor', y que recoge "La Opinión".

Este estudio sobre vivienda vacacional en España -que destaca Los Alcázares y Mazarrón como dos zonas donde se pueden encontrar 'buenos' precios' - explica que la demanda por parte de compradores que buscan invertir "parece haberse retirado del mercado vacacional por temor a una baja rentabilidad de la inversión".

En este sentido, apunta que "el frenazo de la demanda de residencias en España por parte de los británicos (que representaron un alto porcentaje de las compras en años precedentes) se debe a la expectativa de esta bajada de precios y a la preocupación por las noticias que llegan sobre la crisis de inmobiliarias".

Los analistas del Grupo i consideran que este producto inmobiliario que se puede adquirir por menos de 200.000 euros tiene proporcionalmente una mayor presencia en la Costa Blanca, Costa del Azahar y Costa Cálida.

No obstante, apuntan que "dentro de estos mercados hay una gran parte del parque de viviendas que se encuentra instalada entre los 230.000 y los 350.000 euros, como consecuencia de último ciclo de ascenso de precios".

"Estas promociones encuentran muy serias dificultades para encontrar compradores, que en gran parte eran foráneos. Con la retirada del elemento inversor internacional y de gran parte de comprador foráneo sus posibilidades de venta se han reducido aún más", señala el estudio.

El mercado de la vivienda vacacional en la costa murciana "es y será en un futuro uno de los más castigados desde el punto de vista del promotor y las ventas", según el informe, que también tiene malos augurios para los de Alicante, Valencia, Castellón y Tarragona.

La razón, explican, es el exceso de oferta de estos lugares, donde "la demanda especulativa se ha convertido en competidor de los propios promotores".

El precio límite de 200.000 euros por una vivienda vacacional supone, según el estudio, "una inversión moderada ante la incertidumbre de la evolución de las rentabilidades en caso de enajenación posterior".

Por este precio se pueden encontrar, según señalan los analistas, apartamentos medianos (de dos dormitorios) o pequeñas parcelas de viviendas adosadas. "La oferta, que incluiría piscina, se situaría en emplazamientos costeros emergentes y en los ya consolidados como destinos vacacionales tradicionales aunque nunca en primera o segunda línea de playa".

En este sentido, el estudio de Grupo i asegura que "el valor añadido de la cercanía a la playa se ha convertido en el elemento clave de esta nueva realidad inmobiliaria".

(Santiago de la Ribera, en el Mar Menor)

No hay comentarios: