viernes, 13 de junio de 2008

El presidente ecuatoriano Correa minimiza el posible atentado contra él pero se paraliza

QUITO.- Las autoridades ecuatorianas solicitaron hoy viernes a Colombia información sobre tres colombianos que fueron capturados en la víspera por supuestamente planear un atentado contra el presidente Rafael Correa, quien le restó importancia al hecho.

Los hombres permanecen detenidos en la cárcel de la policía judicial en Quito con orden de prisión preventiva, a la espera de que la fiscalía determine "si son o no culpables" de planear el atentado, confirmó este viernes la portavoz de la Policía, Gabriela Gómez de la Torre.

Dijo que "se está pidiendo información" a los cuerpos de seguridad colombianos para determinar si Oscar Peña, Oscar Jiménez, Edgar González, tienen antecedentes criminales o están vinculados a algún grupo armado u organización delincuencial.

Sin embargo, el Presidente consideró que "hay altas probabilidades de que sean simples estafadores".

El canciller colombiano Fernando Araújo dijo que en su gobierno están "dispuestos a colaborar en todas las investigaciones que se requieran, por supuesto que condenamos cualquier intento de crimen, todo tipo de delito", dijo en una entrevista con radio Caracol.

"Si requieren las autoridades del Ecuador algún tipo de colaboración, se la brindamos completamente", aseguró.

El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, indicó que los detenidos "son tres colombianos y pertenecen a una banda de narcotraficantes".

"No sabemos qué estaban haciendo los tres colombianos en Ecuador, lo que le estoy diciendo es que esos están identificados por nuestras autoridades como miembros de una banda de narcotraficantes que estaban aliados con el frente 48 de las FARC", declaró tras una ceremonia militar en Bogotá.

El director de la Policía Nacional colombiana, general Oscar Naranjo, confirmó "que se trata de criminales que se dedican al narco", supuestamente vinculados con la organización rebelde.

El ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Gustavo Larrea, aseguró desde Quito a la radio colombiana Caracol que "nosotros no decimos que son paramilitares colombianos ni mucho menos, nosotros no tenemos pruebas como para afirmar el origen de este intento de asesinato, no podemos señalar a ninguna organización ni grupo específico por ahora".

Correa aseguró que "la pista que teníamos era de un colombiano que dijo que había (un plan para) este atentado, pidió dinero para dar más información. Entonces hay altas probabilidades de que sean simples estafadores".

En una entrevista con el canal Ecuavisa, aseguró: "En esto nos jugamos la vida, por supuesto que hay peligro (de estos eventuales ataques) pero hay que ser prudente porque (de) estas denuncias, (de) estas versiones tenemos decenas mensualmente, entonces hay que investigar".

El fiscal general Washington Pesántez había explicado que aunque no se conocen todavía detalles, según las investigaciones preliminares "sabemos que había gente extranjera contratada para atentar contra el presidente de la República, coaligados con algunas personas de Ecuador".

Desde hace meses existen rumores de supuestos atentados contra el presidente pero las autoridades no han llegado a corroborar esas informaciones.

Sólo unas horas antes, Correa, insistió en que las FARC deben "dejar las armas" y aseguró que coincide con su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, en que han de iniciar un diálogo para conseguir la paz en Colombia.

"He hecho el mismo llamado (que Chávez), ¿que futuro tiene la guerrilla que combate con un Gobierno democrático?", se preguntó Correa, antes de indicar: "Ya basta, dejen las armas, vamos al diálogo político diplomático para encontrar la paz", dijo el mandatario en una entrevista en la televisión Ecuavisa.

El presidente ecuatoriano reiteró que no denominará "terroristas" a las FARC, pues no lo hace ningún país latinoamericano y hacerlo sería involucrarse con un conflicto ajeno.

Sobre la liberación de rehenes por las FARC, Correa reiteró que tiene "el derecho y el deber" de intervenir en cuestiones humanitarias y puso en duda que el conflicto de Colombia sea sólo interno, pues aseguró que se ha "desbordado" y afecta al resto de países de la región.

En ese sentido, recalcó que ha "ordenado" al ministro de Seguridad Interna y externa de Ecuador, Gustavo Larrea, que realice las gestiones precisas para conseguir la liberación de los secuestrados por las FARC.

En relación con el restablecimiento de las relaciones entre Ecuador y Colombia, señaló que "nosotros no tenemos ningún afán de reanudar las relaciones diplomáticas, somos los agredidos".

Aunque descartó el interés por el dinero, dijo que Colombia debe "indemnizar a las víctimas y al país", por la incursión militares colombianos contra un campamento de las FARC instalado en Ecuador, donde murieron al menos 26 personas, entre ellas el "número dos" de esa guerrilla "Raúl Reyes".

Sobre el bombardeo, recalcó que las bombas utilizadas eran de origen estadounidense y dejó entrever que tal vez hubo participación de Estados Unidos en la operación.

Correa repitió que se avanza en la investigación de la supuesta infiltración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. en los servicios de inteligencia de Ecuador y dijo que "ha habido cuerpos enteros de la Policía ecuatoriana financiados por la cooperación americana".

Además, durante la entrevista, Correa realizó diversos ataques a los medios de comunicación ecuatorianos y dijo: "La mayoría de la prensa es mediocre y corrupta".

El canciller colombiano condena el supuesto plan

El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo, condenó hoy desde Bogotá el supuesto plan para atentar contra el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y ofreció colaboración a las autoridades de ese país para investigar el hecho.

"Por supuesto que condenamos todo tipo de crimen, todo tipo de delito", declaró el canciller en una declaración divulgada por su despacho sobre el supuesto plan, por el que fueron detenidos en Quito tres colombianos y un ecuatoriano.

Araújo agregó que "las autoridades colombianas están siempre dispuestas a colaborar en todas las investigaciones que se requieran".

A los detenidos se les decomisaron fotografías del palacio presidencial ecuatoriano y un croquis de la zona de la Plaza de la Independencia, en Quito.

Uno de los colombianos detenidos dijo pertenecer al desaparecido grupo paramilitar de derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según las autoridades ecuatorianas.

Sin embargo, el canciller colombiano advirtió de que "esos grupos ya se desmontaron, dejaron de existir" y que lo que hay ahora en el país son "unas bandas criminales que se dedican al narcotráfico".

El ministro subrayó que si Ecuador requiere algún tipo de colaboración para investigar el caso, "se la brindaremos completamente".

El propio presidente Correa quitó hierro al supuesto intento de atentado.

Correa admite que podría perder próximo referendo

Correa también admitió por primera vez la posibilidad de perder el referendo de septiembre sobre una nueva Constitución, pero aclaró que no renunciará y terminará su periodo en el 2011.

"Por supuesto que puede ganar el "no" con toda la campaña que están haciendo los medios con tanto entusiasmo, la partidocracia para volver a lo mismo de siempre ... por supuesto que siempre se puede perder", afirmó el mandatario el jueves en la noche en entrevista con el canal Ecuavisa.

"¿Cuál es el problema de no estar seguro?" De ganar, añadió.

En anteriores elecciones Correa siempre se ha mostrado confiado de vencer y lo ha hecho de manera contundente.

En abril, cuando se aprobó la instalación de una Asamblea Constituyente su propuesta fue aprobada con el 80% de los votos.

Más tarde, en las elecciones para la integración de ese organismo, su partido Alianza PAIS ganó 80 de los 130 curules en disputa, con lo que consiguió más de la mayoría necesaria para aprobar sus propuestas.

Correa consideró que si gana el "no" sería una señal de que "el pueblo votó por el pasado, por la partidocracia, por el Congreso, por los medios de comunicación que son otro poder del Estado, por la banca, por el neoliberalismo, por la injusticia, la corrupción y que ya nos quitó el apoyo político".

En ese caso "obviamente el gobierno quedará debilitado pero habrá que acabar el periodo de gobierno", dijo.

Correa, un economista de izquierda de 45 años, asumió el mando en enero de 2007 para un periodo de cuatro años con la promesa de realizar cambios radicales a través de una "revolución ciudadana".

La Asamblea debe redactar la nueva Constitución hasta julio y el Tribunal Electoral calcula que el referendo podría ser el 21 ó 28 de septiembre.

Para el director de la encuestadora Cedatos-Gallup International, Angel Polibio Córdova, el pronunciamiento de Correa demuestra que "está haciendo un seguimiento de las encuestas y otra información de muchas fuentes de que su popularidad y credibilidad y las de la Asamblea están a la baja".

"El referendo es una oportunidad en la que el Presidente va a poder medir, no exclusivamente la aceptación de la Constitución, es también una prueba de fuego para él en cuanto a su aprobación y credibilidad", señaló.

Dijo que un posible triunfo del "no" se explicaría porque "la población vive una situación muy difícil" porque siente que su situación económica, social y de empleo no ha mejorado.

Según la última encuesta de Cedatos, el 37% de la población votaría a favor de la nueva Constitución, el 33% en contra y el 30% se mostró favorable al voto nulo o blanco.

Pero el asambleísta del oficialismo, Virgilio Hernández, presidente de una de las comisiones de la Asamblea, no tiene "la menor duda de que el "sí triunfará de forma rotunda" por las fortalezas que tendrá la nueva Constitución, a pesar de que "es obvio y manifiesto que hay una campaña orquestada de distintos sectores" para que gane el "no".

Denunció una campaña de desinformación para "fomentar el miedo", una campaña de ocultamiento de los temas positivos que trata la Asamblea y la existencia de obstrucción de la oposición por impedir el avance del debate de la Asamblea.

Ecuador decide no adherirse al ALBA

Así las cosas, el Gobierno de Ecuador decidió no adherirse a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), informó hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores en Quito.

En un comunicado, la Cancillería señala que la decisión se adoptó ayer y que, pese a permanecer fuera de ALBA, "Ecuador sigue con atención esta iniciativa que busca encontrar alternativas para complementar los procesos de integración subregionales".

Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela conforman el ALBA, creado en 2004 por Caracas y La Habana a instancias del presidente venezolano, Hugo Chávez, en contraposición al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Estados Unidos.

Ecuador también está dispuesto "a contribuir para definir y concretar mecanismos de cooperación entre el ALBA y otros procesos de integración de la subregión, como es el caso de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Organización de Estados Latinoamericanos", dice el comunicado.

En ese contexto, agrega el escrito, Ecuador "acompaña el proceso de ALBA para consolidar su estructura jurídica, institucional, así como los mecanismos operativos de la misma".

"El Gobierno ecuatoriano considera importante destacar el valioso aporte que ALBA puede hacer a la consolidación del proceso de integración sudamericana", indica la nota.

Para Quito, instituciones como Telesur, el Foro Parlamentario y de los Pueblos Latinoamericanos en Defensa de las Economías Nacionales, Petroalba, la Empresa Gran Nacional de Energía, el Consejo Energético del ALBA, el ALBA Cultural y el Banco del ALBA son importantes para el área.

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