sábado, 31 de mayo de 2008

Consejos vendo que para mí no tengo / Begoña García Retegui *

Del refranero popular y, desde luego, aplicable a la consejera de Economía, Empresa e Innovación, Inmaculada García, es el refrán que dice: "Consejos vendo que para mí no tengo". García pasa los días criticando y aconsejando a los demás sobre lo que deben hacer, en lugar de reflexionar sobre sus propias acciones y gestionar adecuadamente sus responsabilidades.

Metida en harina y con el único objetivo de atacar al Gobierno de Zapatero por tierra, mar y aire, acaba contradiciéndose a sí misma y negando a quienes, incluso ella misma, ha considerado sus aliados naturales.

Cuando se mofa de 'los sólidos fundamentos' con los que afortunadamente cuenta nuestro país para hacer frente a la actual situación económica, Inmaculada García se olvida de que esa realidad es compartida por sindicatos, cúpula empresarial, cámaras de comercio, instituciones como Funcas, universidades, e incluso, por el propio presidente del Banco de Santander, señor Botín.

Cualquier persona razonable sabe que en España no se podía seguir construyendo al ritmo que se venía haciendo; que eso era un disparate lo han dicho por activa y pasiva organismos e instituciones nacionales e internacionales, que han venido anunciando sus consecuencias. Sin ir más lejos, el señor Rato en sus tiempos de presidente del Fondo Monetario Internacional.

Dice la consejera que el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, ha ocultado las previsiones sobre la economía. Nadie ha ocultado nada. Parece mentira que una responsable económica del Gobierno regional no se haya leído las previsiones de entidades como la Comisión Europea, el Fondo Monetario, el BBVA o Funcas, que han venido, como el Gobierno de España, modificando sus previsiones en función de los datos económicos que se han ido produciendo.

Lo que hubiera sido irresponsable por parte del Ministerio de Economía es hacer lo que sí hizo la propia consejera: vincular el devenir económico al resultado electoral y achacar, en período electoral, la crisis económica a la gestión socialista, para una vez perdidos los comicios generales por el Partido Popular, cambiar el discurso y reconocer que el origen de la desaceleración fue la crisis de las hipotecas basuras, fundamentalmente, y que una gran parte de sus consecuencias están relacionadas con el modelo de desarrollismo, que no de desarrollo, que ella ha venido avalando y apoyando.

Critica también la consejera el plan de estímulo económico aprobado por el Consejo de Ministros y avalado por el Parlamento español. Critica el que el Estado adelante el IVA a las empresas desconociendo quizás que, en un momento de crisis crediticia, la liquidez de las empresas es uno de los elementos centrales en el mantenimiento de la actividad y, lo que es más importante, en el empleo de miles de ciudadanos.

Critica la medida de ayudas a las hipotecas por abstracta e inexistente. Dice de ella que es un brindis al sol. Pues bien, no había pasado una semana desde la aprobación y la medida era una realidad gracias al acuerdo firmado con bancos, cajas y registradores. Ver para creer.

Se cuestiona la señora García Martínez la necesidad de acudir a la financiación exterior. Parece que no se hubiera enterado de las reglas del juego y que precisamente esa financiación exterior nos ha permitido aumentar considerablemente la inversión y capitalizar.

Dice que Zapatero vende humo y planes, pero la realidad es bien distinta porque crecen las licitaciones del Estado, la inversión en viviendas de protección oficial y se negocia con empresarios y sindicatos medidas urgentes y efectivas para la recolocación de trabajadores desempleados.

* Diputada del PSRM en la Asamblea Regional

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