viernes, 7 de marzo de 2008

Algunas reflexiones para mañana sábado / Editorial

No votar a los corruptos debiera ser uno de los objetivos prioritarios en las votaciones del próximo domingo en la Región de Murcia. Los electores lo tienen muy fácil. No es nada difícil identificarles y, además, por sus hechos los conocereis. Sus palabras también los delatan bastante porque esos hechos han desvelado sus medias verdades. Es el momento y, con la participación de todos los ciudadanos, se puede perfectamente conseguir. Sería el punto de partida para, al menos:

- Quitarnos de encima cuanto antes a la gente de Valcárcel y a Valcárcel, también. Son Morales, Martínez Andreo, Ramírez, Blaya, García Madrid, Barreiro, Cámara, Garre, Ayala, el alcalde de Cieza, el alcalde de Puerto Lumbreras, el alcalde de Alcantarilla, la alcaldesa de Fuente Álamo, los ex alcaldes de San Javier y San Pedro, así como tantos otros, que ya se sabe para lo que están todos estos en política. La UCO de la Guardia Civil los tiene más que calados como si de quinquis se tratase. Lo sabe todo sobre ellos y sus corruptores. Antes que penalmente sentencien los jueces, puede y debe juzgar políticamente la ciudadanía porque es soberana.

- Procurar que aflore en su momento, tras la catarsis que implicaría su inminente derrota, una nueva derecha murciana más centrada, moderna y civilizada. Pero para eso, antes hay que echar a la extrema derecha que se ha apoderado de las siglas de lo que antes era un partido conservador liderado por el honrado Calero, al que echaron porque se negaba a corromperse y corromper al PP. Este abogado del Estado, que ya no desea jugar más en política activa, puede ayudar más que nadie, ahora desde fuera, a esa ingente tarea de reconstrucción de un pilar necesario. Ayudar es aquí conseguir que realmente funcione la democracia murciana.

- Extirpar este cáncer resulta más que urgente para que la Región progrese desde su actual sima. No hay que volver a errar creyendo el mensaje de estos manipuladores con el agua para todos porque en Aragón tienen más votos y a Pizarro, su patrón y financiador desde 1997, que dicta lo que se tiene que hacer con el Ebro. Amén ingenuos. No han hecho nada en más de una década, al contrario, la economía real de la Región se desangra a borbotones sin horizonte cierto. Los embargos a cientos son diarios en todos nuestros polígonos industriales. Esto es perfectamente comprobable y ya muy sabido.

- Dar por terminado el "cambio tranquilo" en el PSRM y pasar a la fase de su regeneración a fondo sin olvidar la actualización de Izquierda Unida, lejos de la evidente tutela cuasi digital del Dr. Marset y el PCE sobre la evolución de esta coalición profusa. Dólera no puede aparecer más en público con un sujeto como José Luis Romero, "vendido" a Valcárcel y la CROEM, así como Bermejo debe evitar la confusión al pasear del brazo con un corrupto "sui géneris" como Manuel Hurtado. Ellos dos no son de la misma calaña que el sindicalista esquirol y el ex alcalde con altas dietas, de Ceutí. En todo lo anterior, la izquierda social murciana está más que de acuerdo.

- Librarnos también de la dictadura de unos regantes que trafican con un agua que es de todos. No podemos ser por más tiempo una sociedad citrícola y pimentonera porque ese esquema productivo pertenece al siglo XIX. Riego localizado y producciones ecológicas de alto valor añadido deben ser el horizonte posible de nuestra agricultura para mantenerla vigorosa dentro del PIB y nuestras exportaciones.

- No hay que dejar lugar a negreros que explotan seres humanos en nuestros campos ni a unos mal llamados promotores inmobiliarios de mentalidad absolutamente depredadora con el medio natural porque todo lo esquilman en el puro beneficio de su bolsillo y el de sus protectores políticos financiados por ellos para que se enquisten en el poder político-adminitrativo para siempre.

- Recuperar el respeto perdido por el resto de las regiones españolas e intentar volver a un diálogo fluido con Madrid y Bruselas, aunque sea por el puro egoísmo de sacar algo más en claro del Estado y de la Unión Europea. El AVE y el aeropuerto de Corvera están estancados por los conflictos generados desde San Esteban en todos los casos. También la ampliación del puerto de Cartagena. Dentro de la perspectiva española, Murcia tiene un desastre de gobernantes y mucha corrupción. Y desde esa mala imagen pública no tiene resortes de conocimiento un recovero consorte para cambiarla, por mucho que maquille a sus disparatados corruptos estructurales.

- Construir un nuevo modelo económico regional basado en la cualificación real, el esfuerzo personal y la excelencia colectiva si Murcia quiere estar en el mundo del futuro inmediato. Lo demás es engañarnos y dejar que nos engañen mediocres como Valcárcel y la corte de especuladores golfos que políticamente lo sustentan para mayor gloria del ladrillo. Hay que volver a la economía productiva de pleno empleo de calidad antes que la primera crisis desde la globalización nos arrolle.

- Recuperar Caja Murcia, si es que aún se llega a tiempo después de las elecciones, para todos los murcianos que la necesiten más que otros y, especialmente el control de las inversiones de su Obra Social en mayor beneficio de los sectores más débiles de nuestra sociedad regional.

La campaña electoral ha resultado en la Región de Murcia mucho más plana de lo deseable. La de Bermejo ha sido desastrosa, repugnante la de Barreiro y pretenciosa la de Dólera desde sus brindis al sol.

Una mentira tras otra desde la primera fuerza política ha oscurecido la esperanza democrática. Los murcianos deben saber ya a estas alturas que Corvera sin inversores ni "placet" de Bruselas, el parque científico sin sustrato ni demografía de ese nivel de conocimientos, ni la llamada ciudad de los contenidos digitales sin una tradición en el campo de la producción, donde todo el pescao está ya vendido hace tiempo, son meras declaraciones de intención falsa para puro consumo de un cuerpo electoral de los que bailó en Belén. Nada de nada, como muy pronto se verá.

Aquí no se hace nada que no sea harto rentable para las 50 familias que gobiernan en la sombra los destinos de la Región de Murcia desde comienzos del siglo XX, esa mafia caciquil invisible que nos tiene aislados de Madrid y Bruselas, que no desea ni la reforma del Estatuto de Autonomía ni la provincia de Cartagena, y que ha conseguido que el lenguaraz político que era Bermejo se haya mordido la lengua durante toda la campaña por consejo de Saura. El PSRM necesita algo más que un "lifting".

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