miércoles, 6 de junio de 2007

El Papa sale ileso de un intento de asalto a su vehículo durante la audiencia general de los miércoles


CIUDAD DEL VATICANO.- Un hombre de unos 30 años ha logrado superar las vallas de protección y ha intentado subir al vehículo que transportaba al Papa Benedicto XVI en un momento en el que éste realizaba el tradicional paseo entre los fieles antes de la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, según despacho de la agencia española EFE.

A las 10.35 hora local (08.35 GMT), mientras el Papa saludaba a los fieles a bordo del "jeep" blanco antes de la audiencia, un hombre, que según fuentes vaticanas tenía unos 30 años, logró superar con un salto las vallas de protección y se arrojó sobre la parte posterior del vehículo.

Los guardias de seguridad que acompañan a pie al Pontífice durante el recorrido se abalanzaron inmediatamente sobre él, impidiéndole que subiese al vehículo, al que se había agarrado, y lo inmovilizaron en el suelo.

La escena duró sólo unos segundos, por lo que Benedicto XVI no se dio cuenta de lo que había ocurrido y continuó saludando a los cerca de 30.000 fieles que se reunieron hoy en la Plaza de San Pedro.

El hombre fue detenido por el servicio de orden del Vaticano cuando trataba de subirse al automóvil con el que el papa Benedicto XVI daba la vuelta a la plaza San Pedro al principio de su audiencia general, según informa la agencia "France Press".

El hombre, vestido con camiseta y pantalón corto, saltó la valla de seguridad que delimitaba el recorrido del coche pontificio a través de la muchedumbre y trató de encaramarse a la parte trasera del automóvil descubierto que llevaba al Papa, antes de ser dominado por miembros de la Guardia Suiza.

El Papa, que como de costumbre iba de pie a bordo del vehículo de color blanco que lo llevaba a la Basílica de San Pedro, pareció no darse cuenta de lo que ocurría y continuó saludando a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

La Gendarmería vaticana se llevó al hombre para interrogarlo, según la práctica habitual. Luego debería ser entregado a la policía italiana encargada de la seguridad en los alrededores del Vaticano.

La oficina de prensa del Vaticano se ha limitado a indicar que se está procediendo al reconocimiento del joven.

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