Porque esta es la tragedia de PAS ante la presión constante de Dolores de Cospedal y más discontinua de Valcárcel para que renuncie al cargo, el escaño en la Asamblea y a ser candidato del PPRM en un eventual adelanto electoral por falta de acuerdo para una moción de censura entre C's, PSRM y Podemos. Ahí estamos porque el desgaste ha sido tan fuerte estos días para todo el PP a nivel nacional que no queda otra salida que la desaparición política de quien ha originado tal desastre para su partido y toda la democracia murciana. Sus problemas de condumio no pueden ser un problema para toda la ciudadanía de la Región por haber entrado a la actividad pública sin asegurarse antes la línea de retirada al tener esposa, dos hijas y sin cualificación profesional que se sepa.
Y es que PAS es un personaje instalado en la mentira, que se engaña incluso a si mismo y no sé si a quienes le rodean tanto en San Esteban como en La Ladera. Porque en Puerto Lumbreras, excepto los más bienaventurados, los que tienen un poco de conocimiento no sucumben a los efectos sociales de un populista tan barato y de tan escaso nivel en todos los sentidos, al que no le importa pesar por encima de los 100 kilos aunque solo fuese, no ya por estética sino por respeto a lo que significa su cargo público de primer representante del Estado en la Región.
Denota un tanto abulia de fondo en un personaje más bien primario y tramposo, que ha recogido los avales para ser candidato único en el congreso regional del PP a golpe de apóstoles incondicionales -por lo que tienen que perder personalmente cuando caiga el monigote- con mandato de recogerlos por cuotas por cabeza en su comarca de origen. Todo muy visto y dando el cante de 'a la búlgara' como el viejo comunismo y fascismo europeos.
Quizá sea la ansiedad lo que explicaría ese sobrepeso más que una dieta desequilibrada y los nervios que le comen por dentro en la espera de un pronunciamiento imprevisible desde el TSJ por un juez a un paso de la jubilación y al que le importa un rábano a estas alturas la calidad democrática a preservar cuando tanto indocumentado adelanta por la derecha a cualquier magistrado con un poco de decencia. La hipoteca tanto de Pérez-Templado como de Quiñonero y hasta de Pasqual del Riquelme, es que lo que ahora son se lo deben los tres al PP, aunque mucho menos el primero porque venía ya de una carrera anterior cuando Valcárcel lo postuló ante su partido en Madrid para ser el segundo presidente del TSJ por selección del CGPJ.
El caso más escandaloso es el de Quiñonero que, sin ser juez de profesión juzga y perdona vidas y haciendas gracias al dedo de Valcárcel a través del GPP en la Asamblea Regional de los oscuros tiempos de la mayoría absoluta de la derecha. Ahora, sin empacho, ha exculpado a los imputados de la anterior Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia como si echar abajo una guardería pública, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, fuese cosa de andar por casa y pudiese quedar impune así como así porque lo decida un juez amigo y, en este caso, neofranquista de los que no se esconden y en absoluta sintonía ideológica con el PP. Es de esperar que esta decisión se recurra para dejarlo en evidencia con el pronunciamiento de una Sala más profesional de fuera de Murcia.
Quien ha pagado al final el pato de esta sorprendente desimputación de grupo ha sido la maleducada política, arrogante y autosuficiente consejera de Agricultura, Adela Martínez Cachá, porque ante su pavoneo y machacona insistencia sobre su honestidad política por la desimputación inesperada por la opinión pública regional, un bufete de Murcia se ha fijado en ella para aguarle la fiesta con uno de los esqueletos que guarda en su armario de cargo público ya con cierto recorrido.
Ese bufete ultima una querella criminal con responsabilidad patrimonial por los efectos casi letales de una decisión política tomada por ella supuestamente a sabiendas de lo que hacía y casi seguro consciente de los previsibles efectos ante la primera eventualidad y esa eventualidad se ha producido y ha causado daños muy graves, y hasta cierto punto irreversibles, a un tercero. Y aunque esa persona tiene su letrado para hacer valer sus derechos, un bufete que no trabaja con partidos politicos ni es sufragáneo de ellos, ve presunto abuso de derecho por parte de una política que parece valorar poco la legalidad en su toma de decisiones al caminar de puntillas, parece, por encima con cierta imprudencia.
Es el mismo bufete que estudia pedir a un juez que verifique la teórica titulación universitaria de PAS para comprobar dónde y cuando se expidió si es que realmente existe tal como se recoge en el currículo distribuido tanto por San Esteban como por el PPRM.
Y volviendo a PAS, es la Intervención General del Estado y la Abogacía del Estado quienes están minando sus posibilidades de seguir en politica en el futuro. Porque existe el convencimiento de que la subvención comunitaria de Bruselas no está para nada enterrada entre los muros de una obra muy inacabada como es el Auditorio de Puerto Lumbreras. Y ese criterio de tan altos funcionarios españoles, al tratarse de un dinero de la Unión Europea, se ha transmitido al Ministerio de la Presidencia para su conocimiento y efectos, y el primero de ellos ha sido pedirle a Valcárcel desde Génova 13 que trate de disuadir a PAS de seguir enrocado y que se quite voluntariamente de enmedio antes de que la secretaria general con mando en plaza, y ministra de Defensa, lo ordene 'fusilar' al amanecer.
En cualquier caso, PAS ya no tiene quien le escriba por haber tenido demasiada prisa por dar el salto de Puerto Lumbreras a Murcia y desde aquí a todos los telediarios y tertulias de la radio. Ahora sí que necesita mejorar imagen pública en Internet y resto de medios pero de una manera loca en su propia casa, en su pueblo y hasta en Antequera, donde está predestinado a vivir más pronto que tarde a la sombra del poder de su suegro. Tempus fugit.
(*) Pseudónimo de un periodista murciano vinculado desde niño con Caravaca
Denota un tanto abulia de fondo en un personaje más bien primario y tramposo, que ha recogido los avales para ser candidato único en el congreso regional del PP a golpe de apóstoles incondicionales -por lo que tienen que perder personalmente cuando caiga el monigote- con mandato de recogerlos por cuotas por cabeza en su comarca de origen. Todo muy visto y dando el cante de 'a la búlgara' como el viejo comunismo y fascismo europeos.
Quizá sea la ansiedad lo que explicaría ese sobrepeso más que una dieta desequilibrada y los nervios que le comen por dentro en la espera de un pronunciamiento imprevisible desde el TSJ por un juez a un paso de la jubilación y al que le importa un rábano a estas alturas la calidad democrática a preservar cuando tanto indocumentado adelanta por la derecha a cualquier magistrado con un poco de decencia. La hipoteca tanto de Pérez-Templado como de Quiñonero y hasta de Pasqual del Riquelme, es que lo que ahora son se lo deben los tres al PP, aunque mucho menos el primero porque venía ya de una carrera anterior cuando Valcárcel lo postuló ante su partido en Madrid para ser el segundo presidente del TSJ por selección del CGPJ.
El caso más escandaloso es el de Quiñonero que, sin ser juez de profesión juzga y perdona vidas y haciendas gracias al dedo de Valcárcel a través del GPP en la Asamblea Regional de los oscuros tiempos de la mayoría absoluta de la derecha. Ahora, sin empacho, ha exculpado a los imputados de la anterior Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia como si echar abajo una guardería pública, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, fuese cosa de andar por casa y pudiese quedar impune así como así porque lo decida un juez amigo y, en este caso, neofranquista de los que no se esconden y en absoluta sintonía ideológica con el PP. Es de esperar que esta decisión se recurra para dejarlo en evidencia con el pronunciamiento de una Sala más profesional de fuera de Murcia.
Quien ha pagado al final el pato de esta sorprendente desimputación de grupo ha sido la maleducada política, arrogante y autosuficiente consejera de Agricultura, Adela Martínez Cachá, porque ante su pavoneo y machacona insistencia sobre su honestidad política por la desimputación inesperada por la opinión pública regional, un bufete de Murcia se ha fijado en ella para aguarle la fiesta con uno de los esqueletos que guarda en su armario de cargo público ya con cierto recorrido.
Ese bufete ultima una querella criminal con responsabilidad patrimonial por los efectos casi letales de una decisión política tomada por ella supuestamente a sabiendas de lo que hacía y casi seguro consciente de los previsibles efectos ante la primera eventualidad y esa eventualidad se ha producido y ha causado daños muy graves, y hasta cierto punto irreversibles, a un tercero. Y aunque esa persona tiene su letrado para hacer valer sus derechos, un bufete que no trabaja con partidos politicos ni es sufragáneo de ellos, ve presunto abuso de derecho por parte de una política que parece valorar poco la legalidad en su toma de decisiones al caminar de puntillas, parece, por encima con cierta imprudencia.
Es el mismo bufete que estudia pedir a un juez que verifique la teórica titulación universitaria de PAS para comprobar dónde y cuando se expidió si es que realmente existe tal como se recoge en el currículo distribuido tanto por San Esteban como por el PPRM.
Y volviendo a PAS, es la Intervención General del Estado y la Abogacía del Estado quienes están minando sus posibilidades de seguir en politica en el futuro. Porque existe el convencimiento de que la subvención comunitaria de Bruselas no está para nada enterrada entre los muros de una obra muy inacabada como es el Auditorio de Puerto Lumbreras. Y ese criterio de tan altos funcionarios españoles, al tratarse de un dinero de la Unión Europea, se ha transmitido al Ministerio de la Presidencia para su conocimiento y efectos, y el primero de ellos ha sido pedirle a Valcárcel desde Génova 13 que trate de disuadir a PAS de seguir enrocado y que se quite voluntariamente de enmedio antes de que la secretaria general con mando en plaza, y ministra de Defensa, lo ordene 'fusilar' al amanecer.
En cualquier caso, PAS ya no tiene quien le escriba por haber tenido demasiada prisa por dar el salto de Puerto Lumbreras a Murcia y desde aquí a todos los telediarios y tertulias de la radio. Ahora sí que necesita mejorar imagen pública en Internet y resto de medios pero de una manera loca en su propia casa, en su pueblo y hasta en Antequera, donde está predestinado a vivir más pronto que tarde a la sombra del poder de su suegro. Tempus fugit.
(*) Pseudónimo de un periodista murciano vinculado desde niño con Caravaca
