miércoles, 31 de enero de 2024

El 70% de almerienses bebe agua contaminada por radioactividad tras contacto con uranio, revela el profesor e hidrogeólogo Calaforra



ALMERÍA.- El profesor de la Universidad de Almería e hidrogeólogo, José María Calaforra, se ha reunido con vecinos de los barrios de La Chanca/Pescadería a petición de la asociación de vecinos La Traíña para informar sobre el agua contaminada por radioactividad y dar respuesta a las numerosas preguntas que inquietan a los ciudadanos, ante la falta de respuestas por parte de las administraciones públicas, tanto el Ayuntamiento de la capital como la delegación territorial de Salud. 

El profesor Calaforra dijo que la sequía nada tiene que ver con la contaminación del agua, "son aguas fósiles, profundas, procedentes de los acuíferos de Dalías" y que la clave está en la sobreexplotación.

Con un lleno y mucha preocupación se siguió, en el salón del Instituto Galileo, la reunión informativa sobre el grave problema del agua contaminada por radioactividad, con la intervención del Dr. José María Calaforra, profesor de la Universidad de Almería e hidrogeólogo. 

En la mesa José García Rueda, presidente de la Asociación La Traíña, de La Chanca/Pescadería, barrio afectado de manera alarmante, quien hace varias semanas dirigió una serie de preguntas que inquietan a las familias, sobre el agua, a la alcaldesa, que no han sido contestadas, mientras que la  notificación recibida de la Delegación de Salud y Consumo, en las últimas horas, la mayoría de las preguntas siguen sin responder.

En la charla informativa del profesor, quedó claro que el agua que llega a Castell del Rey, La Hoya, Pescadería/La Chanca y otros lugares de Almería, que procede de los pozos de Bernal, no es potable, pues presenta altos niveles de contaminación por radioactividad; por lo que no se puede beber ni cocinar con ella; y hay que evitar el contacto del agua con heridas. 

El grave problema afecta a una población de unas dos mil personas. “Estamos ingiriendo productos radioactivos por vía digestiva. La radioactividad está relacionada siempre con el cáncer”. 

“El agua  que ha estado consumiendo el 70% de la población de Almería capital es radioactiva”.

La sequía nada tiene que ver con la contaminación. Explicó el profesor que estas son aguas fósiles, profundas, procedentes de los acuíferos de Dalías; que están en contacto con unas rocas desde hace miles de años, y han ido incorporando elementos radioactivos al agua. 

No se sabe desde cuando nos están llegando contaminadas por radioactividad. Se han superado los niveles de contaminación, llegando a 0,15 mSv en la muestra. 

Tienen uranio, que es muy peligroso. El agua radioactiva se está mezclando con el agua de la desaladora. Seguramente ha estado presente durante bastante tiempo y llegando a la ciudadanía que ha estado consumiendo agua.

En Pescadería/La Chanca no hay tubos de la desaladora. Las familias están pagando por agua desalada y les suministran agua contaminada por radioactividad de los pozos de Bernal. En Almería han quedado barrios sin agua desalada.

“No están los análisis del agua de los últimos diez años. Sospecho que esa analítica no se ha hecho. O se ha realizado y ocultado. No lo conocemos, no tenemos esos resultados y es obligatorio hacer una analítica”. 

Se habla que estas aguas están contaminadas por metales pesados. Pero no es cierto. La radioactividad es otra cosa muy distinta. No se elimina así como así. Esto va mucho más allá. Ha subido la radioactividad. Hay unos protocolos establecidos que no se están cumpliendo. Hay que hacer un seguimiento de esa analítica; el Ministerio no lo ha recibido.

Expresó el profesor José María Calaforra la extrañeza que le produjo “ la rapidez con que se han realizado las obras de conducción hasta el depósito de La Pipa y algunos más” de la desaladora. Informó de la solución transitoria que Aqualia va a abordar en Castell del Rey, con un depósito de diez mil metros cúbicos; que será llenado por medio de cubas.

Los vecinos y vecinas de La Chanca/Pescadería y La Hoya tienen una enorme indignación: “No hemos sido avisados de forma directa, cuando la situación es grave”.

 “¿Cómo el Ayuntamiento, Delegación de Salud y Delegación de Educación no nos han comunicado, por escrito a nuestras casas, que están llegando a nuestros grifos aguas contaminadas por radioactividad? La comunicación, el envío de una carta a las personas usuarias, es obligatoria por ley; y hay que denunciar los incumplimientos.

 Vecinos y vecinas exigen conocer los datos. Tenemos la certeza –dijeron otros-  que nos están ocultando información que es vital para la población. Ante la situación de falta de comunicación se suceden preguntas inquietantes: ¿Cuánto tiempo hace que venimos consumiendo agua contaminada? ¿Qué tiempo puede pasar para que se genere una enfermedad?

Según el hidrogeólogo la clave está en la sobreexplotación. Ante la extensión de los cultivos es cada vez más preocupante la sobreexplotación a que están siendo sometidas las tierras del Poniente almeriense o las del Bajo Andarax. 

Y el uso de los acuíferos profundos, las aguas “milenarias” que tienen relación con la contaminación por radioactividad, como ocurre en los pozos de Bernal, y pueden tener efectos perniciosos, directos, en la población, con enfermedades cancerígenas.

El presidente de la Asociación La Traíña, José García Rueda, propuso continuar con distintas acciones en beneficio del bienestar de la ciudadanía; la petición de un depósito en condiciones para la zona, la exigencia del agua potable y la denuncia ante la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente, según recoge un comunicado de La Traiña.

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