viernes, 22 de septiembre de 2023

Alerta sobre el proyecto para derivar cerca de 600.000 m³ de agua anuales del río Argos al trasvase Tajo-Segura


CARAVACA DE LA CRUZ.- La Consejería de Medio Ambiente de la CARM publicó esta semana la resolución del informe de impacto ambiental del proyecto de obras necesarias para la captación, conducción y aprovechamiento de aguas superficiales del río Argos.

El Consejo de Defensa del Noroeste rechaza frontalmente este proyecto que permitirá captar aguas propias de la cuenca para ser consumidas por un perímetro de regadío del trasvase Tajo-Segura, cuya normativa y prioridad es muy diferente a la de los regadíos que se abastecen con aguas propias de la cuenca, según recoge el digital comarcal El Noroeste.

La organización advierte de que “el desvío de casi 600.000 metros cúbicos anuales desde el río Argos, en Calasparra, hacia regadíos del trasvase Tajo-Segura, supone en la práctica asignar unos recursos a los que no están legitimados, a costa de reducir los recursos disponibles para los usuarios de la cuenca, especialmente los regadíos tradicionales situados aguas abajo del punto de captación, en la desembocadura del Argos en el río Segura.

Además de estas afecciones a terceros, señalan que la detracción de caudales circulantes afectará negativamente al estado del Argos y del Segura, así como a los hábitats y biodiversidad que albergan”.

Por otra parte, el Consejo denuncia que las aguas depuradas, en este caso de la EDAR de Calasparra, se asignen a un nuevo uso como son los regantes del trasvase Tajo-Segura, como si se trataran de una fuente nueva o adicional de recursos hídricos, cuando en realidad ya formaban y forman parte de los caudales del río y, por tanto, afirman que ya estaban asignadas al conjunto de usos y usuarios de la cuenca, que verán así mermados sus recursos disponibles por su desvío a los perímetros del trasvase Tajo-Segura.”

Finalmente, las obras previstas, que incluyen infraestructuras de captación y bombeo, balsa de almacenamiento, perforación horizontal por debajo del cauce del río Segura y nueva línea de tensión eléctrica, darán lugar a impactos ambientales inaceptables sobre los espacios de la Red Natura 2000 afectados directamente por las obras: la ZEPA Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos del Cagitán, y la ZEC Sierras y Vega Alta del Segura y ríos Alhárabe y Moratalla, y sobre los ríos Argos y Segura, los cuales constituyen “Zona de Conservación Prioritaria” en el Plan de Gestión Integral de la Red Natura 2000 de estos espacios. 

Hay que recordar que los ríos Argos y Segura presentan en esta zona un elevado grado de conservación, por lo que el proyecto supondrá una impacto negativo sobre ecosistemas fluviales bien conservados, desgraciadamente cada vez más escasos en la Región de Murcia y en la cuenca del Segura.

Por todo ello, el Consejo de Defensa del Noroeste critica que“se informe favorablemente a dicho proyecto de captación y desvío de agua desde el río Argos a los perímetros del trasvase Tajo-Segura para seguir redotando de un recurso público y natural como es el agua, a un negocio insaciable, la máquina del regadío industrial, que lejos de adaptarse a las condiciones climáticas con carácter de urgencia, sigue extendiéndose como una grangrena”.

Finalmente, desde la organización señalan a la CHS por el escaso control que ejerce de los destinos finales de los volúmenes de agua asignados a esta comunidad de regantes y temen “que el destino de las aguas del Argos, no siendo preferentes frente a los derechos históricos, termine más que redotando en la zona de Calasparra, en otros destinos aguas abajo o en el mercado del agua”.

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