jueves, 11 de noviembre de 2021

Perdedores / Salvador Sostres *


No me caen bien los que pierden e Iván Redondo no sólo ha perdido, administrado con pobre inteligencia su poder y su fuerza, sino que lo han echado de una patada en el culo. Es el gran perdedor de España y quiere ahora dar consejos sobre cómo desenvolverse en la política.

Redondo y Javier Melero son el dúo sacapuntas de la derrota española. Al cliente de Melero, Joaquim Forn, el Tribunal Supremo le condenó a 13 años de cárcel y ha escrito un libro presumiendo de abogado, de intelectual y de ser más listo que los jueces y los otros abogados, además de revelar los miedos y las inseguridades de sus clientes, y de retratarlos como a auténticos imbéciles.

Viene a decir Melero, en cierto modo como Redondo de Sánchez, que no es que perdiera el juicio sino que ya de entrada estaba todo perdido y no se podía hacer más de lo que él hizo. Me caen mal los perdedores y sobre todo los que no piden perdón y aún quieren tener razón. Habéis perdido porque llevasteis a vuestros clientes al matadero convencidos de que sois unos genios: a uno le empujaste a la cárcel y al otro le condenaste al aislamiento y a la radicalidad, en el límite de tu sociopatía que explica que acabes siempre desahuciado y solo. 

Pediros consejo es hacerme la prueba del sida con una jeringuilla usada. Sólo servís como artículo de broma, si os contratara sería para hundirle la vida a un enemigo: os ofrecería como un ‘pack’ de asesoría y defensa, todo pagado para hacerme el generoso; y tú, Iván, le acabarías arruinando el prestigio y le dejarías sin amigos; y tú, Javier, para rematarlo, le meterías 13 años en la cárcel y le escribirías un libro llamándole provinciano, inculto y por supuesto imbécil.

Nos fascinan demasiado los gurús, los segundones, los vendedores de pócimas milagreras. Nos importa más el postureo que el resultado, la comedia que la victoria. Huye de un asesor que te diga ‘relato’, y de un abogado que escriba ripios y vaya por las coctelerías. Los perdedores atraen lo funesto. Redondo y Melero son cadáveres presumidos haciéndose los vivitos pero tú te acercas y huelen a ese tipo de pescado que cuando te lo daban en casa de un amiguito ya veías que no podría ser tu amigo.

 

(*) Columnista

 

www.abc.es/opinion/abci-salvador-sostres-perdedores-202111060011_noticia_amp.html


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