miércoles, 18 de agosto de 2021

La importancia del sector agrícola en la recuperación / Ángel Tomás *

 


Desde tiempo inmemorial la agricultura ha sido esencial para la producción de alimentos y por tanto para la subsistencia del ser humano, y en general para todo ser vivo. La relevancia del sector agrario, si analizamos su eficiencia y relación directa con el empleo, comercio interior, comercio exterior, industria derivada y sector sanitario, podemos afirmar el carácter estratégico e insustituible de la agricultura en la economía mundial, su elevado peso y resultados contrastados estadísticos en el PIB nacional, y su creciente tecnología, sitúan a España entre los países más preparados, modelo por calidad, variabilidad y alto porcentaje de la balanza exterior.


Sin embargo, si el sector agrícola en general y la hortofruticultura en particular los comparamos sectorialmente, comprobamos que la promoción y protección es inferior al que reciben otros, si bien, la adaptación a los nuevos mercados de consumo y la formación y experiencia del agricultor y empresas fomentan la actividad mediante la solidaridad. La agricultura, con especialidades distintas, es extensiva en todos los países avanzados y en especial en España, aunque por razones de clima, calidad de las tierras y especialidad profesional, las regiones más productivas e intensivas son todo el levante y sureste.

La actividad que nos ocupa tiene los flujos de efectivo cada doce meses, mientras que en el resto la media es de tres, lo cual influye en los costos ligeramente alcistas, salvo que cambie la productividad por la influencia de una técnica progresivamente superactiva, especialmente por la aplicación cada vez más inteligente del  agua, hoy día por goteo. La garantía de rentabilidad en la agricultura se basa exclusivamente en el desarrollo tecnológico y en la investigación sobre la metodología de los cultivos; sin duda la economía de futuro tiene como uno de los pilares básicos la actividad agroalimentaria, su industria y derivados.


La agricultura sólo es posible si se cuenta con tierra fértil, agua, clima y experiencia técnica. Para alcanzar un producto de calidad que respete la vida humana y animal, y el propio medio ambiente, la UE y la OMS han establecido la guía de calidad del agua potable, rechazando por sus componentes tóxicos las subálveas, respetándolas como componentes que mantienen en impermeables los cauces de los ríos y en aprovechables las aguas de lluvias.

Contamos con una red fluvial de gran calidad y cobertura territorial integral, pero se suspende el Plan Hidrológico Nacional por ausencia de solidaridad interregional. No existen propietarios exclusivos del Patrimonio Hidráulico Nacional, y sí pérdidas y recesos para la economía y balanza exterior. Esperemos que el cambio mundial que se está operando nos traiga la unión, la economía colaboradora voluntaria y el trabajo en equipo de todos los españoles.


Los elementos nocivos para las plantas y cadena alimentaria de las aguas desaladas marítimas y aún peor de las procedentes de los pozos, de acuerdo con análisis de laboratorios dotados de autorización oficial, son los siguientes:


El Boro es acumulativo en el suelo y en las plantas, cuyos efectos, (Ems-ley del Departamento de Química de la Universidad de Oxford), más importantes destaca directamente en los órganos reproductivos masculinos, si su concentración es superior a la establecida por la OMS.

El Bromo, según Lenntech (Delft, Holanda), pueden causar disfunciones estomacales y gastrointestinale, y también perjudiciales para los mamíferos por sus efectos sobre el ADN (cromosomas de las células).

El Estroncio, según la agencia oficial ATSDR de Estados Unidos y la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), en niños altera el crecimiento de los huesos.


El Berilio, ni en España ni en la OMS existen registros de este elemento tóxico, aunque la EPA y el Departamento de Salud del Estado de California eliminan el agua que lo contiene. El agua de los ríos españoles carece de este elemento tóxico.

El desarrollo agrícola necesita una nueva regulación oficial sobre “investigación científica” y su “desarrollo tecnológico” como garantía de rentabilidad. Por lo tanto, regulemos y controlemos las necesidades nutricionales de los cultivos evaluando las necesidades de abonos por kg. producido, ya que los nutrientes se absorben por iones en su carga vía delagua. 

También en los países más avanzados se han adoptado las teorías de nutrición celular, que armonizaron la cantidad de nutrientes que absorbe la planta por gramo de materia seca y hora, así como el control del desequilibrio electroquímico a nivel celular, avances que aplicados en conjunto son conocidos como la tecnología MOHT, con lo que se obtiene un mayor ajuste del riego y reducción de costo.


Una importante empresa de investigación agrícola española ha creado un “biofertilizante” capaz deevitar la contaminación por el uso de nitratos, sustituyendo el 100% de los mismos.

Es necesario promulgar una ley que elimine los abonos nitrogenados y que incluya el control de su cumplimiento.


Por último, la sustitución del agua de riego de superficie por la procedente de desaladoras presenta una muy importante problemática ecológica, especialmente por los efluentes (55% de agua de rechazo de una planta desaladora de ósmosis inversa), en la que la llamada salmuera se vierte de nuevo al mar por medio de los llamados emisarios, 31 veces más alta que la cantidad límite establecida por la OMS, ocasionando altos perjuicios medioambientales y en las costas.


Abordemos con urgencia hasta su conclusión el Plan Hidrológico Nacional, ya que ha sido calificado como torpeza, desde varios países, que las aguas sobrantes de nuestros ríos en cantidades exageradas de metros cúbicos sean vertidas al mar y océanos, para que luego se rescaten en cantidades muy inferiores y tratar de potabilizarlas mediante inversiones sin posibilidad de amortización, ocasionando daños materiales y humanos.



(*) Economista y empresario

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