jueves, 21 de mayo de 2020

Iglesias desafía en público a Sánchez / Pablo Sebastián +

Cada día que amanece en España nos encontramos un nuevo mapa de la política. El miércoles la renovada alianza entre Sánchez y Arrimadas en la votación de la quinta prórroga del ‘estado de alarma’, y ayer una bronca monumental en el seno del Gobierno y en las relaciones del PSOE con Podemos y Bildu.

Una nueva enconada crisis en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras conocerse, y rectificarse luego por parte del PSOE, el pacto secreto firmado el miércoles por el PSOE, Bildu y Podemos por el que los tres partidos se comprometieron a derogar la última reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy.

Y todo ello a cambio de que EH Bildu se abstuviera -lo que era innecesario- en la votación sobre la quinta prórroga del ‘estado de alarma’, sin que dicho pacto fuera conocido por el Gobierno, los sindicatos y la CEOE. La que ha anunciado su retirada de la mesa del ‘diálogo social’.

Y todo ello en plena crisis sanitaria, económica y social del país en la que la mencionada ‘reforma laboral’ del Rajoy es una pieza necesaria para lograr la recuperación de las empresas y el empleo.

Estamos ante un disparate mayúsculo e innecesario que debe obligar a la dimisión de la portavoz del PSOE en el Congreso Adriana Lastra, que firmó el pacto y que además dijo que lo hizo sin leerlo creyendo que firmaba otra cosa.

A la vez, el PSOE debería dejar claro que aplicará el acuerdo firmado con Bildu  e Iglesias debe aceptar esa decisión porque será mayoritariamente la del Gobierno -empezando por la vicepresidenta Nadia Calviño-, o en el caso contrario el vicepresidente deberá de abandonar el Gobierno, lo que desde luego no piensa hacer.

Lo asombroso de todo ello es que el presidente Sánchez conocía el pacto y lo aceptó públicamente cuando agradeció, en el debate del miércoles, a la portavoz de Bildu, Merche Aizpurua, la abstención de su Grupo. A lo que la diputada respondió a Sánchez: ‘entiendo que agradeciendo usted nuestra abstención reconoce que se acepta la derogación de la reforma laboral’.

En estas circunstancias el único punto de encuentro que se maneja entre las tres partes firmantes del pacto es el calendario, reconociendo que la reforma laboral de Rajoy no se derogará de manera inmediata en su totalidad sino poco a poco. Y que a corto plazo se derogarán: la actual primacía de los convenios sectoriales frente a los de empresa; el despido por absentismo por causa de enfermedad; y las limitaciones en el ámbito temporal a los convenios colectivos.

Esa puede ser la fórmula para superar esta crisis que ya ha causado un daño difícil de reparar en el Gobierno cuando Iglesias desafió a Sánchez diciendo en público que los pactos firmados hay que cumplirlos, que es lo mismo que ha dicho su cómplice Arnaldo Otegui.

Pero veremos que hace y dice Sánchez sobre lo ocurrido porque todo apunta a que el pacto tripartito con Bildu ha sido una maniobra urdida por Iglesias para dañar el acercamiento de Sánchez y Arrimadas y favorecer el regreso del Presidente a la mayoría de la investidura con Bildu y ERC.

Probablemente al final de este episodio Sánchez e Iglesias se entenderán. Pero no sin haber dejado profundas heridas en el Gobierno de coalición. Lo que constituye un deterioro institucional y un elemento de inestabilidad en medio de tan grave crisis sanitaria, económica y social.


(*) Periodista


No hay comentarios: