BARCELONA.- El Corte Inglés confía en haber cerrado su paquete de medidas anticoronavirus.
Los grandes almacenes firmaron un pacto con la banca para obtener 1.311
millones de euros y presentaron un ERTE para 25.900 personas en los
primeros compases del estado de alarma; dos decisiones que, creen, serán
suficientes si se cumplen las proyecciones de la casa de volver a abrir
en junio como tarde, recuerda hoy https://amp.economiadigital.es.
A pesar de que la preocupación es evidente en la planta noble, la empresa que preside Marta Álvarez
aspira a no tener que ejecutar ninguna acción drástica. Los expertos
consultados por el consejo de administración y las conversaciones sottovoce con algunos miembros del Gobierno de Pedro Sánchez les hacen ser moderadamente optimistas respecto a la vuelta a la normalidad.
Sin embargo, el positivismo no oculta la realidad. La compañía
necesitó de una línea de crédito de hasta 1.311 millones de euros
firmada con 14 bancos con tal de hacer frente a las necesidades de
liquidez provocadas por el coronavirus, pues la enfermedad que ha
obligado a la empresa a cerrar todas las plantas de sus centros
comerciales a excepción de los supermercados y la electrónica.
Tras el boom inicial de los supermercados, la empresa factura entre el 30% y el 35% de lo habitual. Por ello fue necesario el pacto con BBVA, Banco Santander, Caixabank, Bankia, Banc Sabadell, Kutxabank, Ibercaja, Liberbank, Cecabank, Goldman Sachs, BNP, Crédit Agricole, Société Générale y Commerzbank tras una negociación exprés inferior a dos semanas.
La compañía se vio obligada a pedir el salvavidas a la banca tras
comprobar que el estado de alarma le dejaba abrir solo dos plantas:
supermercados y electrónica. "Entre ambas están haciendo entre el 30% y
el 35% de la facturación normal que solía tener un centro comercial",
explican fuentes internas a este medio.
Así, la firma tuvo que volver a reunirse con la banca apenas un mes y
medio después de haber firmado una refinanciación de 2.000 millones con
24 bancos en la que amplió su horizonte de pagos hasta el próximo 2025.
Además de dilatar las cuotas, logró rebajar los intereses.
Con los centros a medio gas, El Corte Inglés trató de encontrar
fórmulas para evitar aplicar un expediente de regulación temporal de
empleo (ERTE), pero finalmente tuvo que seguir la tendencia de todo el
sector: un plan de despidos temporales que, en su caso, afectará a 25.900 de sus más de 90.000 trabajadores.
El ajuste tenía una vigencia de dos semanas con carácter retroactivo
desde el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Por
ello, la medida ha tenido que ser prorrogada hasta un máximo de 32.000
personas. Las fuentes consultadas no descartan que el número se amplíe,
pero "siempre sin hacer ruido, como hace casi siempre El Corte Inglés
con los asuntos laborales".
Los datos facilitados por la propia empresa muestran como el principal afectado del recorte es el departamento de retail, que sufrió 22.000 despidos. Mientras, otras 2.000 personas del plan procederán de la cadena de moda Sfera, que también se vio obligada a decretar el cierre de sus establecimientos por el estado de alarma.
Los 1.900 empleados restantes son de Viajes El Corte Inglés,
tanto de personal que trabaja en las oficinas a pie de calle como las
ubicadas dentro de los centros comerciales. Sin embargo, el ERTE de esta
filial dará comienzo el 26 de marzo y no terminará hasta "el final de
la alerta sanitaria".
Según explicaron los grandes almacenes en un comunicado, se
comprometen a complementar la prestación por desempleo que otorgue el
estado a los empleados dados de baja hasta el 100% del salario habitual
que percibían.
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