Empujado por las malas noticias que le ofrecen a Cs las encuestas
Albert Rivera ha levantado el veto al PSOE y ahora se declara dispuesto a
poner fin al bloqueo de la gobernabilidad. Aunque falta por ver si
tendrá los diputados suficientes para sumar con los de Pedro Sánchez una
mayoría absoluta como los tuvo en la oportunidad perdida tras las elecciones del 28 de abril.
A medida que se acercan las elecciones los líderes políticos adaptan
sus discursos a sus posibles votantes como ha hecho Rivera para frenar
la fuga de votos por la izquierda, aunque ello puede que favorezca la
fuga de sus votantes al PP, aunque afirme que su prioridad es la de
formar gobierno con Pablo Casado. ‘Casa con dos puertas mala de
guardar’.
Las encuestas que se aproximan traen malas noticias para algunos de
los competidores y últimamente también para el PSOE, a pesar de los
‘masajes’ del CIS de Tezanos que chocan con los sondeos independientes
en los que las expectativas de Pedro Sánchez se repliegan a la baja y se
acercan a las posiciones del 28,8 % que el PSOE obtuvo en los comicios
del 28 de abril. Lo que le augura una ‘amarga victoria’ en la noche
electoral del 10-N.
Es por ello por lo que frente a indignados agricultores y ganaderos
Pedro Sánchez alza la voz ante la embajada americana en Madrid y
califica de ‘atropello arancelario’ los nuevos aranceles de Trump contra
el vino, el aceite y el jamón español. Pero Sánchez habla con ‘la boca
chica’ y sin recuperar el viejo eslogan de PSOE de ‘OTAN no y bases
fuera’, que es lo único podría inquietar a USA en España.
Esta agresión arancelaria les puede costar 1.000 millones de euros a
los españoles, lo que se sumaría a las pésimas noticias sobre el empleo,
en franca decadencia como el crecimiento de la economía, y a los
nubarrones de una recesión aderezada por el Brexit. Lo que daña la
campaña electoral de Sánchez y su ‘Programa Común Progresista’ que
preocupa a inversores y votantes de las clases medias por miedo a la
recesión. Máxime si semejante Programa resulta ser la base del Gobierno
de coalición PSOE-Podemos.
La economía ha entrado en campaña electoral con fuerza y a ello ahora
se sube Pablo Casado advirtiendo que Sánchez nos lleva a la recesión,
lo que por otra parte aumenta la desidia hacia la abstención. Una
amenaza que el PSOE pretende frenar movilizando sus bases, porque sabe
que Sánchez es el responsable de la repetición electoral.
Y, por si algo faltara en la tormenta que planea sobre las elecciones
del 10-N, ahí está la crisis catalana y la inminente publicación de la
sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe de Estado. Lo catalán que
pondrá a prueba los pretendidos indultos de Pedro Sánchez a los que
resulten condenados.
Sentencia que puede provocar la ruptura del orden público -y veremos
si también el constitucional- en Cataluña. Donde reciente está la
captura de un comando terrorista de los CDR, y donde pueden abrirse
divergencias entre el Gobierno y el PSC si Sánchez decide aplicar la Ley de Seguridad Nacional para tomar el control de los Mossos.
Y todo ello cuando desde Podemos Iglesias le advierte al PSOE de que
no apoyarán la investidura de Sánchez si avanza hacia la aplicación del
155 en Cataluña. Y mientras al fondo de la izquierda radical aparece
Íñigo Errejón en el flanco zurdo de la campaña electoral lo que sin duda restará escaños al PSOE y Unidas Podemos.
Y esa sería la quinta ‘plaga’ (las otras son la crisis económica,
Cataluña, abstención y repetición electoral), que podrían dañar las que
se creían muy buenas expectativas electorales del PSOE cuando Sánchez
decidió en el mes de agosto el regreso a las urnas convencido de que sus
adversarios sufrían un claro retroceso electoral.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario