domingo, 15 de septiembre de 2019

El Ayto. de Cartagena cierra las playas mediterráneas de La Manga por la llegada de atunes muertos


CARTAGENA/MURCIA.- El Ayuntamiento de Cartagena, a través del Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil, cierra los accesos a las playas mediterráneas de La Manga del Mar Menor en su término municipal, ante la llegada de atunes muertos por el temporal, procedentes de una granja de engorde situada frente a la costa, más de medio centenar solo este domingo.

En un comunicado, la Consejería de Salud de la Región de Murcia ha advertido del riesgo sanitario que supone el consumo de atunes hallados en algunas playas de la Región a causa del temporal, por lo que socorristas de la Cruz Roja han procedido a desalojar las playas.
Según la Consejería estos atunes no son aptos para consumo, ya que con toda probabilidad presentan altos niveles de histamina y también pueden contener otros contaminantes, dado que pueden llevar hasta tres días muertos en el mar.
Por último señala que las personas que encuentren estos u otros peces muertos deben avisar a las autoridades para que procedan a su adecuada retirada, y evitar otros posibles problemas de salud pública.
El Ayuntamiento de Cartagena ha decidido cerrar las playas ante esta situación de riesgo y pondrá en conocimiento de la administración regional los ejemplares que vayan llegando a la orilla.
Se calcula que un millar de atunes muertos flotan en las aguas del Mediterráneo entre San Pedro del Pinatar, donde vivían en las jaulas de engorde de la empresa Tunna Graso, y las playas de La Manga tras ser destruido su hábitat artificial por el fuerte temporal

Nota literal de la Consejería 

Ante el riesgo sanitario que supone el consumo de atunes hallados en algunas playas de la Región a causa del temporal, la Consejería de Salud advierte de que no se introduzcan en la cadena alimentaria.
Estos atunes no son aptos para consumo, ya que con toda probabilidad presentan altos niveles de histamina y también pueden contener otros contaminantes, dado que pueden llevar hasta tres días muertos en el mar.
Las personas que encuentren estos u otros peces muertos deben avisar a las autoridades para que procedan a su adecuada retirada, y evitar otros posibles problemas de Salud Pública.

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