Resuelta, no sin embrollo, la cuestión de los debates, podemos
afirmar que la campaña electoral empieza en serio el próximo lunes. Una
campaña de cinco días, seis, si consideramos que el sábado de reflexión
ya ha sido reventado por las tecnologías digitales. Cinco días de
campaña y dos debates en televisión.
En el interior de está acelerada
secuencia se van a decidir las elecciones generales del 28 de abril, si
es que no están decididas ya, pese a todas las advertencias de los
sociólogos electorales sobre una elevada tasa de indecisos.
Indecisos
que quizás no sean tales, más bien personas que saben más o menos hacia
donde quieren ir, pero que están dispuestas a cambiar el voto hasta el
último momento, escogiendo entre las opciones que consideran próximas a
sus intereses.
Qué puede pasar en esos cinco días de abril. Tras una
semana de reflexión de los partidos y los votantes, y tras las
vacaciones de Semana Santa, la campaña electoral real empieza el próximo
lunes. Muchos habrán aprovechado este parón para pensar en la situación
de fondo del país y tomar una decisión firme sobre el voto.
(*) Periodista y director adjunto de La Vanguardia
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