MADRID.- CaixaBank anunció el pasado 27 de noviembre en Londres su nuevo plan
estratégico 2019-2021. Este plan incluía como novedad el cierre de 821
sucursales en los próximos tres años, con lo que el número de oficinas,
el más amplio de España, pasará de 4.461 a 3.640 en 2021, el 18% del
conjunto. Esta política de cierres, explicada ayer a los sindicatos, lo
mismo que todo el plan estratégico, conllevará, como es lógico un ajuste
de plantilla, según adelanta hoy Cinco Días.
En esta reunión los responsables de CaixaBank no facilitaron a los
diferentes representantes de los sindicatos una cifra exacta del ajuste
de plantilla que se llevará a cabo con motivo del cierre de sucursales,
aunque sí afirmaron que sobrepasarían los 2.000 empleos.
Fuentes sindicales explican que la cifra rondará entre los 2.200 a
los 2.500 empleos, aunque matizan que las negociacines entre ambas
partes para llevar a cabo este ajuste se iniciarán en enero. Esta cifra
es proponcionalmente muy inferior a la del cierre de sucursales, ya que
no supone más del 8,5% del total.
Entre 2011 y 2018 han salido de la entidad unos 14.000 empleados con
acuerdos sindicales, y han entrado 6.000 tras las adquisiciones, según
la entidad. Y en los tres últimos años los sindicatos explican que el
cierre de sucursales ha rondado las 200 por ejercicio.
Fuentes de la entidad financiera aseguran que todavía se está
trabajando en afinar la cifra de excedente de plantilla, por lo que no
hay números concretos.
Los sindicatos, como también recuerdan en la entidad, aseguran que
todos los procesos de salidas de personal se han producido con acuerdos
entre ambas partes para que las bajas se pacten a través de bajas
voluntarias y prejubilaciones, como en casi todos los casos.
La semana pasada, de hecho, la entidad financiera anunció la salida
de 122 empleados que se habían adherido al último plan de
desvinculaciones voluntarias incentivadas que el banco abrió en
noviembre de este año.
Se trata de empleados de toda España nacidos en 1961 o antes que
todavía no se habían acogido a ediciones anteriores de este plan, y que
percibirán un 70% del sueldo durante los próximos seis años.
Durante ese tiempo, CaixaBank pagará a esas personas ese porcentaje
de la retribución fija anual bruta percibida en los 12 meses anteriores a
la desvinculación de la entidad y las cuotas de un convenio especial
con la Seguridad Social que suscribirán estos empleados.
Fuentes sindicales mantienen que lo más lógico es que las próximas
salidas se produzcan en las grandes urbes como Madrid, Barcelona,
Sevilla y Valencia, que coinciden con las ciudades en las que se
concentraban las principales redes de firmas adquiridas por CaixaBank,
como CaixaGirona, Banca Cívica, banca minorista de Barclays España y
Banco de Valencia (ahora su sede social).
Los ajustes del sector
La reestructuración que llevará a cabo CaixaBank
coincidirá casi con la que pondrá en marcha Santander tras absorber la
red de Popular, o la de Unicaja y Liberbank, en proceso de fusión. Tanto
en el caso de la entidad que preside Ana Botín como en la previsible
resultante de la fusión de Unicaja y Liberbank, las cifras que se
barajan ascienden a unos 3.000 empleados en ambos casos, aunque de esta
cifra, las dos ex cajas de ahorros ya han acordado la salida de unos
1.000 trabajadores.
CaixaBank y las rurales. Pese a los cierres que ha
anunciado, mantendrá las 1.100 oficinas que la entidad tiene actualmente
en su red rural en España, y no abandonar ningún municipio de más de
10.000 habitantes.
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