sábado, 8 de diciembre de 2018

Retenciones de camiones de hasta siete kilómetros en Irun por los "chalecos amarillos"

SAN SEBASTIÁN/PARÍS/BRUSELAS.- Las retenciones de camiones al paso de la autopista AP-8 por la localidad fronteriza de Irun alcanzan los siete kilómetros de longitud a la altura del peje de Biriatou, debido a las protestas que los denominados "chalecos amarillos llevan a cabo en Francia.

Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, el carril derecho de la AP-8 está ocupado por una cola de camiones en dirección al país vecino, mientras que por el izquierdo transitan los turismos.


Esta fuente ha explicado que las retenciones han comenzado sobre las 9.30 horas, cuando los piquetes de los "chalecos amarillos" han empezado a impedir el paso de los camiones, hasta que las colas han ido aumentando progresivamente para llegar a los siete kilómetros.
Sobre las 10.45 horas, los piquetes se han situado en la rotonda de Behobia, para impedir también el tránsito por este punto a los vehículos pesados a los que han enviado de vuelta hacia España, ha precisado la citada fuente. 


Bloqueos y cortes de autopistas francesas


Los "chalecos amarillos" llevaron a cabo hoy numerosas acciones de bloqueos y cortes de autopistas y carreteras por todo el país, incluidos los dos principales pasos fronterizos con España en los dos extremos de los Pirineos.
El Centro Nacional de Información Vial (CNIR, Bison Futé) señaló en su página de internet una "manifestación social" en la autopista A63 a su paso por el País Vasco francés a la altura de Biriatou y otra en Urrugne, junto a la frontera española, en los dos sentidos de circulación.


La misma indicación se daba también en el peaje de Le Boulou, en la autopista A9 antes de entrar a España por Cataluña.
También en la A9, había otro corte en los dos sentidos en los accesos de Narbona-Sur. Igualmente se impedía el paso a la A7 en Montélimar, Bollène y Orange.
En el suroeste, la circulación estaba bloqueada en la autopista A62 en el peaje de Agen, y en Burdeos desde la madrugada un centenar de manifestantes montaron una barricada a la que prendieron fuego para impedir el paso en la A10.
Al norte de Lyon, el tráfico estuvo interrumpido en la A6 a la altura de Villefrance sur Saône.
Los "chalecos amarillos" organizaron hoy el cuarto sábado consecutivo de protestas en toda Francia, aunque el centro de atención se encuentra en París, donde se temía que la situación degenerara en escenas de violencia y guerrilla urbana como la semana pasada.
Al margen de la capital, donde esta mañana se produjeron algunos enfrentamientos con las fuerzas del orden, pero sin gravedad, hubo manifestaciones en otras ciudades, como en Marsella.
Allí desfilaron pacíficamente por el centro entre 1.000 y 2.000 personas hasta la Prefectura, con diferentes consignas, entre las que destacaba la exigencia de la dimisión del presidente francés, Emmanuel Macron.
En la que es la segunda ciudad del país, muchos comercios habían decidido cerrar por precaución para evitar desperfectos en sus tiendas, y también estaba cerrado el mercado de Navidad.

También en Bélgica

La policía belga detuvo a más de 400 personas el sábado luego de que manifestantes “chalecos amarillos” inspirados en el movimiento francés arrojaron piedras y petardos y dañaron tiendas y automóviles cuando intentaban llegar a los edificios del gobierno en Bruselas.
Una multitud, que la policía estimó en alrededor de 1.000, se enfrentó a oficiales antidisturbios que utilizaron cañones de agua y gas lacrimógeno para mantener a las personas lejos de la sede de la Unión Europea y del barrio del gobierno belga.
La calma fue restaurada después de unas cinco horas.
El movimiento belga, inspirado en las protestas de los “gilets jaunes” de la vecina Francia, ha dado voz a las quejas sobre el costo de la vida y exige la salida del gobierno de coalición de centro-derecha de Bélgica, seis meses antes de una elección nacional prevista para mayo.
El sábado más de 30.000 personas se manifestaron en Francia, según cálculos de la policía, y unas 30 quedaron heridas en el segundo sábado consecutivo de violencia en París.
Los manifestantes belgas que usan los chalecos fluorescentes amarillos que llevan todos los automovilistas para emergencias también bloquearon brevemente una autopista cerca de la frontera de Bélgica con Francia.

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