lunes, 1 de octubre de 2018

Otoño caliente... en Madrid / Enric Juliana *

A finales de agosto, no pocos observadores de la política de este país auguraban un otoño caliente. Un otoño caliente en Catalunya, al cumplirse el primer aniversario de los sucesos de octubre del 2017. Ese era el augurio.

Autunno caldo’, esta expresión se popularizó en Italia en 1969, tras un otoño con fuertes huelgas y protestas estudiantiles. (Una secuela italiana de mayo del 68, con mayor protagonismo obrero). 

El primero en utilizar esa imagen parece que fue el dirigente socialista Francesco De Martino. Desde entonces se invoca el “otoño caliente” para hablar de la posibilidad de fuertes tensiones sociales y políticas después del verano. 

Ya estamos en el otoño caliente. Efectivamente, acabamos de estrenar un otoño de altas temperaturas, en el que el calor del verano se resiste a remitir. Mucha gente habla con ironía del ‘veroño’. Hay también otoño caliente político, pero su epicentro no se halla este año en Barcelona, sino en Madrid, como hemos podido comprobar estas dos últimas semanas. 

El director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana, comenta el singular ‘otoño caliente’ español en su video-blog semanal. 


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